miércoles, 28 de enero de 2015

LUIS URIARTE ENJUICIA A JOSELITO

Portada de la obra.
Siguiendo con ‘Figurones taurómacos’ y la opinión de Luis Uriarte sobre los toreros de 1.917, este es el juicio que hace, medio en broma, medio en serio, de Joselito.


EN BROMA

José Miguel Isidro del Sagrado Corazón de Jesús Gómez y Ortega nació... «donde» el señor Manuel Domínguez, en Gelves. ¡Y que el niño no se vanagloria de la coincidencia!

Es pariente de infinidad de coletudos. Hasta su abuela «le habló» tres años a José Redondo, de modo que casi casi... ¡nieto del Chiclanero!

Apenas sabía tenerse de pie y ya era el pasmo de los chavalillos de la Alameda de Hércules y sus alrededores. Los días que no tenía ganas de ir a la escuela, que debían de ser los más, hacía novillos, dedicándose a jugar al toro, a cuyo arte rendía mayor admiración y era más aficionado que a las engorrosas cuentas y a la enrevesada y árida gramática. De aquella época datan sus ínfulas de sabidillo y mandarín. ¡Como que allá no había más gallito que él!

Tamaña inclinación siente hacia todo lo que pueda trascender a cuernos, que se pirra por las mujeres, siquiera sea por aquello de que fabrican y fabricarán eternamente cornudos. ¡Flaquezas que tienen los hombres!

Aunque por razones de abolengo se deja entender que debe apodarse Gallito, o, si se quiere, Joselito el Gallo, se le han aplicado los sobrenombres de Maravilla, Sabio, Emperador, Magno, etcétera, etc.; pero ninguno cuajó tanto como el pomposo y altisonante de Papa Rey, símbolo representativo de la dignidad que ostenta en los taurios nacionales.

La solemne ceremonia de la consagración se celebró allá por los primeros días del mes de Julio de 1914. Cuentan las crónicas de la ocasión de marras, la más alta que vieron los siglos, que al ser ungido Joselito, con óleo procedente de los olivares del dios Tauro, las cenizas de San Pedro, San Lino y San Anacleto se extremecieron en sus tumbas, y los huesos de Montes, Cayetano y Lagartijo se estrecharon en sus féretros... ¡Lo dijo Don Modesto, y punto redondo!

Bien pudo asimismo acordarse de Santa Coleta, la célebre y austera monja clarisa, y de San Lucas  el famoso evangelista... ¿Qué habrán dicho ellos, taurómacos de pura cepa, al verse injustamente omitidos en aquellas invenciones galanas hiperbólicas y traviesas?

EN SERIO

Así como Machaquito era un caso clínico de vergüenza torera, Joselito lo es de precocidad tauromáquica. Esta «rara avis» hoy es el torero-cumbre; representa un período interesantísimo, de cuyo parangón con el transcurrido mientras actuó Guerrita, colegimos que la historia gusta de repetir sus anales.

Caricatura de Joselito que encabeza
el juicio.
Cuando Guerrita llegó a la cúspide altísima y gloriosa del toreo, esa cima inaccesible para los menguados de ánimo y desmedrados de aptitudes, adonde sólo abordan, y muy de tarde en tarde, los elegidos; cuando asentó firmemente su planta en los más audaces picachos, hollando crestas vírgenes hasta entonces de pisaduras; cuando fué despeñando uno tras otro a los temerarios que pretendieron, con osadía rayana en desatinada locura, llegar a él y suplantarle; cuando, en fin, ya nadie le disputaba el derecho a tener su morada entre nidos de águilas, cerca del cielo, el pueblo, el populacho imbécil que le había prestado alientos con atronadores aplausos, se amotinó contra el ídolo, que tan encumbrado se hallaba, y a pedradas le hubiera precipitado en el abismo si el artista, barruntando el inminente peligro, no se hubiera retirado muy a tiempo.

Todo, todo vuelve: también se han tramado en la sombra conjuraciones contra Gallito, y ya se han percibido algunos gritos de odio, que concitan al motín y ya empezaron a subir los rebeldes, con intenciones dañinas, felonas y alevosas, por la escarpada senda que conduce a la soberbia mansión del excelso artista, y las primeras piedras han rebotado cerca de sus pies...

