domingo, 27 de enero de 2019

EXPECTACIÓN Y DECEPCIÓN

El domingo 5 de mayo de 1910 se anunció en la plaza de toros de Valencia una novillada picada, con un mano a mano de ‘Limeño’ y ‘Joselito’ (‘Gallito III’ en los carteles) en la lidia de reses de González Nandín.
La plaza de Valencia en 1910
La expectación en la capital del Turia era enorme. Tres días antes se agotaron las entradas y la reventa tomó al asalto los aledaños de las taquillas y los bares en los alrededores de la plaza.
El domingo amaneció soleado en Valencia, pero un cuarto de hora antes de comenzar el festejo descargó una formidable tormenta. Al asomar el presidente en el palco, hubo una gran bronca, pues el público le pedía que se retrasara el inicio del espectáculo. El presidente atendió la petición y el comienzo se demoró una hora para que el ruedo fuera acondicionado.
No fue un buen presagio, como luego se demostraría.
Lo mejor de la tarde llegó en el 3º y en el 4º. En el primero de ellos, los dos espadas entraron en quites y ‘Limeño’ paseó un trofeo tras una faena lucida. En el siguiente, Joselito realizó lo más relevante de la jornada, en un trasteo de muleta que entuasiasmó a los tendidos. El fallo reiterado en los aceros dejó el premio en una ovación.
El resto de la novillada no tuvo historia. Silencio y aburrrimiento fue la tónica de la tarde.

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