El siguiente vídeo es fruto de la imaginación y de la recopilación de un buen número de fotos de Rafael. Ordenadas, con un poco de movimiento, pretenden dar fe de lo que fueron las tardes de toros protagonizadas por el Divino Calvo. Con sus luces y sus sombras...
miércoles, 29 de enero de 2020
domingo, 26 de enero de 2020
PRESENTACIÓN DE JOSELITO EN ALGÉS
Joselito niño. |
La presentación de José en Algés, cerca de Lisboa, tuvo lugar el sábado 13 de junio de 1908 acartelado con los por entonces inseparables Pepete Chico y Limeño II. La escueta reseña aparecida en 'La Fiesta Nacional' dice que el aforo se llenó en su mitad y que "los toros para los amadores, rejoneados y banderilleros, fueron unos criminales y los becerros para los niños, de la viuda de Feixeira, salieorn bravitos pero muy flojos".
Gustaron mucho los matadores: "Gallito III, el más torero, estuvo superior" a juicio de Sombrero-Ancho. Pepete, a juicio del revistero, estuvo bien y fue el más valiente, mientras Limeño II anduvo solo regular.
Gustaron mucho los matadores: "Gallito III, el más torero, estuvo superior" a juicio de Sombrero-Ancho. Pepete, a juicio del revistero, estuvo bien y fue el más valiente, mientras Limeño II anduvo solo regular.
EL SEÑOR FERNANDO, PADRINO EN LA ALTERNATIVA DE ‘EL MARINERO’
Antonio Ortega 'El Marinero' |
Fernando Gómez ‘Gallo’ actuó como padrino en la
alternativa del diestro gaditano Antonio Ortega ‘El Marinero’. Fue en el festejo
celebrado en Sevilla el jueves 14 de mayo de 1885. El señor Fernando tuvo que
cumplir ese papel porque Curro Arjona, que inicialmente abría cartel, no pudo
hacer el paseíllo por encontrarse enfermo.
De este modo, la corrida quedó del siguiente modo: se
lidiaron ocho toros de Anastasio Martín; El Gallo mató el 3.º, el 4.º y el 7.º,
mientras que Luis Mazzantini se las vio con el 2.º, el 5.º y el 8.º, y el
toricantano con el 1.º y el 6.º.
El toro de la alternativa se llamaba ‘Redondo’, era negro
lombardo, recibió cuatro puyazos y mató dos caballos. ‘El Marinero’ oyó palmas
tras matar de una media baja y atravesada.
El otro suceso de la tarde se produjo en el 7.º, de
nombre ‘Certero’ y de color negro. El señor Fernando, previo permiso de la
autoridad, cedió la muerte de la res a su banderillero Rafael Guerra ‘Guerrita’,
quien obtuvo el mayor triunfo de la jornada.
miércoles, 22 de enero de 2020
LOS GALLO EN LA FERIA DE JULIO DE 1913. CRÓNICA Y CARTEL ( Y V)
En esta quinta y última entrega reproducimos, además del acostumbrado cartel, la lista de precios y la crónica aparecida sin firma en 'La Correspondencia de España' el 30 de julio, un día después del espectáculo:
"La corrida es extraordinaria.
Se lidian ocho toros de Concha y
Sierra por los hermanos Bomba y Gallo.
Esta corrida, como la de ayer, ha
despertado gran entusiasmo, por ver la lucha de los Bombas y Gallos.
Se ha repetido el agotamiento de
las entradas, llegándose a dar cien pesetas por una barrera de sol.
Las entradas de sol han sido
vendidas por los revendedores a 15 pesetas.
El lleno es enorme. El público
que ocupaba la entrada general a la sombra ha asaltado los palcos vacíos,
costando gran trabajo el obligarle a desalojarlos.
Comienza la corrida a las cuatro.
Al desfilar las cuadrillas son
acogidas con aplausos.
PRIMERO
Negro.
De tanda están Arriero y los
hermanos Montañés.
Corresponde el turno de matadores
a Ricardo Bomba y Joselito.
El toro sale huido.
Bombita veroniquea; luego se
establece una competencia en los quites, y es muy aplaudido Joselito, que en
uno arranca la divisa.
El toro intenta saltar la barrera
en el momento en que lo hace un picador, empujando a éste.
El bicho sigue huido y salta al
callejón.
Gallea Joselito admirablemente, y
es ovacionado.
Aguanta el toro cinco puyazos.
Barquero prende un buen par.
Nuevamente salta el toro al
callejón.
Vuelve al ruedo, y Morenito le
pone un par abierto.
Termina Barquero con uno de
frente.
