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domingo, 24 de marzo de 2024

¿RAFAEL PASTELERO?


Las prolongadas ausencias de Rafael de nuestra tierra provocaron que se desbordara la imaginación de gacetilleros y periodistas. Rumores y noticias no contrastadas, entre otras ciertas, llegaban a la península Ibérica dando razón de sus andanzas. 

Así, el 22 de junio de 1930 'La Voz de Aragón', en su sección 'TIC-TAC' anunciaba lo siguiente:

"Dicen de Méjico que Rafael Gómez, 'El Gallo', se ha establecido en Lima, explotando una pastelería.

Es lo menos que al divino calvo le corresponde: acabar la vida dulcemente, que bastantes amarguras ha sufrido".

miércoles, 20 de marzo de 2024

NUEVA ANÉCDOTA DEL DIVINO CALVO

En esta ocasión la anécdota que transcribimos está recogida del diario 'El Adelantado de Segovia', en su edición del 14 de febrero de 1930:

¿ES QUE VAMOS A NADAR?


El anecdotario de Rafael Gómez 'El Gallo', encierra muchas páginas y mucha gracia. Y es que Rafael es andaluz y gitano, es decir, que tiene "ángel" por los cuatro costados. He aquí una de sus infinitas anécdotas:

Una mañana, Rafael, en unión de varios amigos se introdujo en una taberna del distrito quinto de Barcelona. Estaba llena de parroquianos el establecimiento cuando hicieron su entrada en él Rafael y sus acompañantes. La parroquia quedó pendiente de los gestos del torero. Se acercó el camarero a Rafael y, solícito, le espetó el castizo: "¿Qué va a ser?".

-Tráete manzanilla - requirió "el Gallo".

- A los cinco minutos, sobre la mesilla, a cuyo alrededor estaban sentados el torero y sus amigos, doraba las copas de manzanilla. Iban con Rafael diez amigos, y otras tantas veces se vaciaron y llenaron las copas. Aquello parecía un rito.

Ahora unos chatos por mí -dijo uno.

-Estos los pago yo - expresó otro.

Diez amigos, diez chatos cada uno. A Rafael tanto chato le pareció demasiado. En esto, un parroquiano quiso participar también en el rito, y en voz alta ordenó al camarero:

- Ahora, tráete unos chatos, que los pago yo, en honor de Rafael y sus acompañantes.

El Gallo no pudo contenerse y replicó vivamente:

- ¡Zeñore! ¿Ez que vamo a nadar?

domingo, 17 de marzo de 2024

MÁS ANDANZAS DEL GALLO EN 'LA GACETA DE TENERIFE'

'La Gaceta de Tenerife', en su edición del 7 de febrero de 1930, publicó el siguiente artículo en el que glosó la personalidad del inigualable Rafael:

LAS ANDANZAS DEL GALLO


El notable crítico del 'Nervión' de Bilbao, Luis, nos cuenta lo siguiente:

"Está visto y revisto que Rafael (El Gallo) sigue siendo genial a la vejez.

Últimamente ha toreado dos corridas en Quito, capital de la República del Ecuador y de la provincia de Pichincha, en unión del Almanseño, y en la actualidad se encuentra en Lima, dispuesto a "sacrificar su afición" para engrandecimiento y bienestar de los que le rodean.

Hasta aquí la cosa no tiene en realidad marcada importancia, pero señores del margen, es el caso que Rafael, después de estas andanzas, piensa retornar a España allá para Abril y esto, verdad, es algo lamentable.

Porque un diestro de la categoría y fama de Rafael Gómez Ortega, que después de dejar aromas geniales de su arte gitanísimo y ganar siete u ocho millones de pesetas vuelta a dar tumbos "misericordiosos" de plaza en plaza y de ruedo en ruedo es, ante todo, bochornoso e incomprensible.

No hay remedio para este torero de intuición creadora, pues al lado de lo sublime de su arte nos presenta lo ridículo de otro de su modo de ser y junto al despilfarro de millones nos trae la miseria más absoluta.

El Gallo, como es sabido, nació en Madrid el 17 de Julio de 1882, en la casa número 3 y 5 de la antigua calle de la Greda (hoy de los Madrazo) y se tiene por sevillano, ya que en Sevilla pasó los años de su niñez y mocedad.

Rafael Gómez lleva 27 años de matador de toros, pues tomó la alternativa en Sevilla en Septiembre de 1902, y la confirmó en Madrid el 20 de Marzo de 1904, alternando con Rafael Molina (Lagartijo).

Hace unos años le preguntaron unos amigos a Rafael:

- ¿Es verdad que piensas retirarte?

- No hagáis caso de bromas -contestó-. Yo no puedo retirarme, porque es de lo que vivo. El día que me vaya de los toros, en casa no va a haber ni para sopas.

Y tenía razón, porque El Gallo es así de castizo.

De sus rasgos de altruismo generoso se pueden contar numerosas anécdotas.
Cierto año empezó la temporada con un duro en el bolsillo y con más de diez mil de deudas.
Llegó a Madrid y un corredor de alhajas, quieras que no quieras, le obligó a que le comprara un solitario de diez mil pesetas.
- ¿Y cómo te voy a pagar? - preguntó Rafael.
- No te preocupes -contesto el negociante avispado-. Me llevas a las ferias de Valencia, allí toreas cinco corridas y tienes margen para pagarme...
Y con unas entradas para los toros, la cuenta de la fonda y la del viaje, todos tan contentos.
Accedió el gitano, se firmó el trato y el joyero fue a Valencia formando cuerpo con la cuadrilla. Pero en la capital levantina esperaban al Gallo otros acreedores y el hombre de la sortija no pudo cobrar la factura como creía.


Entonces empezó la peregrinación, porque aquella sombre a de acreedor siguió a Rafael a Santander, Vitoria, San Sebastián, Bilbao, Logroño y Valladolid, donde fue el pago.

Allí se hicieron las cuentas y en números redondos resultó que la alhaja le había costado al torero 'cañí', además de los dos mil duros de la tasa, otros mil por la demora.
Pero no paró ahí la cosa. Rafael marchó después a Sevilla y en la feria de San Miguel fue a los toros y un compañero suyo -Francisco Martín Vázquez- le brindó la muerte de las reses, y el Gallo, no teniendo a mano otra cosa con que obsequiar, le arrojó la alhaja que le había costado unos días antes 60.000 reales.
¡Las andanzas del Gallo! ¿Para qué seguir?
La historia del torero Rafael Gómez Ortega tendrá, a a través de los tiempos, el glorioso recuerdo de algo inexplicable, y todas sus proezas se contarán bajo el alegre sol de Andalucía, entre el repicoteo de unas castañuelas y unos chatos de manzanilla".


miércoles, 13 de marzo de 2024

EL GALLO, NÁUFRAGO EN LIMA

 

Foto aérea de Lima hacia 1930 (Foto:https://www.researchgate.net/)

El periódico almeriense 'El Mediterráneo' daba cuenta el 3 de enero de 1930 de un incidente naval en el que se vio inmerso el popular Rafael Gómez 'Gallo', que días antes había partido de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil con rumbo a Lima:

Lima.- El trasatlántico norteamericano que conducía esta ciudad al famoso torero Rafael Gómez "El Gallo", ha embarrancado en los bajos de Samanco.

El pasaje se puso a salvo, como así mismo la tripulación.

