domingo, 29 de abril de 2018

RAFAEL: LO MEJOR Y LO PEOR

Javier Vellón


En la entrevista a Rafael publicada por el Heraldo de Madrid el 26 de mayo de 1917, el diestro hace balance de cuál ha sido su mejor faena y cuál la peor.

¿Cuál es el toro que ha lidiado mejor?

—El de Aleas que maté en Madrí el 15 de mayo de 1912, y el de Veragua que maté en la úrtima corría de la Prensa. Er que me cogió por curpa del aire. Yo eztoy  que la faena mejó fue la que hise al aleas. De eze toro quiero que me haga un busto Mariano Benyiure.

¿ Y cuáles son los que ha lidiado peor?

 —Loz que tenían mi contraestilo.

¿ Su contraestilo? Explíquese.

- Ez mu fásil. A los toreros lez tocan bichos que son a propósito pa que luscan su estilo de toreá y bichos que no son  a propósito. ¿Ze presta el toro a que el matador luzca su estilo? Poz, aunque sea un marrajo  el matador lo dominará. ¿No ze prezta? Poz, aunque zea bravízimo, el mataor perderá los papeles y dará er mitin.

¿Y de esos de su contraestilo le han tocado muchos  animales?

 —i Ca! Con media dosena que me hubieran tocao, zería ahora canónigo mejó que torero. De un contraestilo arzoluto, he tropezao con do: uno de Miura y otro de Tovar, prosedente de Arribas. Er de Miura un cárdeno de 400 kilos con dos garrochas en er testú, me lo sortaron el año 10 en las fiestas der Pila. Zalió, ze dio un paseíto por el redondé, pa convensernos de que podía con tos nozotros juntos, vorteó a Galea, que lo quizo poné en zuerte, y ahí quedó de amo.
Los quitez, huyendo; las banderiyas, huyendo; los capotazos, a r galope... y, tararí a mata. Y me ze ocurrió darle un ayudao, a ve zi ío poanía zuave, y, máz pronto que la luz me empaló y me tiró ar zanto zuelo, con cuya advertencia me puze a jugá al ezcondé, porque yo no zoy tonto. Y a los tre minutos, Blanquito que mete er capote y zube por el aire como zi lo hubiezen dizparao con una honda... i Qué hubiera zido de mí zi no descuerdo ar toro, como lo descordé al primer pinchaso!

Y el de Tovar, ¿se portó lo mismo que el de Miura?

-¡Peó! ¡Si er de Tova fué un mostruo. Un fenómeno de lo que no ze ve, ni permita Dio que ze vea!... Pué uzté ezcribí con letraz como zandías que er «Gayo» no ha roído un güezo maz disformízimo. Poz zalió... En Irún. Castaño, grande, gordo, con dos pitones... Unos lansesiyos, y tardeando, pero con la fuersa de una máquina der tren, tomó cuatro varas. Y a bandieriyeá... la arena, porque er castaño dijo que a er no lo banderiyeaban ni entre er Gran Capitán y er Zi Campeado, y luego a jugarme yo la vida. Que le pregunten ar «Cuco», que hiso títeres entre aqueyos cuernos, y que las dos cuadriyas hablen. No lo pazé ni una vez: lo abanicaba con el braso muy estendío, mientras los peones, en guerriya y mu descompuestos, lo aguantaban, y no tenía ánimo ni pa mandá... Y vengan aflirsiones y vayan espantos, con el corasón como un higo y más empapao en sudó que una torrija con miel, hasta que llegó er momento de arrea candela. Pero i quién le arreaba candela a aquer  ladronsísimo, que, a coses, no me dejaba ni ponerme atrás?... Y desesperao, en un zegundo en que se descuidó le entré a la media güerta, como un automóvil pa atizarle u n mandaíllo y ezcurrixme; puro él, más ligero que un siclón, me largó un machetaso en  las costiyas y me quitó las medayas de un derrote y no me hiso pasá a la Historial porgue, como al de Miura, tuve la suerte de descordarlo. ¡Di un zuspiro, me cago en la ma!


miércoles, 25 de abril de 2018

'DEL QUE MATÓ A JOSELITO' POR ONOFRE GONZÁLEZ QUIJANO

El jerezano Onofre González Quijano publicó el poema que reproducimos a continuación, 'Del que mató a Joselito', en un trípico que vio la luz en 'La Unión Ilustrada de Málaga'. En sus versos relata la tragedia de Talavera desde el punto de vista de 'Bailaor'.





