La espantá. |
El periodista de ABC Federico García Sánchez, en un artículo publicado en el diario madrileño el 4 de abril de 1914, en el que glosa la figura y el toreo de Rafael el Gallo, cuenta una anécdota que le sucedió con el genial torero.
Hermanos Quintero. |
En una ocasión, él y unos amigos fueron a visitarlo a una huerta que se había comprado al otro lado del río Guadalquivir. Junto con el Gallo estaba el jardinero de los Capuchinos, personaje muy célebre gracias al personaje que los hermanos Quintero habían recreado en su famosa comedia de Las flores.
El periodista mantuvo una conversación inicial con el diestro en torno al huerto y a la cantidad de flores que tenía
-Las cemillas me las traen directas de París –explicó Rafael.
-Menos las de los claveles, niño, que son de Sevilla como las mujeres guapas –terció el jardinero.
Rafael El Gallo. |
Una vez concluido el tema floral, Rafael no sabía cómo continuar la conversación, por lo que decidió enseñarles los ocho caballos jerezanos que poseía, los carruajes y los galgos. También les dijo que su hermano Joselito estaba cazando no muy lejos de allí.
Los visitantes, deseosos de entablar un diálogo sobre toros, le preguntaron al matador:
-Rafael, ¿y por qué esas espantás?
-¡Psch!.....No sé…..Pero lo otro es vurgá.-respondió.
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