domingo, 25 de agosto de 2019

RAFAEL EL GALLO EN 'TOROS Y TOREROS EN 1909'

Rafael.
'Toros y Toreros en 1090 publicó la siguiente reseña sobre la temporada citada de Rafael Gómez. Firma los siguientes párrafos Manuel Serrano García-Vao, alias Dulzuras:

"Hay que convenir en que este año ha sido la desgracia lo que ha presidido la campaña de este matador de toros.
Si Gallito hubiera disfrutado completa salud, habría ganado mucho dinero y quizás se hubiera colocado, por una serie de circunstancias, en un buen lugar, del que habría sido difícil echarle después.
Fuera de Madrid Bombita y Machaquito, e indignado el público con ellos por causas de todos conocidas, a nada que hubiera hecho le habría levantado la afición quizás más alto de lo merecido; pero el hecho se pudo realizar, y en 1909 Rafaelito Gómez se habría aproximado a las 60 corridas, toreadas sin gran esfuerzo.
No se puede juzgar con severidad su campaña de este año. Si su salud no hubiera estado quebrantada, se podría decir algo que no le agradase, en medio de algunas alabanzas justas, por los rasgos salientes que mostró en algunos momentos de verdadera inspiración artística; pero una serie de consideraciones embotan los puntos de la pluma y no dejan correr ésta con libertad, pues sería inhumano hacerlo cuando lo poco que ha toreado ha sido en muy anormales circunstancias.

Una afección vexical que trajo de Méjico no le permitió torear un solo día en el completo dominio de sus facultades y despreocupación. No debió comenzar la temporada hasta haberse curado, y de este modo podía haber dado el franco y decisivo empuje que tiene que dar todavía para entrar en el concierto de los que son buscados por las empresas, pues no creo que él ni ninguno de sus más fervientes partidarios abrigará la creencia de que ya está colocado en un alto puesto, consolidado y sancionado por todos los públicos de España. Para hallarse en tal envidiable y airosa situación, necesita ganar muchas peleas a todos los que defienden sus bien ganados puestos, durante dos temporadas seguidas, por lo menos.

Hasta aquí sabemos que es un gran artista del toreo, con menos voluntad de la que todos deseáramos y a él le sería conveniente.

En determinados momentos llega a inconmensurable altura como torero; pero hasta la fecha no ha tenido una tarde completa, y menos aún una serie de tardes que son necesarias para llegar al sitio que quiere.

Respecto a si llegará o no, yo soy de los que creen que tiene condiciones sobradas y no necesita otra cosa que poner más voluntad al servicio del público, porque aun no hemos visto en este torero ese desprecio absoluto de todo, que es tan necesario para que las masas de público vayan detrás de los artistas taurinos. No hablo, repito, por lo que se haya podido ver este año, sino fundándome en el modo de ser, en la actitud constante del torero a que se refieren estas líneas.

Si durante dos temporadas seguidas sacudiera su apatía y con la edad hermosa que tiene quisiera ser tanto como el que más, lo sería indudablemente. Pero hay muchos hombres que no han llegado al sitio que de derecho les pertenecía porque no han querido, y bien podía ser Rafael Gómez uno de ellos, si al recobrar su salud, que deseo sea en seguida, no cambia de modo de ser.

Dicho está hasta la saciedad que es un más que excelente torero, que conoce las condiciones de los toros que tiene delante como las conozca el que mejor, y domina con gran superioridad sobre muchos de los que llevan más años que él el manejo de la capa, la muleta y las banderillas. En buen terreno se coloca para matar y, si en este punto quisiera echar fuera despreocupaciones durante un par de años, su nombre quedaría a la altura de los que más elevados están.

En cuanto recobre la salud, debe querer. Si no lo hace no se lo perdonará él mismo, porque tiene en su mano, en sus decisiones del porvenir, el ser o no millonario en poco tiempo.

Pudo torear en este año más del medio centenar de corridas, pero la enfermedad pertinaz que padece ha dejado reducida su campaña a lo siguiente:

Llegó de Méjico con el tiempo tasado para llegar a Castellón el 21 de Marzo, en cuya plaza toreó con
Bombita, y al matar tres toros de Anastasio Martín quedó mal en dos y regular en uno.