Quiero que lo sepan todos
que a mi buen nombre interesa.
Aunque os parezca mentira
hasta mi llega la prensa
y ya sé que hice una muerte 
que conmovió España entera.
Pero me ponen... ¡me ponen!...
que todas las desvergüenzas
son pocas para volcarlas
 sobre mi... la suerte negra
que me persiguió en la vida
y ni en muerte me respeta...
¿Qué hice yo?... yo no fui malo,
tranquila está mi conciencia
si llegué a matar maté
en legítima defensa.
Aquí donde estoy ya en paz
no hay un animal que mienta;
oigan la verdad, la pura,
la chipén, que es la académica.
Libre, tranquilo y dichoso
pastaba yo en la dehesa
que bonita que da gloria
tiene la Viuda de Ortega
cuando un día varios mansos,
que son unos sinvergüenzas,
que engañan como chinitos,
a los toros de nobleza
me liaron, me liaron
con las mejores maneras
y al tolón de los cencerros 
se trastornó mi cabeza
y sin poder yo evitarlo
lleváronme a Talavera.
Metiéronme en un chiquero
me suprimeron la hierba
me pusieron de un humor,
que ustedes háganse cuenta
y cuando yo ya furioso
me revolvía en mi celda
siento asombrado que crujen
los cerrojos de mi puerta
y salgo ciego de abia
y cruzo la plazoleta
creyendo que de allí al campo
sería cosa de una legua.
¡Que si quieres!... de la plaza
no hay quien salga, una barrera
impide por todas partes
la salida, doy la vuelta 
y empiezan a divertirse 
con mi desgracia tremenda
y pase lo de las burlas
que es que me agujerean
la piel, que me martirizan
con horribles herramientas.
El puyazo de un verdugo
me congestiona y me ciega
y me aculo en los tableros
hecho criba que doy pena.
Recobro un poco la vispa
un individuo me enseña
paño rojo y a él me lanzo
y tumbo al hombre en la arena.
Luego, no sé, vino otro
me degolló a la carrera.
¿Y por esto hay quien maldice
de mi y de mi parentela
y me llaman asesino
y otra poción de lindezas?
¿Esto es justo y razonable...
no son fundadas mis quejas?
¡Que maté yo a Joselito...
si yo no sabía quien era!


                                                                                BAILAOR.
                                                               Por el servicio cablegráfico.

domingo, 22 de abril de 2018

RAFAEL Y EL AFEITADO


Javier Vellón
 
El diario ABC, el 9 de marzo de 2018, reproducía fragmentos de la entrevista a Rafael, publicada en 1959, precisamente los dedicados al afeitado de los toros:

El debate sobre el tamaño y el trapío (que no es lo mismo) de los toros siempre ha estado encima de la mesa. Y el tema de los pitones y el afeitado. Así se pronunciaba Rafael el Gallo en 1959: «Eso del afeitado es según la costumbre de los toreros. Ahora, que quieren implantar nuevas normas, los toreros tienen que perder la costumbre de torear toros afeitados. Pero son igual de peligrosos o acaso más. ¿Qué me dice usted de esos cuatro dedos que llevaba en su arreglo el toro "Islero", que, sin embargo, mató a Manolete? Es un error creer que los toros tienen más fuerza cuanto más afilados tengan los cuernos. Por ejemplo, ¿de qué le sirve a usted una navaja muy larga si no tiene fuerza para clavarla en pelea? En cambio, una navaja la mitad de esa que usted tiene en su mano, manejada por un hombre que sabe impulsarla, llega hasta el corazón. Es cuestión de fuerza. Y los aficionados muchas veces se equivocan al creer que los toros más grandes son los de mayor fuerza».

Es una reflexión de Rafael el Gallo en una entrevista en el diario «Pueblo». Preguntaba el periodista: «Entonces, ¿por qué muchos toreros piden afeitados?» A lo que el torero respondía: «Porque son costumbres que se cogen, créalo. Piensan que yendo arreglado el torotiene menos peligro. Aunque ellos mismos saben que, en el fondo, es igual. Pero llevan a la plaza la ilusión de que estén arreglados. Yo viun toro moj(g)ón, con menos puntas en los cuernos que mis puños, matar a cinco caballos seguidos...»