Para el lugar del accidente han salido dos remolcadores para intentar poner a flote el buque".

Sánchez Ortiz, en 'Heraldo de Zamora', apostillaba:

"El capitán del barco ha manifestado que aunque es muy problemática la salvación del buque, no hay que lamentar ninguna desgracia personal".

'El Progreso', por su parte, aportaba más datos relativos al nombre y nacionalidad de la nave: Mapocho, de Chile.

'El Luchador' apuntaba a la niebla como causa del accidente.

'La Libertad' cifraba en 1.552 toneladas de desplazamiento del buque y que "entre los pasajeros existe algún pánico, motivado por el temor de naufragio". El máximo responsable de la navegación afirma que "la posición del buque no es peligrosa".

"Correo Extremeño", afirma el 4 de enero que "el vapor se hundió pocos minutos después de haber encallado, pero afortunadamente todos sus tripulantes han logrado ser salvados".

'El Día Gráfico' recoge el día 5 el siguiente breve de la Agencia Americana: 

"Lima, 4.- Han llegado a esta capital  los pasajeros del vapor costero chileno "Napucho" (sic), que embarrancó al sur de Samanco, en el arrecife de Punta Negra, lugar reconocido como muy peligroso para la navegación.

Las operaciones de salvamento tuvieron que realizarse rápidamente, pues el buque se inclinó con extraordinaria rapidez hacia un lado, haciendo peligrosísima la permanencia a bordo.

Los pasajeros fueron embarcados en las lanchas salvavidas del 'Napucho' (sic). Entre ellos figura el célebre torero español Rafael Gómez 'El Gallo'.

Por su parte 'La Voz de Aragón', con mucha sorna y una vez resuelto felizmente el incidente, publicó: "Se fue a pique el vapor en el que viajaba El Gallo y Rafael Gómez, hecho náufrago, se salvó del cataclismo.

¿Náufrago El Gallo? ¿Pero ha dejado de serlo el pobre torero alguna vez?"










miércoles, 6 de marzo de 2024

BUENA TARDE DE RAFAEL EN VALENCIA

El domingo 13 de junio de 1926 se celebró en Valencia una corrida en la que Rafael El Gallo compartió cartel con Ignacio Sánchez Mejías y Braulio Lausín 'Gitanillo', en la lidia de seis toros de Veragua. Aguaíyo relata lo sucedido en 'Diario de Valencia' de martes siguiente:

Cabecera del periódico. (Fuente: prensahistorica.mcu.es)

EL GALLO CANTA


Rafael el Gallo defraudó la esperanza de cerca de 20.000 espectadores el domingo último.

Se llenaron por completo las localidades y tendidos del circo, y se llenaron, más que nada, por ver hacer al Gallo piruetas, 'espantás' y degüello de reses.

Pero se equivocaron los que con tan 'piadoso' fin fueron al circo de la calle de Játiva, pagando las localidades a alto precio; se equivocaron, porque el Gallo "no hizo reír"; el Gallo canta todavía, y canta el ki-ki-ri-kí con muchos más bríos que antes de marchar a América.

Rafael, con sus cuarenta y siete años, su escasa salud y sus muchas vicisitudes, puede con los toros todavía; y no sólo logra que le ovacionen cuando torea, sino que corta orejas, como el domingo.

Era el primero de Veragua lo que se llama un señor toro, con trapío, pitones y arrobas; y Gallo lo saludó con tres verónicas, una navarra y un recorte, que pusieron en pie a la concurrencia. Siguió artístico y adornado en quites, y cuando llegó la hora de matar, después de un discurso más largo que su calva, abrió cátedra de torear, muleteando cerca, erguido, quieto, con pases de todas las marcas, incluso la suya de cambiarse la muleta de mano por la espalda. Más que nada se le vio en aquella faena verdadero conocimiento de los toros y del arte de torearlos, porque sacó de aquel bravo y nobilísimo animal todo el partido que sacarse podía. Después, entrando habilidosísimo, mató de media estocada 'lagartijera' y hubo las palmas consiguientes, salida a los medios y vuelta al redondel.

En el cuarto de la tarde, que no era tan noble, ni tan suave, ni tan bravo, sino huido desde que pisó la arena, el "gitano de la Alamea", después de brindar a los de los tendidos de sol, izo con la muleta una faena efectista, parando unas veces de modo asombroso y rectificando otras, pero cerca y pinturero, aunque rara vez el bicho pasó. Vino luego una 'espantá' nueva, sin tomar el olivo; mas repuesto pronto, compuso la cabeza del veragüeño y lo hizo rodar a sus pies de media delantera en lo alto, tan habilidosa como suya. Entonces se desbordó el entusiasmo de la concurrencia y hubo concesión de oreja, vuelta al anillo y ovacionaza. Resumiendo: que el Gallo dio un mentís el domingo a cuantos fueron a la plaza para divertirse a su costa. Rafael el Gallo canta todavía a pleno pulmón. ¡Ki-ki-ri-kí!

Fue el cuñado de Rafael, Ignacio Sánchez Mejías, otro de los encargados de despachar los seis veraguas, y, como siempre, derrochó voluntad por complacer al público, que no salió disgustado de sus faenas.

Por eso yo, que no comulgo con las muchedumbres ni estoy dispuesto a luchar con ellas, acato su fallo, aunque, en calidad de aficionado puro, no me satisfaga nunca la actuación del señor Ignacio.

Y no me satisface porque el toreo es arte, y por lo tanto ,debe practicarse como tal, no como ciencia.

Eso de mediar con compás y escuadra los terrenos, con ayuda de 'portamiras' y descomposición de la línea gallarda del lidiador para clavar un par de rehiletes, lo creo de gusto deplorable.

Eso de los pases en el estribo, para el que sabe algo de matemáticas y de Física, como él, no tiene mérito, porque está en el secreto de que la masa toro ha de tomar su terreno, que es la cuerda del arco, y no la circunferencia; luego hay truco.

En resumidas cuentas, que el señor Ignacio me parece hombre de extraordinario valor con los toros, pero no un artista del toreo.

Sin embargo, al público le gustan sus cosas, y yo respeto esos gustos, diciendo lo que ese hombre realiza cuando torea, pero no dedicándole una palma nunca, no puedo, ante todo y sobre todo soy aficionado.

Veroniqueó Mejías al segundo de la tarde cerca y voluntarioso, pero sin lucirse. Tomó las banderillas después, y en la suerte natural clavó dos pares de frente, buenos. Haciendo alarde de facultades, al hilo de tablas, colocó seguidamente otro par, saliendo por las afueras. Y para terminar clavó un cuarto par por dentro, sin mérito alguno, porque el bicho estaba muy distanciado de los tableros.

Su labor de muleta en ese toro fue por la cara y con la derecha, intercalando en ella pases en el estribo, rodillazos y demás suertes de mejor o peor gusto. Alargando el brazo y sin pasar dejó un pinchazo escupido; después otro, mejor ejecutado, pero saliendo por la cara también. Encogiendo el brazo pinchó una vez más, y con un estoconazo delantero, cuarteando a la salida, terminó. Sonaron palmitas. 

En el quinto de la tarde tuvimos que padecer de nuevo los pares de la 'mariposa'. El público le decía que no los pusiera de esa clase; pero él prometió poner uno, y clavó tres, para demostrar, sin duda, la muchas maneras que sabe de parear con mal estilo.

