domingo, 22 de abril de 2018

RAFAEL Y EL AFEITADO


Javier Vellón
 
El diario ABC, el 9 de marzo de 2018, reproducía fragmentos de la entrevista a Rafael, publicada en 1959, precisamente los dedicados al afeitado de los toros:

El debate sobre el tamaño y el trapío (que no es lo mismo) de los toros siempre ha estado encima de la mesa. Y el tema de los pitones y el afeitado. Así se pronunciaba Rafael el Gallo en 1959: «Eso del afeitado es según la costumbre de los toreros. Ahora, que quieren implantar nuevas normas, los toreros tienen que perder la costumbre de torear toros afeitados. Pero son igual de peligrosos o acaso más. ¿Qué me dice usted de esos cuatro dedos que llevaba en su arreglo el toro "Islero", que, sin embargo, mató a Manolete? Es un error creer que los toros tienen más fuerza cuanto más afilados tengan los cuernos. Por ejemplo, ¿de qué le sirve a usted una navaja muy larga si no tiene fuerza para clavarla en pelea? En cambio, una navaja la mitad de esa que usted tiene en su mano, manejada por un hombre que sabe impulsarla, llega hasta el corazón. Es cuestión de fuerza. Y los aficionados muchas veces se equivocan al creer que los toros más grandes son los de mayor fuerza».

Es una reflexión de Rafael el Gallo en una entrevista en el diario «Pueblo». Preguntaba el periodista: «Entonces, ¿por qué muchos toreros piden afeitados?» A lo que el torero respondía: «Porque son costumbres que se cogen, créalo. Piensan que yendo arreglado el torotiene menos peligro. Aunque ellos mismos saben que, en el fondo, es igual. Pero llevan a la plaza la ilusión de que estén arreglados. Yo viun toro moj(g)ón, con menos puntas en los cuernos que mis puños, matar a cinco caballos seguidos...»

Y seguía: «En mi época también se han arreglado los toros. Claro que era diferente. Se les hacían las cabezas más bonitas. Otra cosa es afeitar. De todas maneras, ni con arreglos ni sin arreglos se perjudica a la Fiesta. Porque los toreros que nacen artistas lo mismo torearían antes que ahora. O se es artista o no se es. Lo demás sobra. El genio lo es igualmente en cualquier época que nazca. Es cuestión de nacer con esa gracia».

El Gallo finalizaba su reflexión con varias preguntas: «¿No cantaría bien hoy Gayarre? ¿Sería malo el pincel de Velázquez aplicado a nuestra época? ¿Ramón y Cajal dejaría de investigar si viviese ahora?


miércoles, 18 de abril de 2018

‘EL JULI’ CORTA UN RABO EN EL ANIVERSARIO DE JOSELITO

Javier Vellón


Un jovencísimo Julián López ‘El Juli’ paseó los máximos trofeos en el festival conmemorativo del 75 aniversario de la muerte de Joselito, celebrado en Sevilla el 20 de mayo de 1995.

El festejo fue organizado por el Ayuntamiento de la capital hispalense, y se celebró en una plaza portátil de carros.

Se lidiaron seis erales de Joaquín Buendía. Al 6º, el que le correspondió al ‘Juli’, se le dio la vuelta al ruedo.

El resto de participantes fueron: Sergio Rodríguez (ovación), Francisco Javier Corpas (oreja), Miguel Gordillo (dos orejas), Curro Jiménez ‘Chicuelo’ (dos orejas y rabo) y Enrique Puerta (oreja).

domingo, 15 de abril de 2018

RAFAEL Y LAS SUPERSTICIONES

Javier Vellón

El 26 de mayo de 1917 el Heraldo de Madrid publicó una extensa entrevista con Rafael. Varias de las preguntas se centraron en la superstición.

-¿Entonces lo de usted es superstición?

-Una papa, hombre. Una papa como er peñón de Gibraltar.

-¿No le molesta encontrar un entierro cuando va a la plaza?

-Ni tanto asín. Claro es que prefiero toparme con un bautizo, pero si me topo con un ataúd, no me ze arruga, no, porque demasiado sé, como cantaban los frailes, ‘morir habemus’. La gente, conmigo, ¡anda más equivocaízima! Una ve, en primer año de mataor de toros, me fui a Valencia y le pedí al empresario pa toreá otra corrida, mir duros. El hombre intentó convenserme y al final me dijo: “Mira, Rafaé, que voy a mandá que pongan calaveras en los tendidos”. Y yo: “Por mí que pongan también ataúdes y sipreses y lechugas”. Y con calaveras en la entrada toreé con Emilio ‘Bombita’.

-¿Y las bichas?

-Nómbrelas por su nombre, que no me importa. En toa España me las han tirao.

-¿Y qué ha hecho usted?