Como torero. Gallito es acaso el más largo de cuantos en el mundo han sido; y si perfeccionare su estilo de matar, sería también el más completo. Con la capa y con la muleta, domina increíblemente a toda clase de toros; es portentoso banderillero, sin rival ni en los tiempos pasados ni en los presentes; y estoqueador... muy deficiente las más de las veces, aunque algunas haya demostrado que conoce a la perfección las diferentes suertes de matar. Pero... ¡le da una guerra la manita!

Una contra muy grande lleva: no sabe ganar amigos, sino espantarlos...

domingo, 25 de enero de 2015

RAFAEL EN LA OPINIÓN DE LUIS URIARTE

El autor en una imagen del libro.
‘Figurones taurómacos’ es el libro que firmó el escritor Luis Uriarte en abril de 1.917. En él da su opinión, en broma y en serio, sobre los 27 diestros más destacados del momento. Y no podía faltar Rafael El Gallo, claro está...


EN BROMA

Ningún torero se presta como el Gallo a ser caricaturado pintorescamente; sin embargo, los puntos de mi estilogràfica reculan con temerosa indecisión, pues no aciertan a discernir entre la cuchuñeta y la seriedad. Lo que resulta jocoso en otros, en Rafael es melancolía, sentimentalismo, tristeza: es humanidad; lo grave, lo sentado, lo formal de Rafael, todo puede ser tomado a chacota.

Don Pío nos contó hace tiempo, en un libro admirable, que había simpatizado con el Gallo porque dice «dir», en lugar de ir, y no usa tirilla ni corbata; y Tomás Borrás, en una crónica no menos admirable, nos habló del meridionalismo y del pintoresquismo del torero gitano, de su decantado valor o miedo, según los auspicios, y de que aún gasta camisa con chorreras y no ahorra dinero, ni ciencia, ni salud.

Rafael nació torero: su ciencia y su arte son dones infusos. A los cuatro años, alternando con chavales de condición semejante a la suya, toreaba ya en las importantísimas plazas del Matute, Antón Martín, Santa Ana y otras, empecatadamente aliñado con un chaleco de luces de su padre, quien más de una vez babeó de satisfacción al contemplarle de tal guisa y apostura
.
Es el mejor y el peor. ¡El divino calvo y el calvo de la espantá! Como él mismo dice, si el toro embiste bien, güeno; y si no... Eso de las espantás es mieo, pajolero mieo...
No entiende casi nada de nada que no sea cuestión de toros; pero en esta materia no hay quien le dé un picotazo en la cresta. Es también aficionado a los caballos, a los gallos y a la caza y apasionado en grado sumo del tabaco. 

Ha sido factor activo en varias aventurillas amorosas, y al fin se gastó a sí mismo la pesada broma de casarse. ¿Quién no conoce los sainetescos amores o amoríos del Gallo con Pastora, la castiza y gentil bailarina?

¡Ahí De la media docena de cicatrices anotadas en su boletín sanitario, dos fueron causadas por arma blanca, no por asta de toro: en cierta ocasión, al ser cogido y volteado, se atravesó un muslo con el estoque; y en otra, al dar una espantada, se pinchó en el cogote, y menos mal que la cosa no pasó de un intento de descabello...
Rafael caricaturizado en la obra.

EN SERIO

Rafael Gómez es el torero artista por excelencia: su toreo es la estética de la tauromaquia. Ejecuta con reposo, con desgaire, mostrando su prestancia; es elegante y grácil en el movimiento, plástico y armonioso en la línea; clásico y fastuoso en el estilo; y atrevido en la innovación. Lleva en sí la garbosa chulería de los madroños, la molicie lánguida y desidiosa del desierto y la gallardía y altivez del Guadalquivir.

Para explicar sus desigualdades, se le ha tildado de supersticioso, acaso infundadamente. Verdad que algunas pintas de toros las tiene atascadas entre ceja y ceja; pero no porque crea en agüeros y supercherías, sino porque conoce los diversos pelos de las ganaderías y sabe qué toros suelen resultar buenos y cuáles malos.