Fue el primero de los tres pares pasado y con el toro bastante abierto; el segundo, a la puerta de los chiqueros, dándole así mucha ventaja al toro y sin el truco del capotito entre barreras para favorecer la retirada, y el tercero, después de muchas voces de mando para que le colocaran al bicho y de infinitas medidas, porque en ocasiones se puso casi a gatas, colándose entre el toro y la barrera de perfil, porque no había sitio para más.

¿Por qué ese hombre no hará lo que Márquez cuando practica esa suerte: marcas con el pie la salida al bicho y clavar luego con auxilio del quiebro de cintura? ¡Cuánto más artística, gallarda y fácil resulta así esa suerte!

En el último tercio ya no podía el bicho con el rabo porque había recargado en varas y recibido una de gran castigo de Molina.

Mejías muleteó entablerado, por altos, con la derecha cerca. Pinchó echándose fuera, y con media en lo alto, cuarteando al salir, tiró al bicho patas arriba.


La presidencia le concedió oreja y rabo, y el señor Ignacio dio vuelta al anillo con las preseas que le habían dado. 

Se le aplaudió un quite tirando el capote por encima del caballo del picador, que había caído al descubierto. Es una nueva manera de 'quitar' en la que no pensó Francisco Montes al redactar su tauromaquia.

Gitanillo, el tercero de los espadas, pasó inadvertido hasta que le tocó su primer toro, hasta el punto de que algunos preguntaban:¿Quién es ese torero?

Como si hubiera oído la pregunta el espada, cuando le tocó actuar a él quiso demostrar al público su valentía, en competencia con el señor Ignacio, y "muleteó de rodillas" muchas veces, no por rodillazos, para terminar dando la espalda al toro, y hasta se acostó en la cara de la fiera, como hizo aquí Fabrilo en tarde memorable. Sufrió un desarme y un pitonazo en el vientre, antes de realizar esos alardes de valentía. Arreó media delantera, entrando recto; y con otra media contraria, saliendo trompicado y enganchado por la faja, terminó.

Total: que en este toro estuvo Gitanillo más valiente que Mejías, porque hizo más atrocidades que éste, sin saber matemáticas. 

En el último de la tarde también estuvo valiente y cerca, pero soso, como había llegado el bicho a la muerte. Pinchó tres veces y acabó con el descabello.

El ganado de Veragua, bien presentado y poderoso, aunque respecto a bravura dejó bastante que desear, excepción hecha del primero, tercero y quinto.

Se distinguieron con la vara larga larga Avia y Molina, que defienden su pan, haciendo lo posible para que no se bastardee ni se suprima la gallarda suerte.

El Gallo, después de sus hazañas, se pasó la tarde dando vueltas al redondel, hinchado de gozo, recibiendo las felicitaciones de los entusiastas.

El 'fenómeno' Don Pío, si hubiera tenido la suerte de asistir a esta corrida, hubiese entonado a todo pulmón el ¡Ey, Carballeira!, como Rafael matizó el ¡¡Ki-ki-ri-kí!!

El peso de la canal de los toros

Primero, 307 kilogramos; segundo, 332; tercero, 292; cuarto, 208; quinto, 272 y sexto, 310. Total: 1.808 kilogramos.

























domingo, 12 de noviembre de 2023

EL HIJO DE 'EL GALLO'

El Maestro Estokati firmó el siguiente artículo en el semanario 'Sol y Sombra' de 24 de agosto de 1899 a propósito de ver torear a un incipiente Rafael Gómez 'Gallito':

EL HIJO DE 'EL GALLO'

Rafael inmortalizado en Sevilla por Beauchy.

- Señó Marqué, aquí tiene osté a mi hijo Rafaé que va a se mejó torero que su padre; -y diciendo esto, me mostraba Fernando Gómez (el más jitano (sic) de los toreros de mi tiempo) a un chicuelo morenillo, espigadito de cuerpo y de ojillos vivarachos quien, a la indicación de su padre, se incorporó en el asiento y se descubrió respetuosamente:

- Ya lo verá osté, cómo sale un buen torero...osté lo verá, que yo no lo he de ver ya -añadió el Gallo, nublándosele la vista al acudir a la imaginación el triste presentimiento.

A poco tiempo, el célebre diestro, a cuyas postrimerías de torero asistí en memorable tarde en el circo sevillano, moría dejando en la desgracia a su querida familia. 

Supe luego por íntimo de El Gallo, cuánto se deleitaba aquél en la educación taurina de su hijo; cómo le hacía banderillear un sillón de damasco de su estrado, y haciendo veces de público, le silbaba, llamándole mal torero, jindamón, et sic de cateris, cuando lo hacía mal, o le jaleaba con palmas y olés cuando acertaba; cómo le hizo especie de placita de toros en su huerta de Gelves; y cómo simulaba con una cabeza de toro suspendida de una cuerda los extraños de la res, en perfecta escuela práctica. Uno de sus amigos afirma que cuando Rafaelillo, ya mayorcito, oía lecciones de su padre,

- Para los pies, da la salida con el cuerpo, torea de brazos, no dejes el terreno al toro, etc., etc., le hubo de decir: -Pero papá, ¿ y V. en la plaza por qué los mueve, se huye, corre y no llega al terreno? -Y el Gallo le contestó: -Hijo, tú haz lo que yo te diga y no mires lo que yo haga. 

Si non é vero... é ben trovatto...

Hasta aquí los prolegómenos del novel torero; ahora, mi impresión de su arte.

No volví a ver al primogénito de Fernando, hasta que las campanas de la afición echadas a vuelo, con el concurso de campanero tan diestro como el Nene (mi colega local), después de la presentación de el Gallito la tarde del 29 de junio pasado ante el público sevillano, me llevaron al circo, deseoso de confirmar aquel presentimiento de su padre cuando me decía: - Osté lo verá-. Y asistí a la novillada jugada en la tarde del 13 de julio para formar mi juicio personal del precoz diestro que, al decir de sevillanos netos, era a modo de ángel exterminador llamado a derrumbar las columnas de la Mezquita y suplantar al Giraldillo; formas adecuadas de la efervescente exageración andaluza. 

Si no tuviese Rafael diecisiete años, y los toros por él lidiados de Clemente, no hubieron sido becerros, lo que circunscribe su trabajo dentro límites de juego infantil, que puede despertar el relativo entusiasmo que causan las monerías del chico, pero no consiente el maduro examen de las obras del hombre, entonces preciso fuera entonar ante el infantil torero un 

 Te Qallum laudamus, 

 te Eophaele confiiemur. 

 Pero esto, dicho sea con perdón de discretísimos colegas, fuese estrabismo del juicio, del que debemos huir los críticos, dejándole al improvisado entusiasmo del espectador impresionable... y que el Gallito cuenta con éstos en buen número, pude observarlo en la plaza, desde la segunda tarde que toreó en Sevilla(primera en que yo le vi). Desde los viejos entusiastas de su padre, que ven en él la reproducción de Fernando, hasta los jóvenes colegiales y estudiantes que le ensalzan por afinidad de años, bien dispuesta halló el hijo de el Gallo a la afición sevillana, que le mira como cosa suya y sufrirá un desengaño cuando la exhibición de su partida de bautismo le declare natural de Madrid, con la acostumbrada fórmula de «En la villa y corte de Madrid, a día 16 de Julio de 1882, yo, el infrascrito cura párroco de.... bauticé a un niño, hijo de Fernando y de Gabriela, a quien puse los nombres de Rafael.... etc.,  etc..»A pesar de cuya partida Rafael Gómez será en el concepto taurino sevillano.

