Joselito solo toreó tres veces en Castellón durante las siete temporadas y media en que paseó su condición de matador de alternativa por los ruedos de España. Este 2.015, en concreto ayer 14 de marzo, se cumplió un siglo de su última comparecencia en nuestra plaza, en la que se acarteló con su hermano Rafael y Julián Sanz, Saleri II, que sustituía a Juan Belmonte. Para la ocasión se lidiaron toros de Vicente Martínez, terciados, cornicortos y… bravos, por lo que no hubo protestas. El peor, el manso sexto que lucía mejor tipo. Entre los seis tomaron 25 varas, derribaron 8 veces y dejaron tres equinos para el arrastre.
El cartel. (Col. particular V. Climent) |
El miércoles 10 comenzó el canje de los talones de abono para la corrida en las oficinas de la plaza, que estuvieron abiertas entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde. La economía local no atravesaba su mejor momento dado que había mucha naranja colgando de los árboles o en tierra, y el domingo coincidió con jornada electoral en la que se eligieron los diputados provinciales, acudiendo a la llamada de las urnas un total de 13.027 electores, lo que representó el 67’78 % de los que tenían derecho a voto. También se resintió la entrada por la incomparecencia del Pasmo de Triana y los tendidos se cubrieron en dos tercios, siendo recibida la terna con grandes aplausos.
Abrió plaza un colorado al que Rafael quitó primorosamente con una larga y José se lució en similares menesteres. Magritas y Patatero escucharon palmas por su trabajo en el segundo tercio. Con la muleta hubo regocijo por parte de los muchos partidarios del Divino Calvo ante el lucimiento de este, que alternó pases de pecho, ayudados, naturales y un molinete más regularcito. Pinchó y volvió a los rodillazos y demás adornos. Media buena, entrando regular y estocada delantera. Escuchó palmas mezcladas con algún insolente pito.
Joselito lanceó por verónicas, navarras y faroles al negro segundo, que atendía por Melloso, e hizo un gran quite ante la peligrosa caída del picador Pinto. A continuación clavó tres pares de rehiletes, dos de frente y otro de dentro afuera, muy ovacionados. El último tercio, que constó de quince pases, transcurrió entre muestras de agrado ante la sinfonía de variedad de su toreo, gustando sobremanera los de rodillas y cuando cogió el pitón con la mano, aunque también hubo molinetes, ayudados, altos y naturales, de mayor enjundia. Regular pinchazo, otro natural, dos de tirón, quitó las banderillas que le molestaban y cobró un magnífico volapié. Ovación y petición de oreja.
Rafael en uno por alto a su primero. |
Saleri se ajustó en los lances de recibo al tercero y se lució banderilleando, sobre todo en la última entrada. Excelente labor de muleta en la que primaron los pases con la zurda y por alto antes de pinchar dos veces, agarrar una estocada buena y descabellar a la segunda. Ovación, petición y vuelta.
Rafael pasó al cuarto a la verónica, por navarras y remató con una larga afarolada.Prendió un primoroso par de frente completando el trabajo Patatero y Cuco. Brindó a la tiple sevillana Consuelito Hidalgo, con la que se relacionó a Joselito durante algún tiempo, y trasteó bien en un principio hasta que el bicho, incierto y humillado, hizo por él en un par de ocasiones. Poco brillo hubo, indultando de la quema cierto pase cambiándose la muleta por la espalda. Tras intervenir el peonaje pinchó yéndose, dejó media estocada atravesada y delanterita y descabelló al tercer viaje. Los parroquianos se enfadaron con él.
Adorno de Rafael. |
José intentó veroniquear al quinto pero el toro anduvo remiso. Cuatro varas y ofreció los palos a sus compañeros. Saleri dejó medio cuarteando y los hermanos, tras adornarse, dos primorosos y fuertemente ovacionados, prendiendo primero José y, a la salida, aprovechó Rafael. El usía denegó a Gallito otro par. Brindó a unos amigos y tras uno cambiado dibujó tres naturales marca de la casa, uno ayudado por bajo y redujo espacios entre él y la bestia parándose en la cara. Siguieron uno de pecho rodilla en tierra, otro ayudado, un natural, otro con la derecha y, tan metido estaba el público en la faena, que no quería que entrase a matar una vez perfilado. Depuso su actitud y dio un molinete superior, cuatro con la derecha variados y se colocó de espaldas a la res en señal de desprecio. Pinchó el de Gelves citando con firmeza a recibir y hubo más pases para borrar el yerro. Por fin agarró una estocada hasta la bola refrendada con un intento con la puntilla. Grandes muestras de agrado y oreja.
Saleri II rodilla en tierra. |
Joselito, que en muchos pasajes ejerció de director de lidia ante la inhibición de Rafael, abandonó el coso en volandas de la afición.
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