Y seguía: «En mi época también se han arreglado los toros. Claro que era diferente. Se les hacían las cabezas más bonitas. Otra cosa es afeitar. De todas maneras, ni con arreglos ni sin arreglos se perjudica a la Fiesta. Porque los toreros que nacen artistas lo mismo torearían antes que ahora. O se es artista o no se es. Lo demás sobra. El genio lo es igualmente en cualquier época que nazca. Es cuestión de nacer con esa gracia».

El Gallo finalizaba su reflexión con varias preguntas: «¿No cantaría bien hoy Gayarre? ¿Sería malo el pincel de Velázquez aplicado a nuestra época? ¿Ramón y Cajal dejaría de investigar si viviese ahora?


miércoles, 18 de abril de 2018

‘EL JULI’ CORTA UN RABO EN EL ANIVERSARIO DE JOSELITO

Javier Vellón


Un jovencísimo Julián López ‘El Juli’ paseó los máximos trofeos en el festival conmemorativo del 75 aniversario de la muerte de Joselito, celebrado en Sevilla el 20 de mayo de 1995.

El festejo fue organizado por el Ayuntamiento de la capital hispalense, y se celebró en una plaza portátil de carros.

Se lidiaron seis erales de Joaquín Buendía. Al 6º, el que le correspondió al ‘Juli’, se le dio la vuelta al ruedo.

El resto de participantes fueron: Sergio Rodríguez (ovación), Francisco Javier Corpas (oreja), Miguel Gordillo (dos orejas), Curro Jiménez ‘Chicuelo’ (dos orejas y rabo) y Enrique Puerta (oreja).

domingo, 15 de abril de 2018

RAFAEL Y LAS SUPERSTICIONES

Javier Vellón

El 26 de mayo de 1917 el Heraldo de Madrid publicó una extensa entrevista con Rafael. Varias de las preguntas se centraron en la superstición.

-¿Entonces lo de usted es superstición?

-Una papa, hombre. Una papa como er peñón de Gibraltar.

-¿No le molesta encontrar un entierro cuando va a la plaza?

-Ni tanto asín. Claro es que prefiero toparme con un bautizo, pero si me topo con un ataúd, no me ze arruga, no, porque demasiado sé, como cantaban los frailes, ‘morir habemus’. La gente, conmigo, ¡anda más equivocaízima! Una ve, en primer año de mataor de toros, me fui a Valencia y le pedí al empresario pa toreá otra corrida, mir duros. El hombre intentó convenserme y al final me dijo: “Mira, Rafaé, que voy a mandá que pongan calaveras en los tendidos”. Y yo: “Por mí que pongan también ataúdes y sipreses y lechugas”. Y con calaveras en la entrada toreé con Emilio ‘Bombita’.

-¿Y las bichas?

-Nómbrelas por su nombre, que no me importa. En toa España me las han tirao.

-¿Y qué ha hecho usted?

-¡Toma! Reíme. En Graná, toreando yo con Machaco y con el Cohero me tiraron una liaíta en un papé y yo me la metí en er borsiyo y banderiyé y maté a un toro superiormente. Ahora en Barcelona me mandaron una de gran trapio al hotel, con una carta que chorreaba mala sangre por los cuatro costados. Siento que la hayan partío porque pensaba ponerla con las ‘bichas’ en un cuadro pa adorná mi despacho.

miércoles, 11 de abril de 2018

OTRA DE JOSELITO A COLOR

Afegeix la llegenda
'La historia, a color', el impagable proyecto de recuperación de fotos antiguas que lleva a cabo Rafael Navarrete, aborda otra vez la figura de Joselito. En la instantánea que nos ocupa, Rafael devuelve en todo su esplendor una imagen de Maravilla con apenas veinte años. El original es obra de Salvador Pascual Boldún. 

domingo, 8 de abril de 2018

MIEDO A LOS MIURAS

Javier Vellón
Joselito.


Con este título encabezaba su crónica 'Sinsabores' en el número 31 de Toros y Toreros, del 3 de octubre de 1916. Relata la polémica en Barcelona con la corrida de Miura y la caída del cartel de las principales figuras, entre ellas Joselito.

