miércoles, 22 de abril de 2015

LA TRAGEDIA DE TALAVERA EN EL CANTE DE DAVID PALOMAR

David Palomar es un joven cantaor gaditano que recientemente ha publicado su tercer trabajo discográfico, 'Denominación de origen'. En el corte 6 aparece un palo netamente festejo, 'Alegrías de albero', dedicadas al mundo del toro. La segunda letra refleja la tragedia de Talavera de la Reina y dice así:

Dijo Joselito el Gallo,

a su hermanito Rafael:

“Ese quinto yo no lo mato,

que me da muy mal presagio”.

El 16 de mayo del año veinte,

el genio de la Fiesta tuvo su muerte

en Talavera de la Reina,

esa maldita tarde de primavera.



El disco desprende flamencura y es un homenaje a los cantes y cantaores gaditanos tales como Mariana Cornejo, Juan Villar, Rancapino, Manolo Vargas, Pericón, Beni o Chano Lobato.

Aportan su toque Diego del Morao, Rafael Rodríguez, Jesús Guerrero. Keko Baldomero, Jose Carlos Roca, Paco González, Javier e Israel Katumba y  las palmas están Diego Montoya, Roberto Jaén, Jorge Bautista, Juan Grande y El Junco. A los coros: Toñi Nogaredo, May Fernandez y Anabel Rivera, todo bajo la producción de José Quevedo 'Bolita'

domingo, 19 de abril de 2015

'JOSELITO 1911' POR GERARDO DIEGO

Gerardo evoca a Joselito niño.
El excelente poeta Gerardo Diego, uno de los puntales de la llamada Generación del 27, escribió dos poemas dedicados a Joselito. De uno de ellos ya dimos fe en este blog y en el segundo, 'Joselito 1911', evoca la figura del coloso de Gelves, aún niño, al que vio actuar en la plaza y tuvo la oportunidad de comprobar su precocidad. Ambos están recogidos en 'La suerte o la muerte', poemario de temática taurina editado por tauros Ediciones en 1.963 pero de larga gestación, ya que comenzó a escribirlo en 1.926.

Niño yo te vi, te veo
-malva y oro- en la cuadrilla
de los niños de Sevilla.
 Párate, abril del toreo.
Detente, gracia, alabeo
de una adolescencia reina.
Todo el que coleta peina
se te rinde ahora. Espera.
Ay Talavera tornera,
Talavera de la Reina.

miércoles, 15 de abril de 2015

'EL AVISO' POR RAFAEL GÓMEZ 'EL GALLO'

Página de 'El Ruedo' con el artículo.

La revista ‘El Ruedo’ publicó en 1.945 el artículo ‘El aviso’ firmado por Rafael Gómez ‘El Gallo’. El texto se reprodujo años después, concretamente en 1.984, en el número 3 de la magnífica y recordada cabecera ‘Quites entre sol y sombra’ que editaba la Diputación Provincial de Valencia.  Así veía el Divino Calvo este recordatorio:

“En eso de los avisos y las broncas hay mucha historia y mucha leyenda. El aviso no tiene razón de ser, por ningún aspecto que se le mire. Hay toros donde los avisos se ven desde el primer muletazo. Y otros toros que se le ven venir y se está muy a gusto con ellos, y ni aviso ni nada. Quiero decirles que el aviso no se lo dan a un torero porque sea malo o porque el toro sea de mucho peligro. Que esto del aviso se podía suprimir y la fiesta no perdería nada con no tenerlo.
Yo me acuerdo –hace ya muchos años- que toreaba una tarde en Madrid Luis Mazzantini. Alternaba yo con don Luis. Y siendo, como era, don Luis tan buenísimo torero, cuando el alguacil lo buscaba por el callejón –ya sabe usted, amigo, que en Madrid los avisos los daba el alguacil- para darle las señas con los dedos, vio Mazzantini que le enseñaba un dedo, como diciendo que era ya el primero. Y don Luis lo miró y dijo por lo bajo:

- ¿Y por qué no me da ya el tercero? Si ya es igual.
Firma del autor

Y es que, oiga usted, amigo, cuando un toro se pone pesado, no lo mejora nadie. A mí, particularmente, los dos toros más malajes, con los que más he trabajado en mi vida de torero, fueron: uno de López Navarro, en Madrid, y otro de Murube, que se me fue, en Barcelona, vivito a los corrales… ¿Y qué? ¿Adelantó algo el presidente con tenerme allí hasta que se los llevaron para adentro? Y el público, ¿qué? Lo que pasa, cuando los presidentes le dan a uno más tiempo a ver si puede con el toro, es que el público se pone a gritar con más fuerza; y el presidente, más nervioso; y el torero, que más vale que se lo tragara la tierra.