En verdad, que si tan solo se atiende a la difícil facilidad con que el Gallito torea, a las maneras o estilo y hasta a la vista con que salva escollos y aprovecha momentos de lucimiento, fuera preciso ir lejos e ir alto para hallarle término comparativo. Es muy pausado en su habla y movimientos el chico este; lo que traducido al toreo, le hace ser muy parado, y, en tal punto, satisface las exigencias de los puristas rondeños afectos exclusivamente al toreo de brazos o del empleo de todos los remos depende de la asimilación directa de cualidades físicas, y que parando en aquellas suertes que lo requieren, la exuberancia de piernas, lejos de ser defecto, debe considerarse cual condición apreciable en el lidiador muy útil para otras suertes; v. g. el galleo, la larga, las tres formas de banderillear, al cuarteo, al sesgo y al relance; el toreo a punta de capote, etc., etc., pero con los brazos y sólo con los brazos, torea mucho y bien el Gallito, y por ello es justo aplaudirle. 

En todas las artes la práctica no es otra cosa que la aplicación de la teoría y así son más perfectos -inspiraciones o intuiciones aparte- los artistas que son maestros en la teoría de su arte; el toreo de salón enseñado por Fernando a su hijo ha sido la teoría del arte que practica hoy Rafaelito con tan raro aprovechamiento. De aquí la seguridad sorprendente en la ejecución de las suertes rematadas en maestro y esa familiaridad con que está a la vera de los toros, que hizo exclamar con chispeante oportunismo a un joven entusiasta, cuando pasaba al cuarto torete de Clemente: -Dale un cigarrillo -síntesis de su pasmosa facilidad y seguridad en el trasteo. 

Es además simpático el mozalbete, y sin que su figura sea estética -es algo cargado de espaldas y poco compuesto-, tiene ese quid de la gente flamenca y hechuras de torero.

¿Seguirá en progresión ascendente el joven torero hasta la madurez, amoldando las grandes condiciones que revela a otros ganados y más duras lidias?

Entonces, no será aventurado clasificarlo en la dinastía de los Rafaeles con el número III en el orden cronológico de las celebridades taurinas.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

RAFAEL CRUZA EL CHARCO CON SU CUÑADO


 'Diario de Córdoba' insertó un breve en su edición del 15 de septiembre de 1907 en el que se daba cuenta del viaje de un grupo de diestros a México:

"A fines del mes actual embarcarán para Méjico (sic) los espadas Gallito y Vicente Segura y el notable banderillero Blanquito". 

Blanquito es, sin duda, Manuel Blanco, extraordinario subalterno que fue primero a las órdenes de su suegro y después a las de su cuñado Rafael hasta que se retiró. Estuvo casado con Eloísa Gómez Campos, hija natural del patriarca de la familia.

domingo, 10 de septiembre de 2023

RAFAEL, HÉROE EN CÁDIZ

Antonio Fuentes
 El 15 de julio de 1907 el rotativo 'La Correspondencia de España' daba a conocer, en un breve, el resultado de la corrida celebrada la víspera en Cádiz:

"Cádiz, 14.-  Para asistir corrida vinieron miles de forasteros en el tren de Sevilla.

Al ser desencajonado se inutilizó uno de toros de Cámara.

Fuentes, bien en el primero y tercero.

En e1 quinto, muy mal y desconfiado.

EI héroe de la tarde fue Gallito.

Dio el quiebro de rodillas.

Con muleta, valientes y adornándose".

miércoles, 30 de agosto de 2023

GALLITO CHICO OVACIONADO EN CIUDAD REAL

 

De Luis Rogelio HM - Ciudad Real Capital - 064, CC BY-SA 2.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=72662508
'El Comercio de Córdoba' dio la noticia, en su edición del 14 de junio de 1897, de la novillada celebrada la víspera en Ciudad Real. El breve recoge un éxito de Rafaelito Gómez, por entonces 'Gallito Chico':

Ayer, en Ciudad Real, se corrieron cinco becerros de Porzuna, que resultaron buenos.

Revertito y Gallito Chico mataron los cuatro primeros de cuatro estocadas y dos pinchazos, siendo objeto de grandes ovaciones.

EI sobresaliente Ochoa mató bien al último bicho.

Durante la corrida llovió bastante.

domingo, 28 de mayo de 2023

RAFAEL DUYOS Y TRES GALLOS

El poeta valenciano Rafael Duyos protagonizó una entrevista firmada por su tocayo Martínez Gandía en la revista 'El Ruedo' de 24 de enero de 1945. En la misma cita a tres de miembros de la dinastía de los Gallo: José, su hermano Rafael y a su sobrino, del mismo nombre:

"- ¿Cuándo comenzó a ir asiduamente a la plaza, Rafael?

- Tendría entonces mis ocho o nueve años. Era en mi Valencia natal. Última corrida de Feria.  La corrida de ocho toros, que allí llaman «la fartà» , es decir, el hartazgo, y que era antes la que se celebraba la última. El cartel estaba compuesto por El Gallo , Gallito , Belmonte y Saleri II . Junto a mí había unos belmontistas a los que recuerdo de pie en el tendido, irritados, mostrando a la presidencia las entradas pagadas a buen precio. Y es que Joselito estaba muy mal aquella tarde.. . Ese día yo, que ya había estado en el cine y en el teatro, descubrí que los toros constituyen el único espectáculo en el que el público puede gritar... Y ya , desde entonces, he ido siempre.

(...)

- Usted habrá estado en la tertulia llamada El Gallinero, de Valencia. 

 Pues no, no he estado, pero conozco su existencia. ¿Qué ocurre con «El Gallinero» ? 

-  No, nada , que me acuerdo ahora de una cosa... Mi padre me llevó allí una tarde, con mis doce años y mi traje de marinerito. Allí, en  «El Gallinero» , estreché yo por primera vez en mi vida la mano de un torero, la de Rafael, el Gallo . Recuerdo que al despedirnos me dijo: «Adiós, tocayo» . Me ganó la emoción . ¡Figúrese ! Par a mí, un torero era un ser de otro mundo , algo colocado a un a altura infinita. ¡Y yo había estrechado la mano de uno de los más famosos!

(...)

—¿Qué época del toreo, de las que usted ha conocido, le gusta más ? 

 —Esta , salvando la de mi infancia y adolescencia , el espectáculo magnífico de la competencia entre Joselito y Belmonte. Y es más, creo que para el toreo de hoy está bien el toro de ahora o de últimamente. Aparte de que el tamaño del toro antiguo creo que no era tan exagerado como dicen. Me parece que en esto hay algo de fábula . También hay que distinguir entre el toro grande y el toro alto.

 —¿Cómo ? —Mire , un día estaba yo con Rafael Gómez (sic)* , el Gallito de ahora, después de una corrida que se le había dado bastante mal . Estaba explicando por teléfono a su hermano la jornada de poca fortuna y como éste le preguntara si es que los toros eran grandes, Gallito le contestó : « No es que eran grandes, ¿sabes? ; es que eran altos» . Y a hi quedó la cosa. 