Risible es en diestros de segundo y tercer orden la manifestación, que no ocultan, de un terror sin ejemplo ante el flamear de la divisa verde, encarnada y negra de Miura. Victimas de sugestiones necias y creyendo en leyendas de tragedia y sangre, ni disimulan el miedo ni atienden á razones, y aunque pudieran hallar explicación de cogidas múltiples en el número exorbitante de reses que de esa célebre vacada se lidian y aunque los percances frecuentes saben ellos de sobra que obedecen al exceso de pánico ó á los prejuicios con que el torero sale á la arena, no hay forma humana de convencer á los que aspiran á estrellas de que los toros de Miura son iguales, por no decir mejores, que todos los de las demás ganaderías.

Pastor.
Pero si ese miedo en tales diestros es risible, en los de verdadero cartel y de gran fama es vergonzoso é indignante, y frente á un caso estamos que clama al cielo y en que el fantasma grotesco que el miedo creara ha sobrecogido dos corazones que siempre tuvimos por animosos y fuertes, derribando de sus pedestales á Vicente Pastor y á Gallito. Sí, señores aficionados «El León de Castilla» y el «Miguel Angel» del toreo, han temblado como hoja en el árbol ante la divisa de la casa miureña; y ni Joselito, que tanto debe á D. Eduardo, ni Pastor, que tanto debe al público, han querido en las postrimerías de la temporada luchar con reses ante las que hay que arriesgar y sudar de firme, pues la nerviosidad característica en el exceso de bravura de dichos toros, exige esfuerzos honrados para quedar bien y ganar dignamente las pesetas.

¿Queréis saber la edificante historia de este derrumbamiento desdichadísimo para los dos ídolos?

Pues, ello fué que en Marzo del corriente año ya se anunció que en la Plaza de Las Arenas, de Barcelona, torearían el 24 de Septiembre ocho toros de Miura ó Pablo Romero, los diestros Pastor, Gaona, Gallito y Belmente, y la nota de dicha corrida, juntamente con otras muchas, fué facilitada á TOROS Y TOREROS (I) por el director espiritual en Madrid de Joselito. Nos referimos al Sr. Menchero.

Gaona.
Este cartel alborotó á la afición barcelonesa, y más cuando, transcurrido algún tiempo, se puntualizó por la Empresa de Las Arenas que serían de Miura los ocho bichos.

«¡Miel sobre hojuelas!», se dijeron en Barcelona los que gustan de ver en todo su esplendor la fiesta nacional, ya que con los cuatro mejores toreros y ocho toros de la mejor casta se les brindaban esplendorosos acontecimientos. Pero... ¿cómo no iba á aparecer en combinación tan fastuosa el odioso y consabido «tio Paco» con sus rebajas?  

Fué primeramente la cogida que Belmente sufrió en La Linéa lo que comenzó á descomponer el cuadro. Menos mal que, hábil la Empresa, puso de substituto del trianero á ese animoso y singular torero mexicano, todo valor y todo arrestos, «inmortal» en los circos, puesto que en Valencia no murió después de una de las cogidasmás tremendas que ha sufrido diestro alguno. Silveti, que de él hablamos, tiene gran cartel en la Ciudad Condal, y con su buen nombre, los miuras y los otros tres «ases», proseguían el atractivo del cartel y el entusiasmo de los aficionados.

Se aproximaba la fecha de la corrida, y la expectación iba en aumento. Don Eduardo, según se vió después, había encerrado reses de treinta arrobas de peso, pues quería despedirse dignamente esta temporada del público barcelonés. Todo era júbilo y esperanzas risueñas, cuando... ¡ay!, saltó y vino Gallito, acometido de miedo cerval y exigiendo que fuesen de otra ganadería los toros.

No se le pudo complacer por estar ya la corrida miureña encajonada y no obstante los buenos servicios que un señor, conocido por Juanillón (representante de la Empresa de Las Arenas en Sevilla), quiso prestar á Joselito, por gratitud á éste, puesto que le debe el puesto, y con Maravilla se entiende maravillosamente en todo lo que no se ve desde el tendido.

Silveti.
—¡Po no atoreo, el... ¿Míuras á mí?... ¡Pa er nunsio!-exclamó Joselito. Y hubo, que eliminarle y volvió el cartel á cojear, ínterin el menor de los Gómez Ortega promovía un sin fin de bastas (con b) combinaciones en Valladolid y aquí para no dejar vivir á los pacientes empresarios.

