domingo, 29 de diciembre de 2013

LOS GALLO EN EL ALMANAQUE BAILLY-BAILLIERE

El Almanaque Bailly-Bailliere, subtitulado “pequeña enciclopedia popular de la vida práctica”, vio la luz entre 1.895 y 1.937. Era una publicación voluminosa, de entre 300 y 500 páginas, en las que se incluían artículos de divulgación sobre historia, geografía, literatura, gramática... y tauromaquia. El almanaque era un compendio de informaciones generales y de noticias curiosas, acompañadas de centenares de grabados, fotografías, retratos y dibujos y que, además, fue un anticipo del popular Calendario zaragozano en cuanto a predicciones meteorológicas. Asimismo, incluyó una guía de Madrid, planos y mapas, y numerosa publicidad comercial. Nació bajo la dirección literaria de Eugenio Ochoa. Al final de cada edición incluye un índice de materias.

La edición de 1.914 dedica, en las páginas taurinas, especial atención a los grandes matadores de toros. Así lo justifica: “En nuestro deseo de vulgarizar cuanto a la fiesta española se refiere, ya que en aneriores ALMANAQUES ofrecimos al lector algunos datos referentes a la historia del toreo y principales ganaderías, continuamos nuestra labor presentando los más famosos matadores de toros desde los comienzos de la fiesta. En años sucesivos publicaremos los referentes a banderilleros y picadoress, y de este modo el aficionado llegará a reunir una brevísima y compendiada narración de cuanto concierne a esta popularísima fiesta, única que, por su arrgancia y gallardía, lejos de decaer, aumenta, hasta el pun to de ser ya familiar en casi toda la América Española”.

Tres Gallo aparecen referenciados: el señor Fernando y sus hijos Rafael y José. 

FERNANDO GÓMEZ “EL GALLO” (1849-1897)

Matador deficiente, pero maestro cnsumado en todo lo restante de la lidia. Luchó cn denuedo al lado de las trandes figuras de la tauromaquia y mantuvo su cartel, haciéndose el necesario en las combinaciones. Nació En Sevilla el 18 de agosto de 1840 (sic). Recibió la alternativa en Sevilla de manos de Bocanegra el 16 de abril de 1876. Confirmó en Madrid su alternativa el 4 de abril de 1880, actuando de padrino Francisco Arjona Reyes (Currito), que le cedió el toro Coleto, de D. Vicente Martínez. Fue tan entusiasta de su Arte, que enseñó a torear a sus hijos Rafael y Fernando, y todos los banderilleros que pertenecieron a su cuadrilla salieron notabilidades. Retirado del toreo, murió en Gelves (Sevilla) el 2 de agosto de 1897. Practicó con gran lucimiento toda clase de suertes de capa, y el quiebro de rodillas no tuvo rival

RAFAEL GÓMEZ “EL GALLO” (1882)

También es hijo de Madrid este torero, aunque su abolengo sea netamente sevillano. Es el hijo mayor del maestro Fernando, del cual recibió las primeras lecciones. Como matador de novillos se presentó en Madrid el 15 de mayo de 1899. Rafael Molina (Lagartijo el Chico) le dio la alternativa en Madrid el 20 de Marzo de 1904, cediéndole el toro Barbero, de Veragua. Durante varios años fue excluído del cartel del abono madrileño, al que ha vuelto merced a unas buenas campañas en provincias. Como estoqueador resulta deficiente su trabajo; en cambio como torero es el primero de su época

JOSÉ GÓMEZ “GALLITO” (1895)

Es el hijo menor de Fernando Gómez (el Gallo), y no bostante el escaso tiempo que lleva como matador de toros, le incluimos entre los grandes toreros porque sus especialísimas condiciones, su serenidad ante las reses y, lo que es más de admirar, dada su juventud, el conocimiento del Arte, le hacen digno  de tal honor. Toreó desde muy niño, estoqueando becerros, y no se presentó en Madrid hasta figurar como matador de novillos. Recibió la alternativa en Sevilla, el 28 de septiembre de 1912, cediéndole su hermano Rafael el toro Caballero, de Moreno Santamaría. Confirmó en Madrid su alternativa el 1º de octubre del mismo año. Maneja la capa con habilidad, pone banderillas con inimitable maestría, y es de artista consum
ado su labor con la muleta. Le duran poco los toros. Es el torero del porvenir.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

RAFAEL Y EL CARTUCHO DE PESCADO

Manolo Caracol.

