(Plaza de Talavera. (Foto:volapie.blogspot.com.es) |
Javier Vellón
Paco Botas, mozo de espadas de Joselito, habló para El Ruedo, en
1945, de su relación con los Gallo y de su exeriencia en la trágica
tarde de Talavera.
—La tarde de
Talayera lo vestí yo...
—¿Le
desagrada a usted que hablemos de esto
—Hombre !...
No me gusta mucbo !, Pero si hay que contarlo...
Paco Botas era
una institución en la casa de los Gallo. No iba con José ni con
Rafael, porque en aquella época éstos llevaban a Caracol y Antonio
el del Lunar, respectivamente. Y Paco Bota hacía en la casa oficios
de ayuda de cámara.
—¿Lo quería a
usted Gallito?
—¡ Mucho ; sí,
señor ! Pero... mire usted un detalle de su carácter. Nos
tratábamos de tú. Y una tarde que fue a la casa de visita la
marquesá del Mérito, José, que tenía una habitación muy grande,
con unos armarios larguísimos, llenos de ropa de campo, de vestidos
de torear y de calle, va y me dice: «Paco: enséñele usté la
ropa a la señora marquesa...» Y aquel día noté yo que me iba a
llevar y... que no quería más tuteos.
—Cuando murió,
¿era usted su mozo de espadas ?
—Sí, señor.
Yo estaba con él en aquella época
Y como Paco Bofas
ya nos telató para EL RUEDO los incidentes de la víspera, iniciamos
los recuerdos estos en el día de la corrida
—Llegamos a
Talavera a la una de la tarde y José se acostó. A las tres en punto
lo llamé y él se tiró de ia cama, como siempre, jugando, porque pa
eso era un chiquillo.
_¿ No le
alteraba el vestirse de torero ?
- A quién? ¿A
José?... j Si se vestía más a gusto que er mundo I Ni en eso ni en
na lo ha igualado ninguno todavía !
—¿De qué
habló ese día?
- Verá usted. Su
hermano Fernando se había ido sin faja y entró a pedir una. José
se volvió a mí y me dijo: “¡Qué le parece a usted mi hermano'!
¡Un torero que se viene sin faja!... Ande usted, dele media de la
mía...»
—¿Y luego ?
—Luego se puso
a canturrear aquellas coplas del Espartero, que había aprendido en
Lima y que a mí no me hasían ninguna grasia... Se vistió a gusto,
porque era tnuy exigente pa eso. Yo le puse un vestío grana y oro
presioso, y... nos fuimos pa la Plasa.
—¿Se equivocó
José con Bailaor? '
—¡ Ni con ese
ni con ninguno ¡ En cuantito lo vio, y le vio la forma de embestir,
le dijo a su hermano, que estaba muy gordo ya y se asfixiaba cuando
corría: «Hala, pa dentro, Fernando, que éste no es toro pa ti». Y
al Cuco, a Blanquet y a Cantimplas los avisó también: “¡Cuidao
con este toro, que es muy peligroso!»
—¿ Qué lidia
hizo el toro ?
— Muy fea y
muy bronca. Derribó a Carriles y a Camero, y tuvo que salir
Farnesio, y lo derribó también. Como era muy astifino rompía los
capotes, como si llevara navajas de barba en vez de pitones.
—¿ Habló
mucho José ?
—Mientras
banderilleaban, colocó a la gente y volvió a avisarla : «¡ Ojo
con el toro, que al que coja le mete el pitón hasta la cepa !»
—¿Y al irse a
Bailaor para matarlo?
—Le dijo al
Cuco que se fuera, y se lió con el toro y le dio seis u ocho
muletazos muy buenos y de mucho castigo.
—¿Y luego ?
—Luego..., la
tragedia. Se le arrancó de pronto el toro muy fuerte, no hizo caso
al engaño... y le dió ia corná...
Y explica Paco
Botas:
—Cayó José
boca arriba y se incorporó en seguida. Quedó sentao en el suelo y
mirándose la herida. Cuando yo lo cogí ¡le salía por allí una
pelota verde!
— ¿Habló algo
?
—Sí, señó. A
mí me dijo : “¡A Mascarell ¡ A Mascarell !” Y no.paraba de
preguntar : “¿Y el médico? ¿Dónde está el médico?” Luego
ya perdió 'el sentío y no lo recobró más
—Entonces, ¿en
la enfermería no habló?
— Sí, señor.
¡ Ahora mé acuerdo ! Yo le tenía cogió el brazo y me dijo :
"Suérteme usté, que me ahogo.” Luego pidió: “¡Que no me
toquen!”
Y Paco Botas
termina su relato :
— ¡Vaya un
día negro!... Ni he vuelto más a Talavera, ni voy por na der
mundo...
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