domingo, 15 de junio de 2014

LA MUERTE DE FERNANDO GÓMEZ EL GALLO EN EL IMPARCIAL

El periódico El Imparcial, en su número 40.869 aparecido el martes 3 de agosto de 1.897, daba cuenta de la muerte de Fernando Gómez El Gallo, acaecida en Sevilla el día anterior. La noticia fue enviada por telégrafo por León, el corresponsal del rotativo, a las nueve y media de la noche anterior y decía así:

Cabecera de El Imparcial de 3 de agosto de 1.897.
“A las dos y cuarto de esta tarde ha dejado de existir el reputado matador de toros Fernando Gómez el Gallo.

A las once de la mañana se declararon impotentes los auxilios de la ciencia, el enfermo que a aquella hora entró en el período agónico, expiraba después rodeado de su familia.

El Gallo ha muerto en el vecino pueblo de Gelves, en cuyo vecindarios, así como en el de esta capital, ha producido hondo pesar la triste noticia.

El cadáver del diestro sevillano ha sido amortajado por un tío suyo, D. Emilio Alcalá, y el picador Pimienta, y colocado en una de las habitaciones de la casa convertida en capilla ardiente.

En el expreso de mañana llegará a ésta su hijo Rafael, que toreó ayer en Valladolid.

Sus demás hijos ignoran todavía la muerte de su padre”.

El miércoles 4, el mismo corresponsal escribía el siguiente texto datado el 3 por la mañana:

Fernando Gómez Gallo.
“Según el certificado de los médicos que asistieron al pobre Fernando Gómez, éste murió de un aneurisma y dilatación de la arteria aorta. Pocos momentos antes de morir, Fernando llamó a una de sus hijas, le pidió papel y pluma, y trazó en forma casi indescifrable las siguientes líneas:

“A mi compadre Guerrita:

En la hora de mi muerte que no deje sin pan a mis hijos. Se lo pide moribundo su compadre

Gallito”.

Por disposición expresa del Gallo su cadáver será enterrado en el cementerio de San Fernando de esta ciudad. 

Para asisitr a su conducción desde Gelves han acudido a este pueblo gran parte de los amigos y admiradores que en Sevilla contaba el infortunado diestro.

Esta tarde a las cuatro saldrá de Gelves la fúnebre comitiva que llegará a Sevilla al anochecer”.

A las ocho y media de la tarde León envío el siguiente telegrama:

“El entierro del reputado matador de toros Fernando Gómez el Gallo se ha verificado esta tarde con la solemnidad que era de esperar, dadas las simpatías y el renombre de que gozaba el popular torero.

Poco después de las cinco se puso en marcha la numerosa comitiva saliendo una multitud inmensa de vecinos de Gelves a despedir el cadáver.

Este ha sido transportado en una magnífica carroza tirada por cuatro caballos.

Varios diestros residentes en esta capital llevaban las cintas que pendían del féretro.

Detrás del carro mortuorio marchaban, además de un inmenso gentío, veinticinco coches.

El fúnebre cortejo llegó a Sevilla cerca de las siete.

Aquí se agregaron a la comitiva un gran número de personas.

El entierro se dirigió por la ronda al cementerio de San Fernando, donde a la caída de la tarde se ha dado sepultura al cadáver del desventurado Fernando Gómez”.

El jueves 5 de agosto en el mismo periódico y firmado por León aparecía el siguiente breve enviado a las 7 de la tarde del día 4:
Iglesia sevillana de San Lorenzo.
(Foto: sevilladailyphoto.blogspot.com.es/)

“Con gran solemnidad se han celebrado esta mañana en la iglesia de San Lorenzo las exequias por el eterno descanso de Fernando Gómez (el Gallo).

A la ceremonia han concurrido los ganaderos de reses bravas residentes en esta capital, gran número de admiradores de toros y no pocos de sus compañeros de profesión.

Entre éstos se veía a los espadas Antonio Fuentes, Francisco Bonal Bonarillo y José García, el Algabeño, y varios banderilleros y picadores”.

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