Manolo Caracol, refiere en una conservación grabada, con su particular manera de contar las cosas, una anécdota protagonizada, involuntariamente, por Rafael el Gallo. Para escucharla de su voz, pulsar en el siguiente título:


·Eso me recuerda una anécdota que me contaba a mí mi abuelo de un partidario muy grande que tenía Rafael el Gallo que se llamaba el Cojo de Retamar. Tenía mucha gracia y la familia de los Gallo lo tenían en su casa. Un día de invierno, que estaba lloviendo mucho y en la Alameda de Hércules había una cantidad horrorosa de charcos, lo mandaron a por pescado frito: “Cojo, vete a por pescado frito”

Rafael El Gallo.
Entonces había unos cartuchos y venía el hombre con ellos en la mano. Unos aficionados jóvenes se lo encontraron, como sabían que era partidario de Rafael, le dijeron: “Rafael El Gallo no vale nada. El que vale es Belmonte”. Y puso el oído y les dijo: Muchachos, ¿qué estáis hablando? ¿Ustedes habéis visto torear a Rafael El Gallo con el capote? ¿Ustedes lo habéis visto hincarse con las dos rodillas en el suelo?” Con la mala suerte, metió las rodillas en dos charcos y se las mojó. Continuó: “¿Ustedes le habéis visto dar la larga cambiada?”. Hizo la acción y sin darse cuenta de lo que llevaba en las manos los pedazos de pescado frito llegaron de verdad a Triana.

domingo, 22 de diciembre de 2013

CARTEL PUBLICITARIO CON LOS GALLO

José y Rafael tomando unas copas.
Andrés de Miguel ha enviado este cartel para su publicación.

El anuncio publicitario representa a los dos hermanos Gallo, Rafael y José, en color y sentados cómodamente en un café con sendas botellas de bebida: anís Los dos Gallitos y licor Olympia. Ambos están tocados con los típicos sombreros y vestidos de dulce, como corresponde a su condición de figuras del toreo. Al fondo otros parroquianos cuyas figuras, en un solo color con varios tonos, resaltan las de nuestros protagonistas. En la parte donde hay una raspadura el texto que falta decía: "Anisados, licores y jarabes J. Prohens Sanz, Grao (Valencia)"

La obra está firmada por E. Pastor, reputado publicista de principios del siglo XX que apostó por el costumbrismo. Entre otras realizó obras para anunciar el anís La Valenciana elaborado por la Gran Destilería La Industrial Realense, de Real de Montroy (Valencia) o naranjas El Miguelete.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

JOSÉ Y FERNANDO, DOS GALLOS EN LA INAUGURACIÓN DE LA TEMPORADA MADRILEÑA DE 1882

Fernando Gómez El Gallo
José Gómez Gallito.

José Gómez Gallito, como banderillero, y Fernando Gómez El Gallo, como matador, tomaron parte en el festejo inaugural de la temporada madrileña de 1.882 celebrado el 9 de abril. Presidió el primer teniente de Alcalde consitucional Francisco Martínez Brau en presencia de los Reyes de España. La plaza estaba adornada con colgaduras y se corrieron toros de Manuel Bañuelos y Salcedo.

José, que actuó a las órdenes de Rafael Molina Lagartijo, pareó a Tintorero, el que abrió plaza, como reza en Boletín de Loterías y Toros aparecido el martes 11: “...colgó medio par chinesco al cuarteo, y otro medio a media vuelta”. El diestro cordobés escuchó división a la muerte de su enemigo y pitos en el siguiente, dado que tuvo que despachar al segundo, Zapatero, que le infirió una cogida en el lado derecho a Cara-ancha.

Lagartijo.
Para Fernando fue Atrevido, el tercero, “retinto carinegro, bien armado, blando y huido. Los piqueros de reserva, Colita y Bartolesi, tentaron cuatro veces, siendo dos del primero, la una baja y las otras dos muy bajas, con otros tantos marronazos de Emilio que cae y pierde el alazán.
Los clarines anuncian la suerte de palos y Cuatrodedos y Galindo salen a cumplimenarla, colgando Diego dos pares al cuarteo, uno de llos de cintas y plumas, después de una salida falsa, y el compañero, también con salida de mentirijilla, otro par de las chinescas y cuarteando.
Gallo, de verde manzana y oro, toma los trastos de matar, y brindando a la presidencia y dirigiéndose a su adversario, le da un buen cambio, y tras tres pases naturales y dos de telón, se tira el chico, resultando una corta y buena estocada arrancando, que hizo que se acostara el bicho para que La Pasera acertara a la segunda.
Se nos olvidaba decir que el matador dio a este toro cuatro verónicas regulares”.

