Los Gómez Ortega al completo. |
Javier Vellón envía el siguiente texto para su publicación:
El Heraldo de Madrid (10/02/1911) publicó un relato en torno a cómo se inició y desarrolló la relación entre Gabriela Ortega Feria y el diestro Fernando Gómez ‘Gallo’, en lo que habría de ser el germen de la familia más relevante del toreo.
Gabriela Ortega (la que iba a ser la ‘señá Gabriela’) había nacido en 1862 en la calle de Santo Domingo en Cádiz. Su padre fue un conocido cantaor y banderillero Enrique Ortega ‘El Gordo Viejo’. También sus hermanos destacaron en el arte del cante y con ellos –Francisco, José, Carlota, Manuel y Enrique- se trasladó a Sevilla, donde había numerosos cafés en los que se disfrutaba del baile y del cante. En uno de ellos, el café de El Burrero comenzó a destacar la joven bailaora.
Su belleza y gracia en el baile la convirtieron en muy popular y tuvo numerosos pretendientes, entre los que destacó Fernando Gómez ‘Gallo’, con quien formalizo una relación de noviazgo. El diestro, según cuenta el redactor del periódico, intentó que la joven le concediera sus favores, pero esta se mostraba siempre esquiva, por lo que decidió idear una treta para acabar con su resistencia.
El señor Fernando. |
Una noche el Gallo, tras cerrar el café donde actuaba su amada, se fue con ella y con algunos amigos a continuar la juerga a un cortijo cercano a Sevilla. Allí, ambos se ataviaron con las mejores galas a modo de novios. El torero hizo traer un cura, que en realidad era el picador Bartolesi disfrazado, para que celebrara la ceremonia de la boda. A continuación, se quedó a solas con la joven engañada y pudo así consumar sus deseos.
Al poco tiempo transcendió el episodio del engaño, por lo que los hermanos de Gabriela amenazaron de muerte al matador para que restaurara su honor. Este decidió plegarse a los deseos de la indignada familia gaditana y acabó aceptando el matrimonio, esta vez real.
El episodio de El Heraldo contiene hechos reales, pero descontextualizados.
Es cierto que Fernando pretendía a la joven bailaora y que se encontró con una enconada resistencia, sobre todo de la familia de la joven, puesto que era menor. Es cierto que ideó la treta, aunque algunos biógrafos sitúan el engaño en la casa del torero, en la plaza de la Mata. Tras ello, los hermanos de Gabriela se la llevaron a Cádiz.
La 'señà' Gabriela con Joselito. |
Hasta allí fue el padre de los Gallo, donde alquiló una habitación de una pensión y simuló allí estar gravemente enfermo. El aviso de su gravedad llegó a oídos de Gabriela que fue corriendo a visitarlo. Fernando se la llevó a Sevilla y allí quedó embarazada.
El primero de sus hijos, Rafael Gómez Ortega, vino al mundo en Madrid mientras su padre toreaba allí. Ya en Sevilla, en la residencia familiar de la calle Trajano, nacería Fernando, lo que obligó a la pareja a casarse definitivamente en la iglesia de San Martín.
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