Bombita recoge el bicho con unos
cuantos mantazos buenos.
Sigue la faena, que es bastante
laboriosa, y sufre un desarme.
Entrando bien deja una estocada
buena.
El toro dobla.
Ovación.
SEGUNDO
‘Pinturero’, sardo.
Lagartijo, Salsoso y Camero son
los encargados del tercio.
Gallo mayor y Bombita pequeño
entran en turno.
Rafael torea algo atropellado
primero y bien después, oyendo palmas.
Toma el bicho cuatro puyazos por
dos tumbos y un jaco muerto.
Manolo Bomba hace un quite
superior en una caída de Salsoso frente a la cara del bicho. Ovación.
También son aplaudidos varios
quites del Gallo.
Coge Rafael los palos al cambiar
el tercio y clava un par superior al cuarteo; otro lo mismo, muy bueno, y
termina con otro de frente, delantero, saliendo apurado.
Rafael comienza la faena de
muleta con un pase aguantando, superior.
Al segundo pase sufre un serio
achuchón, metiendo Manolo el capote oportunamente.
El diestro hace retirar al
peonaje, y solo, pero con algunas precauciones, da mantazos incoloros.
Agarra una estocada superior en
lo alto, entrando bien, y el toro dobla sin puntilla.
Ovación, oreja y vuelta al ruedo.
TERCERO
En el ruedo están de turno Gallo
y Manolo Bomba.
Este le para los pies al bicho
con unas verónicas superiores, ciñéndose de verdad.
Toma el toro cuatro puyazos, por
una caída y ningún jaco muerto.
En quites se distingue Manolo,
que hace algunos artísticos.
Pala y Patatero prenden dos pares
buenos el primero y medio el segundo.
Manolo intenta dar el primer pase
rodilla en tierra; pero el toro no acude.
Después da varios en redondo de
molinete y uno por alto.
Luego da uno rodilla en tierra.
Entrando bien da un pinchazo en
hueso, saliendo rebotado.
Después da una estocada magnífica,
entrando recto.
El toro rueda sin puntilla.
Ovación y vuelta al ruedo.
CUARTO
‘Carasucia’, negro, bragao,
pequeño.
De salida le dan tres
refilonazos.
De turno están Ricardo Bomba y Joselito.
Este torea con maestría,
escuchando muchos aplausos.
‘Carasucia’ toma cinco varas por
dos caídas y ningún jaco.
En quites se lucen los maestros.
Pinturas y Almendro pasan
fatigas, por estar el toro mansurronenado y huido.
Por fin ponen los pares
reglamentarios.
Joselito, solo, hace una faena
movida, tirando a recoger al bicho, consiguiendo hacerse con él.
Aprovechando, agarra un
estoconazo un poquitín atravesado, saliendo acuchado.
Descabella al primer intento.
Ovación.
QUINTO
‘Salabaíto’, negro y bragao, de escaso poder.
Bombita el mayor estuvo muy
trabajador con el capote, luciéndose con unos quites hermosos en unión de Joselito.
El bicho recibió tres puyazos, no
tumbando más que a un picador, y sin hacer bajas en los caballos.
Ricardo banderilleó, después de
una artística preparación, clavando dos buenos pares y recibiendo por ellos
muchos aplausos.
Cierra el tercio el Patatero.
Bombita brinda el cornúpeto a su íntimo
amigo D. Luis Alcaraz.
La faena es pesada, demostrando
el espada mucha valentía.
Sobresalen en la faena dos pases
de rodilla en tierra, uno en redondo y dos de molinete.
El toro se muestra incierto, sin
quererse cuadrar.
El matador, aprovechando, entra,
en prendando viaje.
El toro hace un extraño y recibe
una estocada atravesada.
Bombita descabella al primer
intento.
En el público había diversidad de
opiniones; pero abundaron las palmas.
SEXTO
‘Caballero’; negro, lucero.
Continúan los aplausos a Bombita,
obligándole el público a salir en medio del ruedo.
Entran en turno el Gallo y Manolo
Bomba.
Rafael pretende dar un cambio de
rodillas y el bicho no acude.
Luego torea el espada bailando
mucho.
Sufre una tarascada en el brazo
derecho, sacando agujereada la manga de la chaquetilla, pero sin mayores
consecuencias.
El público le sigue aplaudiendo
continuamente, sobresaliendo en la suerte una serpentina y unos abaniqueos
superiores.
Manolo Bomba fue aplaudido en dos
buenos quites adornados.
En el tendido se arma un pequeño
escándalo entre los partidarios de Bombita y Gallito.
En el tercio recibió el animal
cinco buenos puyazos, haciendo caer en tierra a dos picadores y matando un solo
caballo.