Se deja dominar fácilmente por el miedo, habiéndose dado el caso, allá cuando yacía postergado y carcomido por la usura, de que se haya negado a matar un toro después de habérselo brindado a todo un señor capitán general. Por aquel acto ingresó en la cárcel, adonde fueron a contratarle dos empresarios, que a poco le hacen más duradera compañía por disputarselo casi a puñetazos.

Rafael es prudente, modesto, afable, algo frío, un tanto melancólico, tan compasivo que peca de manirroto y más amigo de charlar de toros con uno de su- cuadrilla que de ridículas exhibiciones.

Su temperamento ha sido forjado en la fragua del infortunio; su corazón cursó en la escuela de la desgracia: es un escéptico.

Vióse casi solo en los días de necesidad, y alcanzó a comprender cuán poco da de sí la amistad de los hombres, la cual equiparó luego al amor de las mujeres.

Hoy deslumbra el brillo de los alamares de su casaquilla; pero él no echa en olvido los tiempos en que tenía los trajes de luces empañados por el orín y el espíritu ribeteado de tedio.

Como canta la copla,

«Para aprender á vivir
no hay nada como morir...
y resucitar después.»

miércoles, 21 de enero de 2015

LA TAUROMAQUIA DE JOSELITO EN POSTALES (III)

'Gallito en un recorte' reza el título de la postal. Pero, analizando el lance es mucho más que un simple recorte. Los Gallo fraguaron merecida fama de manejar el percal con solvencia adornando las suertes con una fantasía hasta entonces desconocida. 

Fíjense en los pies, en cómo se mimetizan con el suelo desde el talón hasta las puntas de los dedos. En los años diez del siglo pasado ¿no se toreaba sobre los pies, de puntillas? ¿Fue José una excepción o antes que nadie, como consecuencia del dominio sobre las reses y de tener la situación controlada, pudo descansar toda la planta de las extremidades inferiores mientras toreaba?



domingo, 18 de enero de 2015

LA TAUROMAQUIA DE RAFAEL EN POSTALES (III)

Rafael, en un alarde de valor y como muestra pública que tiene dominada la situación, posa su mano izquierda sobre el testuz de la res. Con la derecha retira sutilmente la muleta para darle todas las ventajas al toro. Éste, sumiso, ha bajado el testuz en señal de rendición ante la evidencia del triunfo del diestro.


miércoles, 14 de enero de 2015

EL HOSPITAL DE INVÁLIDOS

Portada del libro.
Ángel Caamaño, más conocido por el Barquero, escribió en 1.914 'De la torería', libro donde recoge infinidad de anécdotas protagonizadas por los diestros más sobresalientes. El señor Fernando Gómez protagonizó unas cuantas. Vayamos con la primera:

"Doña Gregoria Echezarreta, famosa pupilera vascongada (establecida durante muchos años en la calle de León, de Madrid), tuvo siempre alojada en su casa a la flor y nata de la torería, y entre otros que consideraron siempre insustituible aquella casa, figuraron el gran Guerrita y el inolvidable maestro Fernando Gómez, el Gallo.

Una larga temporada pasó allí también el diestro onubense Miguel Báez, Litri, el cual llevaba en su cuadrilla a un banderillero apodado La Vieja, verdadero demonio que traía revuelta a toda la servidumbre de la casa. 

La Vieja, componiéndoselas Dios sabe cómo, al servirse el plato de ave (gallina, pollo, perdiz, pichón, etc.) se apropiaba por lo menos de una de las patas del animalito y con tal mutilación llegaban a la presencia de Fernando Gómez las víctimas plumíferas. 

Las ocurrencias del señor Fernando.
El primer día no dijo nada Gallito. El segundo ya se molestó un tanto. El tercero amenazó a la camarera con ponerlo en conocimiento de Doña Gregoria, y como los bichos continuaban presentándose imperfectos, Fernando, muy incomodado, dijo a la sirviente: 

- Deja ahí a ese probrecito pollo cojo y llama a la señora. 

Acudió ésta muy solícita y preguntó a Gallito:

- ¿Qué quieres, Fernando?

- ¿Que qué quiero? Pues que me conteste usted a una cosa.