* Rafael Ortega Gómez

domingo, 12 de diciembre de 2021

RAFAEL EL GALLO EN 'DIVISAS Y COLETAS'

 Enrique Minguet firmó en 1.908 el libro titulado 'Divisas y Coletas' en el que recoge, de manera sucinta, la historia de las vacadas y de los toreros del momento. Además, inserta fotos de los diestros.

Fuente: https://bibliotecadigital.jcyl.es/

GALLITO, Rafael Gómez. — El hijo del célebre Gallo, el clásico torero de Madrid, tomó la alternativa en Sevilla, el día 26 de Septiembre de 1902, de manos de Ricardo Torres Bombita. 

 Decir que Gallo es un excelente torero entiendo resulta una redundancia, todos sabemos que Rafael torea magistralmente, entusiasmando a los aficionados por practicar la lidia, que contiene la esencia del toreo fino, todos sabemos esto, todos, también tenemos olvidado de puro sabido que no mata, ¡si matase! habría necesidad de elevarle una estatua, pero no mata, ni matará, será exactamente igual que su padre, de los que se afligen en el tercio de la verdad. 

 ¡Ojalá me equivoque! Como entusiasta por nuestra fiesta lo celebraría, pues toreros como Gallito no abundan, por desgracia.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

BUENA TARDE DE RAFAEL EN VALENCIA

 El semanario 'Don Jacinto' `publicó en su número 17 de 6 de julio de 1.903 una crónica, firmada por Chopetí, de una corrida celebrada en Valencia días antes que contó con Rafael El Gallo. No se le dio mal la tarde al Divino Calvo...

Cabecera de la revista. (https://bibliotecadigital.jcyl.es/)

Después de mil combinaciones y de pagarle a Fuentes sin torear, la Subarrendataria pudo conseguir que Algabeño y Gallito se encargaran de la lidia de los seis de Concha y Sierra, que desde el mes pasado estaban en los corrales. Y vamos con los toros. 

La corrida estuvo bien presentada—aunque el primero y último fueron excesivamente cortos de cuerna—gordos todos y finos, siendo el más joven el primero, que cayó de cabeza al callejón rompiéndose el cuerno derecho por la cepa. Hicieron una pelea corta, y aunque bravos, carecieron de poder. 

La lidia que se les dio, fue infernal, pues continuamente hubo toreros a la derecha de los piqueros. El de la Algaba estuvo desastroso como director. 

Tomaron los seis bichos 33 varas, por 14 caídas y 7 caballos fallecidos. 

A excepción del primero y segundo, que se hicieron un tanto difíciles, por su mansedumbre, los demás se dejaron torear bien, a pesar de lo cual los espadas demostraron que con malos toreros, no hay toro posible por bueno que sea. ¡ Verán ustedes! 

Algabeño, toreando de capa y de muleta nos hizo recordar la conocida copla. 

Una pata tengo aquí 

y otra pata en tu tejado... etc., 

pues siempre abierto de compás y bailando toreó de muleta, no dando ningún pase de provecho ni de adorno. Con el estoque se defendió más, matando al primero de una baja entrando bien, de una superior estocada a su segundo, y al quinto de una honda, caída y delantera cuarteando por mor de los pitones. 

En banderillas solo puso un palito cuarteando. 

Para Gallito fueron las ovaciones de la tarde, y en verdad que el chico se hizo merecedor de ellas, toreó bien de capa, dando clásicas verónicas y largas. Con la muleta dio entre otros un pase de pecho con la derecha superior, y en el último, a fuerza de consentirlo con el cuerpo y con el trapo, se apoderó de él. 

Con el estoque estuvo valiente, dando al segundo una estocada muy buena de la que salió rebotado, una buena aunque con paso atrás y desviándose de la recta a su segundo y al último un pinchazo algo delantero entrando con los terrenos cambiados, y una superior. 

Banderilleando al último puso un magnífico par, cambiando después de muy bonita preparación. 

En suma, que Gallito se ha ganado el cartel de feria ¡lástima que ya no sea posible la combinación, por estar publicado! 

La gente de a caballo estuvo aceptable; y con las banderillas Rodas y Braulio en el segundo quedaron como unos hombrecito!. 

La presidencia bien en los cambios de suerte, pero mal, muy mal, no multando á los abusivos recortadores. Y hasta las de feria.

domingo, 28 de noviembre de 2021

EL ADIÓS DE RAFAEL EN 'DESDE LA GRADA' DE 1.918

 Pensamientos dedicó un extenso artículo a la retirada anunciada por Rafael El Gallo en 1.918. El texto forma parte de la obra 'Desde la Grada' en la que recoge lo más importante de esa temporada. 

EL ADIÓS DEL GALLO


El gran Rafael, el que fue uno de los toreros geniales, verdadero acaparador de la más delicada filigrana, el artista por excelencia, el divino calvo, según le llamaban algunos, celebró su última corrida en la tarde del día 10 de octubre, despidiéndose de sus paisanos los madrileños. 

 La fiesta estuvo, como era lógico, concurridísima; los boletos se pagaron a precios altos, y de haber sido mayor la Plaza, puede asegurarse que toda ella se hubiere llenado, dado el número considerable de aficionados que se quedaron sin poder entrar; baste decir que antes de comenzar el espectáculo hubo precisión de cerrar las taquillas. 

 El Gallo contendió con un toro de Contreras, bien criado y bastante bien puesto de cornamenta. 

 El hermano de José hizo en este su último toro, todo cuanto pudo hacer: toreó de capa, hizo quites rematándolos rodilla en tierra y con la muleta tuvo destellos de lo que fuE en la época de mayor esplendor.

 Mató pronto y acabó descabellando. 

 Rafael estuvo sumamente ayudado por su hermano. 

 Este toro de Contreras, fuE pareado por Cámara, Limeño y Joselito. 

El público tributó una cariñosa ovación de despedida en honor del simpático Rafael, que abandona las lides taurinas a los treinta y seis años de edad. 

 El Gallo brindó su último toro al duque de Tovar y luego desde los medios lo brindó también a todos los espectadores. 

 Con Rafael el Gallo desapareció toda una época del toreo; con este artista se fuE el lidiador más singularísimo de cuantos existieron; él, como ningún otro, tuvo ese don especial de indignar a los públicos y de hacerlos a los pocos instantes que, entusiasmados, aplaudiesen su arte soberano. El fuE siempre una figura diferente de todas las demás, y buena prueba de ello es que las Empresas le contrataron, que ocupó lugar preferente en la torería, y que se le toleró todo; pues en el Gallo hubo siempre la duda de si su trabajo resultaría magnífico o malo. 

 Con Rafael se eclipsó el lidiador modesto que estaba en posesión de los secretos del bello arte de lidiar reses bravas. El Gallo era de los Que decían, cuando alguien le hablaba de alguna de sus faenas desdichadas llevadas a cabo: 

 —Ya verá usted cómo me aplauden hoy. Y efectivamente, cuando él se confiaba no había más que aplaudirle de un modo entusiasta. 

 Otra de las cosas que también decía Rafael: "más vale que digan por allí saltó, que no allí le cogió."

