domingo, 15 de marzo de 2020

RAFAEL ACOMPAÑA A FUENTES EN SU DESPEDIDA DE EL PUERTO

D. C. firma en 'La Fiesta Nacional' la última tarde de Antonio Fuentes en El Puerto de Santa María, en la que contó con la compañía de Rafael. El hecho tuvo lugar el 15 de agosto de 1908 y, aunque no se cite en el texto, el ganado fue de Concha y Sierra:





"Entusiasmo inmenso despertó en la afición esta corrida al solo anuncio de que en ella se despedía Antonio Fuentes y de que con él alternaría el clásico Gallito.
Rafael con el segundo. (Foto: La Fiesta Nacional)
De Sevilla, de la estación de San Bernardo, salió un tren que condujo unos 2.000 aficionados, que con el buen contingente de porteños y poblaciones próximas, dan un lleno en la amplísima y alegre plaza del Puerto de Santa María.

No se recuerda, ni por los más viejos, tan indescriptible entusiasmo como el que reina este día. No solamente ha llegado gentío inmenso de Sevilla, si que también de Cádiz, San Bernardo, Jerez y Sanlúcar, han acudido partidarios de ambos diestros, deseosos de aplaudir entusiastamente a sus ídolos.

Fuentes (celeste y oro).—Con desconfianza muletea al primero atizando un pinchazo con cuarteo; otro pinchazo alargando  el brazo; otro pinchazo, saliendo de naja (pitos); otro pinchazo yéndose del mundo (arrecian los pitos), un intento de descabello (los pitos degeneran en bronca); otro intento (grande protestas); siete intentos más entre una silba estruendosa, y el toro se acuesta entre la rechifla general.
En el tercero, muletea desconfiado, permitiendo la ayuda de todos los peones; entra bien y señala un pinchazo; con rectitud repite, para dejar media estocada contraria y delantera, que hace doblar al bicho y que se escuchen palmas.
Rafael entra a matar al segundo.
(Foto: La Fiesta Nacional)
Brinda la muerte del quinto a D. Luiss Mazzantini, y después de pocos pases y algún achuchón agarra  una superior estocada, que hace rodar sin puntilla al cornúpeto. (Ovación y vuelta al ruedo).
Con el capote no convenció a nadie, perdió terreno y estuvo a dos dedos del hule en una ocasión. Banderilleando, puso al quinto y sexto excelentes pares—como suyos—que le valieron palmas abundantes.
Gallito (blanco y oro).— Entusiasma a los espectadores con la muleta, en su segundo, y se corean sus pases. Con el pincho da una atravesada, un :pinchazo, escupiéndonse de la reunión; otro pinchazo, echándose fuera (las palmas se convierten en pitos); otro pinchazo cuarteando; tira la puntilla y toca algo; repite dos veces más sin éxito; (más pitos); descabella con el estoque y se retira el diestro al estribo.
En el cuarto muletea con brevedad, pero sin lucimiento, y atiza, entrando bien, media tendenciosa; coro de peones, se ahonda el sable y se echa el toro. (Palmas)

Brinda a Manzzantini la muerte del último, hace con el trapo rojo una faena movida y con 'jinda', y sin soltar, pincha bajo, entrando con cuarteo. Otro pinchazo.saliendo de naja y tomando el olivo; un pinchazo pescuecero (pitos abundantes); otro pinchazo y siguen los pitos, y por fin se acuesta el último de la tarde.
Rafael viendo dar la puntilla al cuarto.
(Foto: La Fiesta Nacional)
Con el capote hizo filigranas toda la tarde; con los palos fue aplaudido; en quites, monumental, oyendo muchas ovaciones.

De la gente de a pie, sobresalieron el veterano Blanquito, Americano y Pulguita, que se ganaron muchos aplausos.

De la gente de a caballo únicamente se distinguió Salsolo en algunas puyas. 

La corrida, por la reseña que de ella dejamos hecha, resultó sosa, saliendo el público descontento por no haber correspondido al inmenso entusiasmo que había despertado entre los aficionados de esta localidad, los cuales, en unión de muchos forasteros que presenciaron la corrida, salieron aburridos por la pesadez de algunos de sus tercios". 

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