- Tu dirás.

- Pues voy y digo que dónde merca usted las aves desde hace ocho días. ¿En el hospital de inválidos por una casualidad?".




domingo, 11 de enero de 2015

PRIMERA CORRIDA DE FERNANDO GÓMEZ DESPUÉS DE NACER RAFAEL

Sabido es que Rafael Gómez El Gallo nació en la calle de la Greda de Madrid el martes 18 de julio de 1.882 porque por esas fechas el señor Fernando, su padre, hacía campaña en la capital de España. Tres días después que el Divino Calvo viera la luz, toreó su progenitor. 
El señor Fernando.

El viernes 21, en tarde de calor y con muy buena asistencia de parroquianos, se verificó la 11ª de abono en la que se corrieron toros de Diego y Pablo Benjumea y dos astados, segundo y cuarto, de Bartolomé Muñoz. En el carte, Rafel Molina Lagartijo; José Sánchez Cara-ancha, Ángel Pastor y Fernando Gómez, que por aquellos días aún no había abandonado el diminutivo de Gallito.

A su primero, de Muñoz, cuarto de lidia ordinaria, lo pasó ceñido y con lucimiento y lo despachó de pinchazo y estocada, escuchando una cerrada ovación del respetable. También rayó a buen nivel en el octavo, de Benjumea, al que toreó y despachó bien. Además se lució en quites. Uno de los banderilleros fue su hermano José. 

Lagartijo por su parte toreó muy movido al que abrió plaza y cumplió con el quinto, siendo su balance de palmas. Cara-ancha, precavido con el segundo y más lucido con el sexto. Palmas en aquél y muchas palmas en éste. Pastor saldó la tarde con palmas y aviso en el séptimo.

Los ocho astados, como dato curioso, tomaron 75 varas, derribaron en 20 ocasiones y dejaron 15 caballos para el arrastre.


miércoles, 7 de enero de 2015

LA NOVIA DE JOSELITO


Guadalupe de Pablo-Romero fue la única novia oficial de Joselito. Así lo dice la historia del diestro. Múltiples problemas de índole familiar y la desgraciada cornada mortal de Talavera impidieron que ambos llegaran al altar. 

Guadalupe sobrevivió a José nada menos que 63 años y está enterrada a pocos metros del diestro, en el panteón familiar. Manuel Montoto nos ha remitido la foto de la tumba donde reposan sus restos. La otra imagen es de la edición sevillana del diario ABC del 5 de abril de 1.983, fecha del óbito, que acaeció a los 87 años.

domingo, 4 de enero de 2015

CIEN AÑOS DEL PRIMER MANO A MANO ‘JOSELITO’-BELMONTE

Javier Vellón envía el siguiente texto para su publicación:

La plaza de toros de Málaga conmemoró el pasado domingo 20 de marzo de 2014 el primer mano a mano entre ‘Joselito’ y Belmonte, celebrado en esta plaza el 28 de febrero de 1915.

En aquella ocasión la corrida, que había suscitado un enorme interés entre la afición de toda España, resultó un fiasco, sobre todo por la presentación y juego de los toros de Murube. De hecho, el 5º, abecerrado, fue muy protestado, y el 6º, en el que más confiaba el mayoral según relato del burlesco cronista de El Toreo, fue fogueado. Solo ‘Joselito’ consiguió una ovación en el primero de la tarde.

Para la conmemoración del centenario, la empresa de la Malagueta eligió una combinación que reprodujera el espíritu del original, y así se pensó en un mano a mano entre ‘Morante de la Puebla’ y Julián López ‘El Juli’.

Todos los detalles fueron cuidados al máximo. Así, en primer lugar, el cartel era un montaje con las fotos de los dos diestros actuales, de Arjona, y las imágenes de Belmonte, del retrato de Ignacio Zuloaga, y de ‘Joselito’, de la colección particular de Juan Barco.

En lugar de pasodobles, la banda interpretó piezas de autores de la época, y los dos matadores llegaron juntos a la plaza en un coche antiguo, en recuerdo de la conocida imagen de 1915, en la que aparecen lo toreros en un Ford A, modelo doble Faetón.