 FuE un torero excelente, un banderillero bueno y un matador regular, bueno en algunas ocasiones, pues yo le he visto actuar en la Plaza de Madrid con dos matadores de toros, de esos que tienen fama de meter siempre el acero, y resultar que el encargado de dar esa tarde la nota de estoqueador fue Rafael Gómez (Gallo). Era un lidiador singularísimo en todo, y, por consiguiente, del que se podía esperar la realización perfecta de las diferentes suertes que el toreo contiene. 

 Corridas toreadas 

 En 1902, cuatro corridas; 1903, 23 1904, 30; 1905, 15; 1906, 18; 1907, seis 1908, 41; 1909, 21; 1910, 59; 1911, 58 1912, 74; 1913, 66; 1914, 71; 1915, 47 1916, 38; 1917, 36; 1918, 10, que en junto suman 617 corridas. El último toro que mató Rafael fue el 8 de diciembre en la Plaza de Sevilla, en una corrida a beneficio de la Congregación de Nuestra Señora del Rocío. El toro estoqueado por el Gallo era de la ganadería de Pablo Romero; le toreó bien de capa, hizo una faena de muleta cerca y tranquilo, dando un gran pinchazo y a continuación una estocada magnífica. 

 Este toro fue pareado por Cuco y Posturas. 

 Joselito 

 Quiso que resultase memorable la tarde de la despedida de su hermano, y cierto que resultó solemnísima en alto grado. 

 Cuando este soberano artista se aprieta bien los machos, no hay quien pueda ni siquiera intentar las suertes por él intentadas. 

 Los toreros más grandes que existieron, aquellas figuras que llenaron toda una historia del toreo, y que a fuerza de arte y de una valentía extraordinaria consiguieron ser artistas de valimiento eterno; aquellos hombres que sumaron admiradores entusiastas y decididos que fueron incondicionales suyos; aquellos hombres de pelo trenzado que se llamaron Cayetano Sanz, Paquiro, Cuchares, Lagartijo, Frascuelo, Espartero, Guerrita, Reverte, Fuentes y Bombita, ninguno, así, rotundamente lo digo y lo afirmo, logró hacer con el toro las faenas tan completas, tan pictóricas de arte que hace ese gran Joselito. 

 En esta corrida de la despedida de su hermano estuvo inconmensurable de arte y valentía. 

 Reconocido sin duda al buen público de Madrid, que acudió a la Plaza a despedir a Rafael, quiso demostrar su agradecimiento esculpiendo una de las páginas más brillantes del toreo y logrando de ese modo que la corrida resultase, por lo extraordinario de su labor, una de las fiestas que no se olvidan, de las que se recuerdan siempre, de las que se saquen a relucir con frecuencia. 

 Desde que salió el toro primero se apreciaron en José deseos grandes de trabajar y de hacer labor extraordinaria. 

 Ayudó a su hermano de una manera portentosa; toreó después en sus toros, ajustándose muy mucho y rematando con ceñidísimos recortes; hizo quites dobles, que llevaron todos la marca joselista, resultando, por consiguiente, de ejecución matemática; en banderillas (especialmente en el toro quinto) logró entusiasmar al pueblo, poniendo cuatro tremebundos pares, que fueron un verdadero asombro; con la flámula estuvo artista, estuvo valiente, estuvo fenómeno; parece mentira que pueda realizarse con un toro faena tan colosal. 

 De esta enorme labor llevada a cabo por García Ortega o pueden darse cabal idea nada más que aquellos que la presenciaron; fue toda ella tan completísima, estuvo tan repleta de valentía, arte y dominio que, seguramente, el único que pueda igualarla, no superarla, será el mismo Joselito. 

 Los dos toros que mató el papa-rey murieron heridos por lo alto, entrando a matar siempre en corto.

 Joselito cortó las dos orejas y el rabo del toro "Cigarrón", de Guadalest, segundo de los lidiados por él en esta memorable corrida. 

Limeño y Cámara 

 Estos dos toreros escucharon muchas palmas en esta despedida de Rafael; si Limeño estuvo valiente y mató bien su toro segundo, muy valiente y muy torero estuvo Cámara, heredero directo de la valentía y pundonor del gran Machaquito. 

 Estos dos lidiadores banderillearon bien, y el de Córdoba se apretó mucho con el bicho que cerró plaza, matándole de una gran estocada a volapié. 

 En otra corrida, en la que el público no estuviese con el entusiasmo que le proporcionó la labor de José, hubiere destacado bastante más la valentísima faena hecha por Cámara en el sexto toro de Guadalest.

 Los toros 

 El primero, de D, Juan Contreras, estuvo bien presentado y cumplió. Los seis restantes pertenecieron a la vacada del marqués de Guadalest; fueron desiguales en presentación y bravura, resultando buenos los tres últimos, sobre todo el quinto y sexto; el cuarto, llegó bastante nervioso al último tercio. 


 Ya se retiró el torero de los grandes alborotos; ya mató su último toro en los Madriles el lidiador sui géneris; ya abandona el campo donde adquirió fama y popularidad, recluyéndose en la vida particular, donde le deseo tranquilidad y bienestar continuos.

domingo, 7 de noviembre de 2021

ÉXITO DE RAFAEL EN VALLADOLID

Cabecera de la revista.
El 12 de julio de 1.897 la revista 'Pan y Toros' daba cumplida cuenta, en crónica firmada por Bejarano, de la actuación en Valladolid de la pareja de novilleros formada por Revertito y Rafael El Gallo.

 Valladolid 4 de Julio.—Cuatro becerros de D. Juan Sánchez de Carreros (Salamanca) que resultaron bravos, nobles y grandes para las facultades de las chicos.

Matadores: Manuel García Revertito y Rafael Gómez Gallito chico. 

 Revertito, de verde y oro, estuvo bien en sus dos toretes, que eran los más pequeños; pero nada más bien, sin que hubiera por qué concederle las dos orejas que se le concedieron; pues si con la muleta estuvo paradito, pinchó mucho y siempre que entró a matar lo hizo desde lejos y siempre por derecho. Banderilleando, en quites y brega bien y adornándose mucho. Dirigiendo muy bien. 

Gallito chico, de verde y oro. Toreando nos recordó a su padre, y pareando al discípulo de su padre; las verónicas, largas, de frente por detrás y faroles que dio en los cuatro becerros, fueron todas buenas y hubo algunas superiores: banderilleando en los cuatro pares que puso, después de elegante preparación, superiorísimo. Con la  muleta muy bien, pero muy bien; y con el estoque mucho mejor que su compañero, pues siempre entró a matar en corto y por derecho, agarrando superiores estocadas: y ya comprenderán ustedes que también cortó las dos  orejas. En quites muy bien. 

Banderilleando y bregando Mojinito, que estuvo superior, escuchando grandes ovaciones. 

 Picando Lagoz.

La entrada para ganar. La presidencia bien. La tarde con algo de viento. 

 La cuadrilla ha sido nuevamente contratada para el próximo domingo.

miércoles, 20 de octubre de 2021

RAFAEL EL GALLO SE ANUNCIA EN PRENSA

Las revistas taurinas de finales del XIX no eran muy dadas a insertar anuncios publicitarios de los coletudos que estaban en activo. Por eso resulta extraño el que reproducimos a continuación, aparecido en el número 106 del suplemento de 'El Enano', de fecha 21 de abril de 1.899. 

Rafael, todavía novillero, formaba pareja artística con Algabeño Chico.