Se aliñó, pues, el cartel, con Vicente, Gaona y Silveti, y seis de Miura, y el buen público de la capital de Cataluña le dijo mentalmente lo suyo á Joselito y aceptó el programa.

¿Debía ocurrir algo más? Sí, señores. Debía ocurrir, y ocurrió que Vicente Pastor se puso enfermo el día antes de la corrida y á la Empresa telegrafió anunciando «que no podia ir», cuarenta minutos antes de la salida del último tren para Barcelona con lo que no dio tiempo ni hueco para buscarle substitución adecuada. ¡Este rasgo de seriedad de Pastor es definitivo!

La corrida, á pesar de todo, se celebró, actuándo los dos mexicanos y dando Rodolfo la nota de arte y Silveti la de valor emocionante. Ambos escucharon ovaciones sin cuento, y el público, que había llenado la plaza hasta la última cornisa, les elogia por esta lección de pundonor y de vergüenza torera que les han dado á los otros.

¡A cada cual lo suyo, y no nos duelen prendas! Rodolfo merece ahora ua caluroso aplauso y con justicia se lo tributamos, como asimismo al valeroso Juan Silveti.

miércoles, 4 de abril de 2018

JOSÉ GÓMEZ 'CENIZO'

Toros y Toreros.
Javier Vellón

En el número 32 de la revista Toros y Toreros, del 10 de octubre de 1916, apareció este texto satírico sobre Joselito, firmado por ‘Pepito Revolcones’

JOSÉ GÓMEZ ‘CENIZO’

¿Se buscaba un buen mote para Joselito?

 Pues ahi lo tienen sus incondicionales, y al distinguido alfombrista y esterero que asesora al chico de doña Gabriela le recomendamos el alias que, por derecho propio, corresponde á su ahijado espiritual.

 ¡El «Cenizo»!... Más sonoro es que «Maravilla» y, además, es adecuado como ninguno á ese singular torero que ¡tiene la «mala pata» de arruinar empresarios acreditados, causándoles con sus exigencias una herida mortal en el bolsillo del chaleco.

 ¿Pruebas? Almería y Salamanca, en sus recientes ferias,y,  para contera, Sevilla, ciudad á la que debió ir para las corridas de San Miguel un diestro como Vicente Pastor, por ejemplo. Pero el «Cenizo», vulgo Joselito, impuso como condición para torear el no tener que agujerear la piel del último toro, y la empresa tuvo que ajustar para el tercer puesto á «Saleri», que de paso no haría sombra ninguna al astro, pudiendo éste maniobrar con entero desahogo.

¿Y qué ha ocurrido? Lo previsto, ó sea que el pú blico se retrajo y hubo unos vacíos escalofriantes, especialmente en la primera corrida, y«el «Cenizo», á quien tan justamente se ha censurado por su conducta en la feria sevillana, sufrió la afrenta del desaire de la afición, cosa que le lastima casi tanto como si al cambiar un billete le diesen un duro falso.
Eso de agotar el papel en taquilla es privilegio de Belmonte. El «Cejiizo», con toda su soberbia, es, en síntesis, un arruinaempresas, y éstas verán lo que deben hacer el año que viene, sabiéndose de algunas que, cuando les nombran á Joselito, no se pueden contener y exclaman:

 —¡Lagarto, lagarto

domingo, 1 de abril de 2018

CARICATURA DEL GALLO TRAS LA CORNADA DE ALGECIRAS

Caricatura de Marín.
Doctor Ventura Morón.
El semanario 'La Lidia' publicó en junio de 1.914 una caricatura firmada por Marín en la que aparecen Rafael 'El Gallo' y el doctor Ventura Morón, que lo atendió en Algeciras de la cornada que le infiriera un toro de Moreno Santamaría. Habían pasado los momentos más angustiosos y no estaba de más un poco de humor para liberar tensiones. 



El pie de foto decía: "Chóquela usted, doctor Morón. Nos ha dejado al Gallo como siempre: sin pelo y cacareando". Es de notar que el artista le colgó a Rafael la medalla, regalo de la señora Gabriela, que evitó un desenlace trágico.