Yo suprimiría los avisos. Pondría –qué sé yo- una especie de señales para que el espada se comunicase con el presidente. Y se dijeran entre los dos ‘lo que hay’ cuando un toro está pesado. Y ‘lo que hay’ es que lo mejor es que se lo lleven al corral, porque cuando llueven los pinchazos no los para nadie.

Yo recuerdo que aquel toro, de Murube, estaba duro como el hierro. Le entraba por el cuello, por los costillares, por las patas, el rabo, por todos lados, y allí no entraba la espada. Estaba duro como una piedra de esas del tiempo de los mamuts. 

Lo que hay que hacer es lidiar, torear. Pero sabiendo para lo que sirven los capotes de brega. No tener en la frente metido el cortijo y el coche y los guantes de cabritilla y el paseo por las calles del centro. Tener delante el toro, que es el enemigo. Torearlo, y si luego vienen los pinchazos y a usted, amigo, le tocan un aviso, mala suerte. Es que el toro se ha puesto como el hierro.

domingo, 12 de abril de 2015

LA TAUROMAQUIA DE JOSELITO EN POSTALES (V)

La vieja plaza de Madrid presencia, abarrotada de público, el primer tercio de la lidia. El picador, con el trabajo cumplido, enfila presto la puerta que lo devolverá al patio de caballos mientras José, rematando un quite, posa su diestra sobre el testuz de un toro que acomete con fijeza. Ambos, toro y torero, están en movimiento y parece que José quiera distraer a su antagonista para que caballo y caballero  puedan abandonar el ruedo. 

Detrás de José, a apenas un metro, un coletudo que por el perfil recuerda a Belmonte, presto a intervenir al menor atisbo de peligro. 

miércoles, 8 de abril de 2015

LA TAUROMAQUIA DE RAFAEL EN POSTALES (V)

Rafael, sin ninguna duda, acaba de dar un ramillete de lances de alto contenido emocional. Al público, fuera de encuadre, se le supone entusiasmado siendo el rostro del genial diestro un espejo de tal afirmación. Aparece este relajado, con el capote, pequeño y lacio, pendiendo de su diestra.

Mientras, el toro, entregado a su suerte baja el testuz, como dando a entender que el genial artista ha ganado la batalla.

domingo, 5 de abril de 2015

MIGUEL LIZÓN Y JOSELITO

Miguel Lizón como reclamo publicitario.
(Foto: ABC.ES)
Miguel Lizón era, en 1.957, un joven maestro alicantino aficionado a los toros que, al reclamo de un suculento premio de 500.000 ptas. ofrecido por el popular caldo Gallina Blanca, decidió probar suerte en el concurso radiofónico con el tema "La España visigoda". No pasó nada y, pese a su formación, cayó eliminado a las primeras de cambio. 

Poco tiempo después volvió a presentar candidatura con su pasión, los toros, y por un torero de su predilección, Joselito. Quiso la suerte que volviera a ser elegido y de sus vicisitudes da cumplida cuenta en este relato. 

En realidad los dos libros presentados son solo uno. Primero fue 'Joselito, los toros y la radio' y aligerado de pese salió en una segunda edición a la que se cambió la portada y el título prescindiendo del relato radiofónico. Este último fue bautizado como "Vida de Joselito, el filósofo del toreo". En la redacción de ambos colaboró y firmó como coautor el conocido periodista Rafael Campos de España. 

Los textos destilan estilos diferentes. "La radio" es muy personal, el relato diario del concurso como final a una biografía, por lógica corta, en la que Miguel explica su pasión por la tauromaquia. Los toros es un tratado histórico, corto y formal, sobre este mundillo y la vida de Joselito se adapta a los parámetros de la época, presentando al Coloso de Gelves como un héroe dentro y fuera de los ruedos. El prólogo de ambas ediciones sacadas al mercado por Aedos corre a cargo de Sancho Dávila, conde de Villafuente Bermeja y destaca en su interior una serie de fotografías en papel satinado y de buena calidad que evocan la tauromaquia gallista. Como dato curioso cabe destacar que los tres relatos tienen paginación independiente.

miércoles, 1 de abril de 2015

ÉXITO DE FERNANDO GÓMEZ GALLITO EN MÁLAGA

La Malagueta.
(http://www.malagaenblancoynegro.com/)
El domingo 22 de mayo de 1.910 se celebró en La Malagueta una novillada en la que intervino con éxito Fernando Gómez Ortega, Gallito. La revista 'El Enano' del 5 de junio publicó esta reseña firmada por Gavilán:

"Los novillos de esta tarde de Campos Varela, noblotes y tontos, a excepción del tercero. Entre todos tomaron 23 varas y mataron seis caballos.

Fernando Gómez, Gallito, estuvo muy bien toreando y en quites, y superior en banderillas.
Matando en el primero y tercero mediano, y valiente en el quinto.

Rafael Gómez, que debutaba esta tarde como matador de novillos, quedó regular en el segundo y muy bien en el cuarto y sexto.

La entrada un lleno."