miércoles, 27 de noviembre de 2019

RAFAEL EN EL MAYO MADRILEÑO DE 1915

A continuación se ofrece la reflexión de Marcelino Álvarez ‘Marcelo’ sobre las actuaciones de Rafael en el abono madrileño del mes de mayo de 1915. Aparecen en su libro Arte y dominio: las grandes ferias. Madrid en mayo.

Tiene su apodo popular y de abolengo y, sin embargo, todo el mundo le llama Rafael.

 
Parece que nombrándosele así resalta más su figura artística y se le da más relieve a su arte afiligranado, a la pureza de la ejecución, a la genialidad del artista.

Rafael es hoy el torero consagrado, el maestro. Sobre la candente arena luchan su hermano. Belmonte, Vicente y algunos otros; todos tienen partidarios y enemigos. A Rafael no se le discute; todo el mundo siente veneración por su arte; y cuando el torero se apresta a desarrollar una de esas sugestivas faenas de muleta, de las que tiene el secreto, los espectadores experimentan una sacudida de placer y siguen embebidos, extasiados, los mil lances caprichosos y espontáneos de la ejecución inspirada del maestro.

Las ovaciones que a Rafael se le prodigan no son parecidas a ninguna. Su popularidad es general, grande, máxima.

 El gran torero recoge hoy el fruto de su labor escabrosa desarrollada en años anteriores, cuando los enemigos le brotaban como erupción cutánea .

Hoy, tan torero como ayer y tan genial como siempre, continúa con su muleta sembrando ma ravillas y en las Plazas sigue laborando a toda máquina en la cimentación de su crédito.

Decrépito, pobre de naturaleza, sin facultades en las piernas y de enfermiza constitución, lucha con el toro y sólo sabe de la vida que si una tarde está mal, lo vuelven loco a pitazos, y que si torea a gusto, las palmas se oyen desde Madrid en los almacenes de las grandes fábricas de Cataluña.

 Rafael Gómez el Oallo es un revolucionario del arte de torear. Rafael ha logrado con las bellezas de su inspirada ejecución demostrar a los enemigos de la fiesta española, de esa fiesta sugestiva y matizada de primores valerosos, que el toreo es arte; arte elevado a la quinta esencia cuando el hijo del inolvidable Fernando se dirige al toro dispuesto a manejar la franela con esa salsa única, nativa y extraordinaria, de la que es dueño absoluto.

Rafael es un fenómeno con la muleta en la mano y hace con ella verdaderas locuras artísticas, incomprensibles para los que no han tenido la fortuna de verlas, e inenarrables para los que tienen la sagrada obligación de comunicar al público lo que en la Plaza ha pasado.

Esas grandiosas faenas del inimitable maestra nunca tienen en la Prensa la expresión fiel de su verdadero valor, porque es difícil seguir paso a paso las filigranas que el torero pone sobre el tapete en cinco minutos, cuando erguido y en la plenitud de su dominio abre cátedra. Los más entusiastas partidarios de su toreo, yo por ejemplo, sufren y padecen lo indecible cuando sobre las .cuartillas tienen que dar forma a lo que el torero ha hecho.

A mí me entusiasma las tardes felices del artista y me salgo a tomar una cerveza a los pasillos cuando aprecio que va decidido a estropearle la tirilla al enemigo.

Es genial Rafael, ¡qué duda cabe!; pero es un torero enorme, que hace olvidar en unos momentos las amarguras pasadas.

Pero en estas cinco corridas ha tenido al público de uñas, y en verdad que no hubo siempre razón para ello, porque con la muleta estuvo valiente, maestro, decidido, a pesar de tener la desgracia de tropezar con enemigos poco francos.

Es que el público espera siempre de él la gran Jaena, y cuando no puede hacerla, su contrariedad la manifiesta con expresivas demostraciones, más severas que con otro cualquiera; pero le quieren tanto, que al aplaudir también son pródigos con arrogancia.


Yo no sé más, con relación a este torero, que unas veces por bueno y otras por malo, siempre se habla de él y siempre concluyen todos por recordar tal o cual faena de esas que él solo ejecuta y en las que aparece el arte del toreo en todo su esplendor.

domingo, 24 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (Y VI)

Con este apunte llegamos al final de la serie firmada por Carlos Ruano Llopis que ha ilustrado las palabras de Ángel Hernáiz extraídas de su obra 'La última corrida de Joselito".