Barbero era el nombre del cuarto. Le correspondió a Lagartijo y Gallo cayó ante él al resbalar, quitando con presteza Mariano y el propio Lagartijo. Gallito puso un par “desigual y chinesco cuarteando”. 
Por Corucho atendía el quinto y a su muerte el gran Rafael Molina fue pitado.



En último lugar saltó al ruedo Cabrero, “de pelo castaño, de pies ligeros y de armas bien puestas. Blando y voluntario tomó cuatro varas, dos de ellas bajas de Colita y tres de Bartolesi, rompiendo en una el palo.
Cara-ancha.
Galindo puso un par de banderolas al cuarteo y otro a media vuelta, y Cuatro-dedos medio al relance y otro a media vuelta. La cuadrilla y los chicos anduvieron de cabeza, así como Juan Molina, tras el que saltó el toro por el 6. El presidente tocó algo pronto a banderillas.
El Gallo dio un pinchazo sin meterse y tomando el olivo, otro en el testuz al revueldo, tirando el trapo y saltando al callejón el diestro, y un honda y delantera a volapié, volviendo la cara; una corta y baja l o mismo y una bajísima, sin soltar, andando.
El espada dio 16 pases, y una vez al querer hacer humillar al toro, fue perseguido de cerca por éste”.

En el resumen dice que “El Gallo en su primero dio un buen cambio e hirió bien, en los otros pases regular, y en el capeo lo mismo. En el último el toro se apoderó de toda la cuadrilla y el espada quedó muy mal”. En quites Lagartijo y Gallo “han estado buenos y oportunos, si bien Fernando dejó el capote tres o cuatro veces”.

Y con el resumen estadístico del espectáculo finaliza la crónica: “Varas a los toros, 42; caídas de picadores, 7; caballos muertos, 8; pares de palos, 14; medios pares, 6; pases de muleta, 74; estocadas y pinchazos, 13”.

domingo, 15 de diciembre de 2013

EL HEREDERO DE GALLITO

La revista madrileña Pan y Toros publicó en el número 54, de 12 de abril de 1897, un interesante artículo firmado por Don Cecilia en el que daba las primeras impresiones sobre el Divino Calvo, que por esa época había debutado ante el público. La publicación, cuya sede estaba en la calle Chinchilla, 7 bajo, tenía dos directores: Leopoldo López de Saá se encargaba de la parte literaria y F. Navarrete y Sierra de la artística.


Rafael Gómez Gallito en 1.897.
No cabe duda alguna de que heredar la profesión de nuestro mayores es una de las mejores herencias. El médico o abogado que hereda la clientela de su antecesor, el comerciante cuya razón social sigue en la plaza con el nombre de sus antepasados, como garantía más completa para el negocio, el industrial, el literato, el cómico y hasta el torero, tienen con la herencia de la profesión, una base de gran solidez para el progreso de sus futuros ejercicios.

En esto se nota, más que en ninguna otra profesión, esta influencia hereditaria. Las figuras más salientes del toreo han heredado las cualidades buenas y hasta los defectos se han visto de relieve en su oficio. De Curro Guillen, descendía Cúchares y Manolo Arjona; de éstos, Currito y Buitrago; Redondo era sobrino de Montes; Lagartijo, hijo del Niño de Dios; el Gordito, hermano de José y Manuel Carmona; el Gallito, hermano de José Gómez, famoso banderillero de Lagartijo, y ¿para qué más? En el barrio de Santa María, de Cádiz, vivió muchos años la señá Gabriela, la cual llevó en su seno una escuela de tauromaquia (según un ingenioso dicho del barrio), pues fue madre de los Lavi, Francisco Ortega (el Cuco), Manuel Ortega (el Lillo), Enrique Ortega, Antonio Ortega (el Marinero) y el célebre José Ponce, y de otros que no lelgaron a brillar en el arte como los ya citados; poderosa razón es esta para que el joven que ligeramente se biografía, y que es nieto de esa señá Gabriela y el mayor de los hijos del célebre matador de toros Fernando Gómez El Gallito así es, que tanto por la línea materna como la paterna, Rafael Gómez decimos, lleve la sangre torera. Desde muy niño, pues apenas contaba siete años, toreaba Rafael de salón de manera magistral, causando la admiración a todos los que acudían a la huerta de su padre a verle ejecutar las más difíciles suertes del toreo, encontrándose en él una gran decisión para torear las reses bravas que encerraba su padre para ejercitarse en los meses de descanso, consiguiendo ejecutar los quiebros con limpieza.