 

domingo, 18 de julio de 2021

EL CAPOTE DE RAFAEL (TESTIMONIO DE GERARDO DIEGO)

 

Rafael en el remate de un quite (Colección ABC)

En el número de El Ruedo publicado el 23 de marzo de 1967, Gerardo Diego enjuiciaba el toreo de capote de Rafael.

Detrás de Juan vinieron los toreros gitanos, precedidos por El Gallo. Y con ellos el lanceo lánguido y bajas las manos. En Rafael "El Gallo" era mejor el toreo a una mano o con las dos, pero por la cara y variando los adornos. Su repertorio de largas ha sido el más fantástico y bello que yo he podido presenciar. Recuerdo una corrida de Beneficencia en Madrid en que Ignacio Sánchez Mejía me llevó a la plaza. Entramos, ya empezada la corrida, y desde un palco vimos al veragua, uno de aquellos veraguas prodigiosos de robustez y hermosura, embestir a un picador y a Rafael hacerle el quite sacándole con una larga, luciendo una majestad aliada con una gracia calada y, por supuesto, con una precisión magistral para llevar toreado al toro y para cuidar el revoleo de flor del capote. Ignacio y yo nos entusiasmamos, Y mi amigo, el esforzado torero, a quien tales primores le estaban negados, aunque su arrojo diese a su lidia momentos tan inolvidables, me dijo:


"Eso no lo hace ya más que Rafael. Y con cincuenta años casi."

La inspiración de Rafael en el primer tercio era tan inagotable que, por ejemplo, yo le vi, y dos veces seguidas, quitar arrodillándose antes de salir el toro del caballo, sabiendo situarse en el sitio exacto para dar largas afaroladas, la segunda tan ceñida, que hubo de inclinar violentamente la cabeza para que no se la tronchara



miércoles, 16 de junio de 2021

GERARDO DIEGO, RAFAEL Y LA LARGA CORDOBESA


El 6 de diciembre de 1966 la revista El Ruedo publicó un excelente artículo de Gerardo Diego titulado “La invención de la larga cordobesa”. Mostramos un extracto de este texto, el dedicado a Rafael y su interpretación de la mencionada suerte de capote.

 

Como es sabido, la larga cordobesa, cuya invención se atribuye, con mucha verosimilitud, a los califas del toreo cordobés, y cuya ejecución por Lagartijo el Grande yo conozco a través de dos relatos igualmente magistrales uno, escrito, de Azorín, y otro, hablado, ante toreros y poetas, por Ortega (don José), consiste en el lance a una mano, el capote cogido por una punta, resbalado al natural a la salida de un quite y rematado cuando el toro, bien toreado, da la vuelta, alejándose majestuoso el diestro sin volver la cara, con la capa arrastrando y colgada del hombro. La suerte es preciosa y de un garbo más romano que andaluz, según ya presentíamos y ahora vemos confirmado en la ópera.

En cuanto a mí, he visto ejecutar la larga cordobesa a un cordobés, Rafael González "Machaquito", amigo de Galdós. Y a un madrileño por accidente, sevillano de estirpe, Rafael Gómez "Gallito". "Acuérdate que te llamas Rafael", le canté recordándoselo. Y el sabor y grandeza que supo dar al lance fue muy superior al del otro Rafael, aunque fuera cordobés de verdad. Luego, ¿la he vuelto a ver en los ruedos? Alguna aproximación incompleta. Pero pura, cesárea, jamás como la del Gallo el 26 de junio de 1913 —otra tarde inolvidable —en mi plaza de Santander.

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

RAFAEL, PADRINO DE LA ALTERNATIVA DE 'CARNICERITO DE MÁLAGA'

 Bernardo Muñoz 'Carnicerito de Málaga' tomó la alternativa el día 1 de agosto de 1920 de manos de Rafael, quien le cedió los trastos para la lidia de 'Alevoso', negro, marcado con el número 17, de la ganadería de Domecq. Actuó como testigo el también malagueño Paco Madrid.

Se da la circunstancia de que Joselito se había comprometido con quien habría de ser suegro de Rafael de Paula para ejercer como padrino de la ceremonia. Tras la tragedia de Talavera, Rafael aceptó ocupar el puesto de su hermano en el festejo patrocinado por la Cruz Roja de la capital andaluza.

En cuanto al resultado de la corrida, el toricantano cortó una oreja en el 6.º, mientras Rafael oyó pitos en el primero de su lote y fue ovacionado en el 4.º. La tarde se la llevó Paco Madrid, que fue paseado a hombros tras cortas los máximos trofeos al 5.º.




miércoles, 5 de mayo de 2021

TEORÍA DE LA 'ESPANTÁ'

 El diario Sur de Málaga publicó el 15 de junio de 2014 un artículo de opinión titulado 'Teoría de la espantá'. Su autor, José Antonio Trujillo, trazaba un curioso paralelismo entre la actividad política y diversos referentes taurinos, entre los que mencionó a Cagancho, Rafael de Paula, José Tomás y a Rafael, este último con una presencia destacada pues no solo titula el texto sino que también lo cierra.

España es un tratado en movimiento. Con poco moho entre sus páginas y mucho olor a sudor. Somos por naturaleza poco dados a los beneficios de la quietud. Por cada escultor, nos sale un cuerpo de baile al completo. Nuestras transformaciones siempre necesitaron de la calle, nunca pudieron con las estrecheces de la biblioteca, el despacho o la academia.

Nuestro país no es tierra para actores protagonistas por apellido. Nuestra historia nos ha demostrado que los actores de reparto por méritos, son los que han salvado los muebles en casi todas las ocasiones. No nos gustan los 'salvapatrias' o los 'elegidos para la gloria'. Nos reconocemos dando la oportunidad al abogado de provincias, al maestro sin brillo, al médico sin academia o al torero sin dinastía.

España es un país para héroes anónimos, sin hacienda pero con honra, que conociendo que se pueden poner los pies en polvorosa, se mantienen firmes en su tarea.

En estos días históricos de pachanga política y coronaciones 'low cost', muchos responsables políticos están haciendo pequeñas las 'espantás' del mismísimo Rafael 'El Gallo' o el torero jerezano Rafael de Paula. Entendieron que el paso al frente que debían dar, tenía que ser tan sonado como el de Cagancho en Almagro.

Con tanta carrera de sus señorías con los pies manchados de albero y caquita, esperamos noticias de algún diestro que quiera fijar sus pies en el centro del ruedo y despache con ayudados por alto a tanto problema con cuernos sin afeitar. No esperen que del 'establishment' oficial aparezca el mirlo blanco que se quiera vestir de luces. Por ahora sólo hay un José Tomás, y ese toreará en Málaga, cuando el agosto se convierte en eterno.

Con tanto baile de corrales, ganaderías y carteles, nos quieren hacer creer que lo que es una espantá en toda regla, es movimiento gracioso, táctico e ingenioso, de mentes preclaras que entienden el significado de los tiempos donde el resto de mortales sólo encontramos confusión.