"Todos, toreros y dependencia, conducen el cuerpo maltrecho del valiente lidiador a la enfermería. En el camino solicita trabajosamente el herido que avisen al Dr. Mascarell, mientras en el ruedo Sánchez Mejías requiere los trastos para terminar con el toro".

miércoles, 20 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (V)

Quinto de los apuntes firmados por Ruano Llopis sobre la tragedia de Talavera...






"...donde quedó encogido sobre el lado izquierdo. Se revuelve el astado sobre el bulto, y José, en el suelo, donde estaba, se tapa la cabeza con las manos, pero ya están todos al quite y se llevan al toro.
Es entonces cuando Joselito trató de incorporarse sobre las rodillas, llevándose ambas manos al sitio de la herida, por donde se ve asomar algo sanguinolento..."

(Ángel Hernáiz en 'La última corrida de Joselito')

domingo, 17 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (IV)

Sigue el relato de Ángel Hernáiz ilustrando la imagen de Ruano Llopis sobre la tragedia de Talavera...



"Aun cuando todo fue momentáneo, se vio que al derrotar en alto el toro, cedió el cuerpo del hombre, que doblándose por el vientre sobre el pitón derecho, quedó así unos instantes, girando luego sobre el cuerno y cayendo de cabeza a la arena..."

miércoles, 13 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (III)

Sigamos con el relato de Ángel Hernáiz que ilustra el apunte de Ruano. 


"...se le arrancó Bailaor con la velocidad de un expreso, y dándole solo tiempo a Joselito para adelantar la muleta, que tiene en la mano derecha, se llevó en la brusca acometida el cuerpo del infeliz torero, suspendido por la parte media del muslo derecho, sobre el pitón izquierdo".

domingo, 10 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (II)

Veamos cómo cuenta Ángel Herráiz en 'La última corrida de Joselito' lo que refleja el apunte de Carlos Ruano Llopis:



"Sigue la faena laboriosamente, con pases de tirón sobre la mano izquierda para sacar al toro de la querencia de un caballo, muerto junto a los tableros del uno, y cuando lo tiene conseguido, y a tiempo que el espada, que ha dado un paso atrás, se dispone bien a mudarse de mano la muleta o a desdoblarla, pues quedó pegada en el último pase (fue tan rápido todo, que nadie pudo precisarlo bien)..."

miércoles, 6 de noviembre de 2019

RUANO LLOPIS RECREA LA COGIDA MORTAL DE JOSELITO (I)

El pintor alicantino Carlos Ruano Llopis recreó en seis apuntes, que posteriormente se editaron en postales, la cornada mortal de Joselito en Talavera. Para acompañar los dibujos recurrimos a las palabras de Ángel Hernáiz autor del libro 'La última corrida de Joselito'.


"Cambiado el tercio, comenzó Joselito con unos pases desconfiados con la derecha, y como el toro le achucha y desparrama la vista, se muda la muleta de mano y ordena a los peones que se aparten. Entonces se escucha por última vez la juvenil voz de José para gritar cariñoso a su cuñado: "¡Quítate Enrique, que está el toro contigo!".



domingo, 3 de noviembre de 2019

JOSELITO VISTO POR WALDO FRANK

Waldo Frank
Waldo Frank (1889-1967) fue un escritor, intelectual y activista político estadounidense, que viajó por España y que, como tantos compatriotas, se sintió subyugado por la historia y la cultura hispana.

En su obra de carácter ensayístico Virgin Spain (1926) le dedica numerosas páginas a la tauromaquia, y expone su opinión sobre Joselito. Conviene precisar que se trata de una imagen meramente libresca, pues Frank visitó por primera vez España en 1921, cuando el diestro ya había fallecido.


Era un clásico apolíneo. Dominaba el toro más con la razón que con hipnótico poder, y toreaba con tal  aplomo y con tal frialdad que la enfurecida bestia se dulcificaba y se convertía en un sumiso enemigo. En Joselito no había ostentación sino exactitud; pero una vez que dominaba a su contrario, su arte se hacía decorativo. Cuando murió, España perdió, si no el más emocionante, el más exquisito de sus danzarines trágicos.