domingo, 28 de mayo de 2023

RAFAEL DUYOS Y TRES GALLOS

El poeta valenciano Rafael Duyos protagonizó una entrevista firmada por su tocayo Martínez Gandía en la revista 'El Ruedo' de 24 de enero de 1945. En la misma cita a tres de miembros de la dinastía de los Gallo: José, su hermano Rafael y a su sobrino, del mismo nombre:

"- ¿Cuándo comenzó a ir asiduamente a la plaza, Rafael?

- Tendría entonces mis ocho o nueve años. Era en mi Valencia natal. Última corrida de Feria.  La corrida de ocho toros, que allí llaman «la fartà» , es decir, el hartazgo, y que era antes la que se celebraba la última. El cartel estaba compuesto por El Gallo , Gallito , Belmonte y Saleri II . Junto a mí había unos belmontistas a los que recuerdo de pie en el tendido, irritados, mostrando a la presidencia las entradas pagadas a buen precio. Y es que Joselito estaba muy mal aquella tarde.. . Ese día yo, que ya había estado en el cine y en el teatro, descubrí que los toros constituyen el único espectáculo en el que el público puede gritar... Y ya , desde entonces, he ido siempre.

(...)

- Usted habrá estado en la tertulia llamada El Gallinero, de Valencia. 

 Pues no, no he estado, pero conozco su existencia. ¿Qué ocurre con «El Gallinero» ? 

-  No, nada , que me acuerdo ahora de una cosa... Mi padre me llevó allí una tarde, con mis doce años y mi traje de marinerito. Allí, en  «El Gallinero» , estreché yo por primera vez en mi vida la mano de un torero, la de Rafael, el Gallo . Recuerdo que al despedirnos me dijo: «Adiós, tocayo» . Me ganó la emoción . ¡Figúrese ! Par a mí, un torero era un ser de otro mundo , algo colocado a un a altura infinita. ¡Y yo había estrechado la mano de uno de los más famosos!

(...)

—¿Qué época del toreo, de las que usted ha conocido, le gusta más ? 

 —Esta , salvando la de mi infancia y adolescencia , el espectáculo magnífico de la competencia entre Joselito y Belmonte. Y es más, creo que para el toreo de hoy está bien el toro de ahora o de últimamente. Aparte de que el tamaño del toro antiguo creo que no era tan exagerado como dicen. Me parece que en esto hay algo de fábula . También hay que distinguir entre el toro grande y el toro alto.

 —¿Cómo ? —Mire , un día estaba yo con Rafael Gómez (sic)* , el Gallito de ahora, después de una corrida que se le había dado bastante mal . Estaba explicando por teléfono a su hermano la jornada de poca fortuna y como éste le preguntara si es que los toros eran grandes, Gallito le contestó : « No es que eran grandes, ¿sabes? ; es que eran altos» . Y a hi quedó la cosa. 


* Rafael Ortega Gómez

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