-¡Toma! Reíme. En Graná, toreando yo con Machaco y con el Cohero me tiraron una liaíta en un papé y yo me la metí en er borsiyo y banderiyé y maté a un toro superiormente. Ahora en Barcelona me mandaron una de gran trapio al hotel, con una carta que chorreaba mala sangre por los cuatro costados. Siento que la hayan partío porque pensaba ponerla con las ‘bichas’ en un cuadro pa adorná mi despacho.

miércoles, 11 de abril de 2018

OTRA DE JOSELITO A COLOR

Afegeix la llegenda
'La historia, a color', el impagable proyecto de recuperación de fotos antiguas que lleva a cabo Rafael Navarrete, aborda otra vez la figura de Joselito. En la instantánea que nos ocupa, Rafael devuelve en todo su esplendor una imagen de Maravilla con apenas veinte años. El original es obra de Salvador Pascual Boldún. 

domingo, 8 de abril de 2018

MIEDO A LOS MIURAS

Javier Vellón
Joselito.


Con este título encabezaba su crónica 'Sinsabores' en el número 31 de Toros y Toreros, del 3 de octubre de 1916. Relata la polémica en Barcelona con la corrida de Miura y la caída del cartel de las principales figuras, entre ellas Joselito.

Risible es en diestros de segundo y tercer orden la manifestación, que no ocultan, de un terror sin ejemplo ante el flamear de la divisa verde, encarnada y negra de Miura. Victimas de sugestiones necias y creyendo en leyendas de tragedia y sangre, ni disimulan el miedo ni atienden á razones, y aunque pudieran hallar explicación de cogidas múltiples en el número exorbitante de reses que de esa célebre vacada se lidian y aunque los percances frecuentes saben ellos de sobra que obedecen al exceso de pánico ó á los prejuicios con que el torero sale á la arena, no hay forma humana de convencer á los que aspiran á estrellas de que los toros de Miura son iguales, por no decir mejores, que todos los de las demás ganaderías.

Pastor.
Pero si ese miedo en tales diestros es risible, en los de verdadero cartel y de gran fama es vergonzoso é indignante, y frente á un caso estamos que clama al cielo y en que el fantasma grotesco que el miedo creara ha sobrecogido dos corazones que siempre tuvimos por animosos y fuertes, derribando de sus pedestales á Vicente Pastor y á Gallito. Sí, señores aficionados «El León de Castilla» y el «Miguel Angel» del toreo, han temblado como hoja en el árbol ante la divisa de la casa miureña; y ni Joselito, que tanto debe á D. Eduardo, ni Pastor, que tanto debe al público, han querido en las postrimerías de la temporada luchar con reses ante las que hay que arriesgar y sudar de firme, pues la nerviosidad característica en el exceso de bravura de dichos toros, exige esfuerzos honrados para quedar bien y ganar dignamente las pesetas.

¿Queréis saber la edificante historia de este derrumbamiento desdichadísimo para los dos ídolos?

Pues, ello fué que en Marzo del corriente año ya se anunció que en la Plaza de Las Arenas, de Barcelona, torearían el 24 de Septiembre ocho toros de Miura ó Pablo Romero, los diestros Pastor, Gaona, Gallito y Belmente, y la nota de dicha corrida, juntamente con otras muchas, fué facilitada á TOROS Y TOREROS (I) por el director espiritual en Madrid de Joselito. Nos referimos al Sr. Menchero.

Gaona.
Este cartel alborotó á la afición barcelonesa, y más cuando, transcurrido algún tiempo, se puntualizó por la Empresa de Las Arenas que serían de Miura los ocho bichos.

«¡Miel sobre hojuelas!», se dijeron en Barcelona los que gustan de ver en todo su esplendor la fiesta nacional, ya que con los cuatro mejores toreros y ocho toros de la mejor casta se les brindaban esplendorosos acontecimientos. Pero... ¿cómo no iba á aparecer en combinación tan fastuosa el odioso y consabido «tio Paco» con sus rebajas?  

Fué primeramente la cogida que Belmente sufrió en La Linéa lo que comenzó á descomponer el cuadro. Menos mal que, hábil la Empresa, puso de substituto del trianero á ese animoso y singular torero mexicano, todo valor y todo arrestos, «inmortal» en los circos, puesto que en Valencia no murió después de una de las cogidasmás tremendas que ha sufrido diestro alguno. Silveti, que de él hablamos, tiene gran cartel en la Ciudad Condal, y con su buen nombre, los miuras y los otros tres «ases», proseguían el atractivo del cartel y el entusiasmo de los aficionados.

Se aproximaba la fecha de la corrida, y la expectación iba en aumento. Don Eduardo, según se vió después, había encerrado reses de treinta arrobas de peso, pues quería despedirse dignamente esta temporada del público barcelonés. Todo era júbilo y esperanzas risueñas, cuando... ¡ay!, saltó y vino Gallito, acometido de miedo cerval y exigiendo que fuesen de otra ganadería los toros.