Muchos aficionados, amigos de Fernando que acudieron a verle torear a la huerta y a la plaza que tiene Reverte en Alcalá del Río, aconsejáronle que lo dedicara al arte, resistiéndose aquél bastante, pues todo el que conoce al Gallo sabe la pasión que tiene por sus hijos, por lo que siempre estuvo indeciso, pues su gusto hubiese sido dedicarlo a una carrera donde su vida no tuviese la constante exposición que tiene con los toros. 

Rafael ha recibido de su padre muchas lecciones; de él ha oído explicar el toreo, sistema desconocido en los maestros del arte de Montes, quienes enseñaban únicamente en los momentos de practicarlo; pero Fernando Gómez ha tenido el don de saber muy bien hablar de toros y exponer con gran claridad el modo de ejecutar las suertes con todas las reglas del arte.

En resumen, Rafael Gómez promete ser mucho, cuenta ahora unos dieciséis años, es arrojado como lo justifica su debut en la plaza de Valencia, a pesar de lo impresionado que estaba al torear por vez primera ante un numeroso público; es muy simpático y tiene una buena estatura, ejecuta los cambios con gran soltura y limpieza, su toreo es muy adornado, notándose la tendencia de seguir la escuela sevillana, legítima herencia de su padre, el que sin disputa ha sido en ella uno de sus más notables continuadores y hoy su indiscutible maestro.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

SILENCIO POR UN TORERO (II)

Antonio Burgos, autor del artículo
El compositor Rafael de León
El escritor Antonio Burgos publicó el pasado 23 de septiembre en su sección de ABC el artículo titulado De El Toruño a Talavera en el que aclara cómo se gestó realmente Silencio por un torero y cómo pasó de estar dedicada al caballero rejoneador Salvador Guardiola a glosar la desaparición de El Rey de los toreros.  


  El diestro Salvador Távora Triano, que había comenzado como aficionado con el gaditano José Manteca y con el camero Curro Romero, mató su último toro el 21 de mayo de 1960 en Palma de Mallorca. Se llamaba "Farruco". Era del hierro de Manuel Muñoz. Minutos antes, ese toro, al recibir el rejón de muerte, había descabalgado al caballero en plaza don Salvador Guardiola Domínguez, quien al caer de su jaca "Calé" se rompió la base del cráneo. Abría plaza en el cartel con Luis Segura, José Julio y Joselito Clavel. Guardiola era el primer rejoneador muerto en una plaza. De una familia marcada por el sino de la tragedia, con un hermano asesinado al impedir que unos pistoleros atracaran a su padre y con otra hermana chica muerta abrasada en un fuego en El Pinganillo, era todo un caballero, un gran señor del campo andaluz y el toro bravo. Al modo de don Álvaro Domecq, había cogido el caballo y los rejones para destinar el dinero de sus actuaciones a obras benéficas: a las Hermanas de la Cruz de Utrera. Empezó a torear en 1956 y llevaba a Salvador Távora como sobresaliente de espadas. Y le toco a Távora la dura y amarga prueba de tener que estoquear al toro que acababa de descabalgar mortalmente a su caballero.
Salvador Távora personaje de esta historia

 De luces o en los teatros, Távora fue siempre un artista. De aquella tarde escribió un impresionante poema de arte mayor: "El último rejón". Y se cortó la coleta para guardarle el luto a Salvador. Y como cantaba divinamente, con Manolo Sanlúcar y Paco el Taranto formó "Los Tarantos", a los que contrató Juanita Reina para su espectáculo. Conoció así Távora a Rafael de León, que con Quiroga le estaba escribiendo a Juanita el nuevo espectáculo. Y le leyó Salvador a Rafael su poema. Fue entonces cuando al genial letrista se le ocurrió dedicar una canción a la muerte de Guardiola para la función "Olé con óle", cuyo estreno preparaban. Rafael, tan sobrado, escribió una copla, "Silencio por un caballero", a la que Quiroga puso música. Empezaba: "Aquella tarde Sevilla/se puso toda amarilla..."