El miedo es tan humano como contagioso. Cuando uno está hasta las trancas, tiene todo el derecho de no vestirse de torero, pero no nos confundan. Sólo hay una 'Teoría de la espantá', y esa la desarrolló Rafael 'El Gallo' que dejo escrito: «Cuando no se puede con el toro, hay que dar la 'espantá'».


domingo, 2 de mayo de 2021

CORRIDA DE LA PRENSA DE 1920: RAFAEL, BELMONTE…Y CHICUELO

 


El 18 de junio de 1920, un mes después de la muerte de Joselito, se celebró en Madrid la Corrida de la Prensa. La expectación fue enorme -se puso el cartel de ‘No hay billetes’- por la presencia de Rafael, de Belmonte, y por la confirmación de Manuel Jiménez ‘Chicuelo’, que se había mostrado muy remiso a presentarse como matador en la plaza madrileña. Completó el cartel Diego Mazquiarán ‘Fortuna’. Los toros lucieron las divisas del duque de Veragua (4), Albarrán (2), Antonio Pérez Tabernero y Pérez de la Concha.

La tarde se la llevó el confirmante, quien salió a hombros por la puerta grande, mientras que Belmonte cumplió y Rafael tuvo una tarde de indolencia. A continuación, se ofrece la crónica del festejo, firmada por Gregorio Corrochano, en el ABC.

 

 Pero ayer no tuvimos esta suerte, y soportamos—esta es la frase justa—una de las corridas más pesadas, más monótonas, más aburridas y menos alegres. La corrida no tuvo más que una fase, que no sé si decir que debe contentarnos de haber soportado la corrida, y esta fase se expresa con un nombre: Chicuelo. Esta corrida de la Prensa, tan aburrida y pesada, ha logrado traer a Chicuelo a Madrid; ha metido a Chicuelo en el público de Madrid y ha demostrado a Chicuelo, tan temeroso de este público, que su verdadero público está en Madrid. Madrid está necesitado de un torero artista, de un torero fino, de un torero que sepa dar relieve y gracia al toreo. Y hoy, esa expresión de belleza, sin la cual el toreo pasa de ser un arte a ser un oficio vulgar, es la que caracteriza y define el modo de hacer de Chicuelo. Por esto pusimos tanto empeño en que Chicuelo viniera a Madrid. Hemos dicho que este es el público de Chicuelo, y vamos a razonarlo. En el primer toro, en el toro de la alternativa, estuvo Chicuelo pesado. Otro público se hubiese impacientado; éste, no. Este esperó. Se dio cuenta exacta de que el toro, manso, acobardado, incierto, no tenia más lidia que aquélla; se dio cuenta exacta de que un muchacho, en momento tan crítico, tan solemne y tan difícil, no tuvo una duda, ni una vacilación, ni una intranquilidad, sino que, sereno, inteligente y dominando la situación, hizo una labor reposada, sin impaciencias y sin desesperaciones, que a nada conducen. Chicuelo estuvo como el público: también supo esperar.

Y ya en el último lugar, cuando la fatiga era como una enfermedad que nos había invadido a todos, salió un toro que medio embistió, que dejó apuntar al torero algo de lo que sabe hacer, y vimos unos lances de capa maravillosos, y vimos otra cosa que vale tanto como los lances, y fue ésta: como el toro hemos dicho que medio embestía, al meterle el capote en la cara más de una vez inició la arrancada y no la dio; este es un momento en el que el ridículo acecha al torero; nada más natural que hacer un movimiento, que, al no seguirle el toro, parece de huida. Pues bien; Chicuelo, con esa tranquilidad del que torea despreocupado y despacio, y , con el toro toreado, y del que no mueve el capote a tontas y a locas, con la misma suavidad que iniciaba el lance no seguido por el toro, se reponía, rectificaba y volvía a citar. Estos detalles parece que no dicen nada; pero son los que más dicen.

Y con este toro, que medio embestía, que era grande, que era gordo y que tenía buenos pitones, hizo Chicuelo una faena que entusiasmó, que retuvo en sus asientos a los espectadores, que llevaban cerca de tres horas de corrida mala, y que le valió el salir, en hombros, después que le pasearon por el ruedo. Con valentía, con decisión y con el arte del torero fácil, que no codillea, le toreó a este toro al natural y de pecho, sacándose el toro, que se le quedaba, y aprovechando una arrancada cualquiera—a veces con el toro torcido, dudoso y casi gazapeando—, para recoger, mandar en el toro y dar un pase formidable. Con la mano derecha dio un natural soberbio iniciado y rematado prodigiosamente. Y advertimos que el toro no estaba franco, que no era para confiarse y correrle la mano, y que más de una vez se puso en peligro: recordamos un pase de pecho en el que le tropezó el toro. Dio un pinchazo bueno; otro delantero—el toro hizo un extraño—; una estocada muy buena y descabelló. Toreando es muy artista, aun sin toros a propósito, y matando es fácil

Del resto, ¿qué hemos de decir? Que en esta fiesta el toro dispone, y ayer dispuso con su mansedumbre que nos aburriéramos. Bastaría con copiar la frase de un espectador que dijo, ya en el séptimo toro, con acento de súplica y angustia:

—Haced algo, que estamos locos ya.

Así era. De los toros del duque sólo embistió el negro; con los cabaIlos, aunque tardos, cumplieron; pero con los toreros, no. Los de Albarrán se dejaron topear, cumplieron mejor, y el que le tocó a Fortuna tenía mucho temple. Uno que se lidió de Antonio Pérez, substituyendo a otro de Albarrán inutilizado en los corrales, llevó fuego. Y un sobrero de Pérez de la Concha cumplió. Tan poco como todo esto dieron de sí los toros.

Los toreros, como no son gente que hace milagros, no estuvieron bien. Belmonte obligó mucho a su primer veragua, que llegó agotadísimo porque en varas fue tardo, pero recargó. Sacó partido de las querencias en unos pases de pecho con la derecha muy artísticos; logró apoderarse de! toro. Pinchó tres veces, la segunda muy bien, y descabelló. D¡o la vuelta al ruedo. A mí me gustó más en el toro de Tabernero, a pesar del bajonazo y a pesar de que no dio la vuelta al ruedo. El toro del duque no era peligroso, y este otro, sí, porque estaba el toro con todo el poder, que era mucho, y salió muy descompuesto del tercio de banderillas. Se metió Belmonte en la cara, le aguantó valiente, le dominó en pocos pases y en seguida entró a matar; resultó un bajonazo morque el toro hizo un extraño y Belmonte entró con precipitación, porque estaba en terreno peligroso, apoyado en las tablas, sin ofrecer casi salida.

Fortuna, que no sacó del primero todo el partido que se pudo sacar—porque el toro era soso y el torero tampoco estuvo muy salado—, después de una estocada atravesada, como viera Fortuna que se le quedó el toro, se echó encima la segunda vez que entró y dio una estocada hasta la mano, saliendo cogido. El toro, que estaba herido de muerte, rodó sin hacer daño al torero. Gran ovación a Fortuna. Veneno picó solo este toro, que se arrancó muy bien a los caballos; y ya que de picadores hablamos, apuntemos el puyazo de Catavino al segundo. En el otro. Fortuna estuvo pesado al muletear. Mató de estocada y descabello.

 El Gallo no toreó ayer. Esa decisión que esta temporada era su nota más saliente le acompañó en esta corrida. No sacó más que los trucos de las tardes que no quiere torear. Y decimos que no quiso torear, porque si en el primero no pudo, en el otro, sí y, sin embargo, no toreó. En el primero estuvo breve. Mató de media perpendicular, después de hacer unas cosas graciosas, que se rieron por unos y se aplaudieron por otros En el segundo no estuvo ni gracioso ni breve.