No se le pudo complacer por estar ya la corrida miureña encajonada y no obstante los buenos servicios que un señor, conocido por Juanillón (representante de la Empresa de Las Arenas en Sevilla), quiso prestar á Joselito, por gratitud á éste, puesto que le debe el puesto, y con Maravilla se entiende maravillosamente en todo lo que no se ve desde el tendido.

Silveti.
—¡Po no atoreo, el... ¿Míuras á mí?... ¡Pa er nunsio!-exclamó Joselito. Y hubo, que eliminarle y volvió el cartel á cojear, ínterin el menor de los Gómez Ortega promovía un sin fin de bastas (con b) combinaciones en Valladolid y aquí para no dejar vivir á los pacientes empresarios.

Se aliñó, pues, el cartel, con Vicente, Gaona y Silveti, y seis de Miura, y el buen público de la capital de Cataluña le dijo mentalmente lo suyo á Joselito y aceptó el programa.

¿Debía ocurrir algo más? Sí, señores. Debía ocurrir, y ocurrió que Vicente Pastor se puso enfermo el día antes de la corrida y á la Empresa telegrafió anunciando «que no podia ir», cuarenta minutos antes de la salida del último tren para Barcelona con lo que no dio tiempo ni hueco para buscarle substitución adecuada. ¡Este rasgo de seriedad de Pastor es definitivo!

La corrida, á pesar de todo, se celebró, actuándo los dos mexicanos y dando Rodolfo la nota de arte y Silveti la de valor emocionante. Ambos escucharon ovaciones sin cuento, y el público, que había llenado la plaza hasta la última cornisa, les elogia por esta lección de pundonor y de vergüenza torera que les han dado á los otros.

¡A cada cual lo suyo, y no nos duelen prendas! Rodolfo merece ahora ua caluroso aplauso y con justicia se lo tributamos, como asimismo al valeroso Juan Silveti.

miércoles, 4 de abril de 2018

JOSÉ GÓMEZ 'CENIZO'

Toros y Toreros.
Javier Vellón

En el número 32 de la revista Toros y Toreros, del 10 de octubre de 1916, apareció este texto satírico sobre Joselito, firmado por ‘Pepito Revolcones’

JOSÉ GÓMEZ ‘CENIZO’

¿Se buscaba un buen mote para Joselito?

 Pues ahi lo tienen sus incondicionales, y al distinguido alfombrista y esterero que asesora al chico de doña Gabriela le recomendamos el alias que, por derecho propio, corresponde á su ahijado espiritual.

 ¡El «Cenizo»!... Más sonoro es que «Maravilla» y, además, es adecuado como ninguno á ese singular torero que ¡tiene la «mala pata» de arruinar empresarios acreditados, causándoles con sus exigencias una herida mortal en el bolsillo del chaleco.

 ¿Pruebas? Almería y Salamanca, en sus recientes ferias,y,  para contera, Sevilla, ciudad á la que debió ir para las corridas de San Miguel un diestro como Vicente Pastor, por ejemplo. Pero el «Cenizo», vulgo Joselito, impuso como condición para torear el no tener que agujerear la piel del último toro, y la empresa tuvo que ajustar para el tercer puesto á «Saleri», que de paso no haría sombra ninguna al astro, pudiendo éste maniobrar con entero desahogo.

¿Y qué ha ocurrido? Lo previsto, ó sea que el pú blico se retrajo y hubo unos vacíos escalofriantes, especialmente en la primera corrida, y«el «Cenizo», á quien tan justamente se ha censurado por su conducta en la feria sevillana, sufrió la afrenta del desaire de la afición, cosa que le lastima casi tanto como si al cambiar un billete le diesen un duro falso.
Eso de agotar el papel en taquilla es privilegio de Belmonte. El «Cejiizo», con toda su soberbia, es, en síntesis, un arruinaempresas, y éstas verán lo que deben hacer el año que viene, sabiéndose de algunas que, cuando les nombran á Joselito, no se pueden contener y exclaman:

 —¡Lagarto, lagarto

domingo, 1 de abril de 2018

CARICATURA DEL GALLO TRAS LA CORNADA DE ALGECIRAS

Caricatura de Marín.
Doctor Ventura Morón.
El semanario 'La Lidia' publicó en junio de 1.914 una caricatura firmada por Marín en la que aparecen Rafael 'El Gallo' y el doctor Ventura Morón, que lo atendió en Algeciras de la cornada que le infiriera un toro de Moreno Santamaría. Habían pasado los momentos más angustiosos y no estaba de más un poco de humor para liberar tensiones. 



El pie de foto decía: "Chóquela usted, doctor Morón. Nos ha dejado al Gallo como siempre: sin pelo y cacareando". Es de notar que el artista le colgó a Rafael la medalla, regalo de la señora Gabriela, que evitó un desenlace trágico.