Vino a la corrida de la Prensa el 25 de Marzo en Madrid, y con Bombita, Machaquito y Gaona tuvo que estoquear un toro de Miura y otro de Pablo Romero. Se mostró en general buen torero, y como estoqueador no estuvo más que regular en el de Miura y mejor en el otro.

El 11 de Abril, con Bombita, trabajó en Murcia, matando tres de Saltillo mal, regular y muy mal, respectivamente.

Vino a Madrid el 12 con Vicente Pastor y Gaona a lidiar la corrida de Gama, y quedó mal en los dos
que le correspondieron.

A Valencia fue el 18 del mismo mes, con Bombita, a matar Benjumeas. Estuvo muy bien con el primero suyo, y mediano en los dos siguientes.

El 25, en Madrid, tomó parte con Vicente Pastor y Gaona en la corrida de Concha Sierra, en la que el toro Merino dio muerte a Lagartijilla, y resultó deficiente su trabajo. En esta corrida se empezó anotar de manera palpable que estaba enfermo.

Con Vicente Segura y Relampaguito toreó Santa Colomas el 2 de Mayo en Madrid, y sin llegar a lo sublime, se portó mejor que en corridas anteriores.

Con Bombita fue a Barcelona el día 20, y solo mató el segundo y sexto de Arribas, por haberle lastimado el cuarto levemente, teniendo que coger los trastos para este toro Bombita. Quedó regular en el segundo y bien en el sexto.

El 23 volvió a Madrid y, con Pepete y Relampaguito, lidió una corrida de Aleas. En ésta se mostró deficiente matador; pero fue ovacionado por cuatro magistrales pases de muleta y un gran quite que hizo.

En los días 25 y 26 marchó a Córdoba para lidiar, de Guadalest el primer día, y Castellanos y de Martínez, el segundo. Muy flojo estuvo en la primera de estas corridas, y en la segunda, sin llegar a superior, quedó bien. Le acompañaron el día 25 Machaco y Vicente Segura, y el 26 estos dos espadas y el Moreno de Alcalá. 

A Cáceres fue para torear con Pepete los días 30 y 31, y estoqueó reses de Muruve y Trespalacios. Cumplió bien en la primera; quedó regular en el primer toro de la segunda, y muy bien en el resto.

Los días 7 y 8 de Junio toreó en Algeciras, con Moreno de Algeciras, los Veragüeños del primer día, y con éste y Moreno de Alcalá, los Miuras del segundo. Muy mal, bien y regular mató la primera tarde, y en la segunda toreó bien y se mostró muy flojo con el estoque.

A Plasencia fue el día 10, y él solo mató cuatro toros de Pellón, quedando bien en todo. Su hermano, que iba de sobresaliente, mató los dos últimos.

Otra vez trabajó en Madrid, el día 20 de Junio, con Vicente Pastor y Gaona, y tuvo que estoquear dos de Muruve. Con el primero suyo estuvo muy medianillo. y en el quinto cumplió mejor, especialmente toreando.

El 24, con Relampaguico, matando ganado de Lozano, en Vinaroz. En los dos primeros suyos no hizo nada saliente, pero en el quinto estuvo muy bien.

El 27, en Barcelona, tuvo que cargar con los seis toros de la corrida de Olea, por haber sido herido Minuto en el primero. Se mostró muy torero toda la tarde, muy inteligente y muy trabajador. Al matar, ganó una ovación por lo bien que despachó al segundo.

Con Gaona mató en Segovia tres de Villagodio, el 29, y no estuvo tan buen matador como torero. La enfermedad que venía padeciendo se exacerbó de tal manera, que fue a Nîmes el día 4 de Julio y no pudo ni vestirse para ir a la plaza.

Perdió los meses de Julio, Agosto y Septiembre, en los que habría toreado otras 30 corridas, y el 3 de Octubre, sin que su salud lo permitiera, toreó en Madrid con Algabeño y Vicente Segura una corrida de Moreno Santamaría. A primera vista se conocía que no podía su mal estado de salud resistir el peso de una corrida, y así sucedió en efecto. El primero suyo lo mató regularmente, y no pudo con el otro, al que después de pincharle mucho, le vio ir al corral con los cabestros.
Fueron las corridas toreadas 21 y los toros estoqueados 56". 

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