A Távora la copla le impresionó. Y se la llevaron a doña María Luis Domínguez y Pérez de Vargas, la matriarca de la Casa Guardiola, para pedirle su venia. No le gustó nada la idea. No quiso que la muerte de su hijo anduviese en coplas por teatros y radios de cretona. Y fue entonces cuando, en menos de horas veinticuatro, a Rafael de León se le ocurrió una de sus genialidades: para aprovechar el cuplé, cambiarlo de destinatario con sólo tres retoques magistrales. El "Silencio por un caballero" se convirtió así en "Silencio por un torero", siendo ese torero el muy macareno, como Juanita, José Gómez Ortega.

Salvador Guardiola Domínguez
Joselito
Y donde Rafael de León había escrito "Silencio el patio y la fuente/que está de cuerpo presente/un señor y un caballero", puso: "Que está de cuerpo presente/el mejor de los toreros". Y donde: "Parece que está dormío, Dios mío,/con un rejón en la mano/y el Guadalquivir, su río, teñío,/con sangre de toros bravos"... Puso: "Parece que está dormío, Dios mío,/en su capote de brega,/y por Gelves viene el río, teñío,/con sangre de los Ortega". El final era: "Y Sevilla, enloquecía,/repetía a todas horas/que un toro mató en el ruedo,/que un toro mató en el ruedo/a Salvador Guardiola." Y ya saben cómo quedó: "Y Sevilla, enloquecía,/ repetìa a voz en grito:/pá qué quiero mi alegría,/ pá que quiero mi alegría/si se ha muerto Joselito".

Grandeza de la Fiesta, de la canción, de un poeta... Grandeza del artista que lo inspiró al leerle sus versos de "El último rejón". La magia de la poesía había transformado a Palma en Talavera, y llevado la muerte a punta de capote desde El Toruño a la Huerta del Lavadero. No sabía Doña María Luisa Domínguez en la vieja casa del Conde de Aguiar en la Puerta Jerez, la de la paleta de pintor en su reloj de sol, que gracias a su negativa de luto, las radios de cretona iban a cantar una de las más hermosas coplas toreras. El 11 de octubre de 1962, en Málaga, cuando Juanita Reina estrenó "Silencio por un torero", el Teatro Cervantes se venía abajo.

domingo, 8 de diciembre de 2013

EL DIVINO CALVO

La portada del folleto.
La biblioteca de El Clarín publicó en la década de los veinte, con motivo de uno de los innumerables retornos a los ruedos de Rafael, el folleto El Divino Calvo, subtitulado Historia, vida y milagros de este genial torero. Cada ejemplar se vendía en su momento a 20 céntimos y como nota más destacada está el concepto que el mayor de los Gómez tenía sobre la colocación que reproduciremos en otra entrada . El resto no pasa de una repetición de archisabidos datos biográficos.

En la portada hay un interesante apunte de Ruano Llopis y en el interior fotos de los progenitores de la saga, de Rafael y Pastora y una caricatura de la espantá.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

JOSELITO Y BENLLIURE

La portada.
El Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals editó en 2.012 la obra Joselito y Benlliure, subtitulada Memoria histórico-artística y restauración del modelo original en yeso para el monumento funerario al torero José Gómez Ortega "Joselito" de Mariano Benlliure Gil, realizado entre 1920 y 1926. El libro tiene un marcado carácter técnico y además de explicar el proceso de restauración de la obra en cuestión, que actualmente se expone en el Museo de Bellas Artes de Valencia, va más allá refiriendo la recuperación de otros bocetos originales de Benlliure.

En la primera parte se plasma la figura de Joselito desde el punto de vista taurino y social. Lamentablemente hay fallos garrafales ya que la catedrática Violeta Montoliu, encargada de glosar la importancia del Rey de los Toreros, confunde a Enrique Berenguer Blanquet con Manuel Blanco Blanquito y afirma que en la corrida de la alternativa actuó como tercer espada José Gárate Limeño en lugar de Antonio Pazos. 

El mayor interés de esta publicación coral de 80 páginas estriba en las referencias a obras anteriores en las que se recogen opiniones de don Mariano y cómo concibió el extraordinario monumento funerario. También se cuenta el porqué del traslado de la copia en yeso desde Madrid a la ciudad del Turia y una serie de vicisitudes que a buen seguro interesarán a los gallistas. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

CARICATURA DE JOSELITO SOLDADO

V. Ibáñez publicó en el número extraordinario de La Lidia Taurina de 1 de enero de 1.917 una caricatura a propósito de la jura de bandera de Joselito. En ella aparece el de Gelves en doble actitud: mientras con la diestra saluda militarmente con la siniestra cita a un invisible toro.

El acto castrense, como ya apareció en un artículo de LGT, se verificó el 2 de enero en el cuartel de Ingenieros de Sevilla.