El bicho es bravo.
El Gallo, después de una buena
preparación, clava dos medios pares superiores que le valen aplausos.
Brinda el espada el toro a los
comandantes de los buques de guerra surtos en el puerto.
La oficialidad de los barcos
ocupa el palco de la Diputación.
La faena resulta artística,
coreada con muchos ¡olés! Y ‘bravos!
Luce el diestro su saber con unos
pases muy originales, sobresaliendo un molinete y un pase rodilla en tierra.
El público pide que toque la
banda de música.
El matador descansa tranquilo
frente al toro.
El público lo ovaciona.
Pone fin con una faena
inconmensurable de muleta, dando media estocada ladeada, cuarteando mucho.
Lo descabella al segundo intento
a la ballestilla.
Recibe una gran ovación y la
oreja.
Los marinos llaman a su palco al
diestro.
Gallo mayor da la vuelta al
ruedo.
SÉPTIMO
‘Regidor’, negro.
La ovación al Gallo dura largo
rato.
El diestro permanece descubierto.
El toro es voluntarioso.
Enhebra la puya el picador
Alabao.
Los matadores se lucen en los
quites y Gallo se adorna, como de costumbre.
Bizoqui y Barquero, mal en
banderillas.
Manlo brinda a un amigo que ocupa
un palco, y hace una faena valiente, pasando con la izquierda, sin poder parar
al toro.
Los peones meten el capote.
Entra el diestro bien, y suelta
un pinchazo, barrenando, que el toro escupe.
Termina la faena con una estocada
buena, descabellando al primer intento. Muchas palmas y un regalo.
Durante el descanso, la Diputación
ha obsequiado a los marinos con champagne, grutas, cigarros, pasteles y
helados.
Los marinos, correspondiendo al
brindis del Gallo, le han hecho un regalo.
Después de muerto el séptimo
toro, Gallo sube al palco de los marinos, sosteniendo con ellos una corta
conversación.
OCTAVO
‘Vinagrero’, cárdeno, pequeño.
Joselito le saluda por verónicas,
saliendo trompicado en la segunda, sacándole el cuerno del toro la corbata.
Bombita comparte los aplausos en
quites con Joselito.
Toma el bicho cinco varas por dos
caballos muertos.
Cuco y Almendro no hacen nada de
particular en banderillas.
Joselito da seis pases, parando
poco, y larga una estocada algo caída.
El toro tenía la cabeza
descompuesta y Joselito aprovechó como pudo.
Descabelló al primer intento.
Bombita y los Gallos fueron
sacados en hombros, como premio a sus excelentes faenas".
domingo, 19 de enero de 2020
LOS GALLO EN LA FERIA DE JULIO DE 1913. CRÓNICA Y CARTEL (IV)
Siguiendo con la serie de los Gallo en el Julio valenciano de 1913, reproducimos la crónica que firmó Aguaíyo en 'Diario de Valencia' del 29:
“Tuvimos el gusto de presenciar ayer la mejor corrida del año,
tanto por el elemento toro como por el elemento torero.
La inmejorable presentación del ganado, unida al fatídico historial
de la vacada miureña, produjeron en el público tal curiosidad e
interés que aunque la plaza hubiese tenido cabida doble no hubiera
sido posible atender a todas las demandas.
Los revendedores hicieron un negocio estupendo: hubo caprichoso que
pagó 10 pesetas por una entrada de sol, y loco que ofrecía 100 por
una barrera.
En los tendidos de sol se tomarían algunas insolaciones.
En la enfermería de la plaza fueron asistidos dos espectadores,
víctimas del calor.
La corrida de ayer ha sido un éxito, tanto artístico como de
taquilla.
Todo el mundo cumplió con su deber: hasta el contratista de caballos
dio lo mejor de las cuadras, sacando a los picadores divinamente
montados.
Los toros
Como antes hemos dicho, eran de inmejorable presentación.
En la lidia dieron mucho juego, sin ofrecer esas serias dificultades
que a los miuras dieron fama.
Fue ganado nervioso en general y avispado en particular, pero no
miureño, en la verdadera acepción de la palabra.
El primero de los seis, tardo y con poder, no empujaba lo bastante a
la gente de aúpa, se tapó en el segundo tercio y llegó a la muerte
defendiéndose en tablas.
Fue un buen toro el lidiado en segundo lugar; bravo, poderoso y de
sentido.
Su pelea en el primer tercio no fue franca, pero en los restantes sí;
sobre todo en el último, al que llegó nobilísimo.
Al arrastrarse su cadáver aplaudió la concurrencia.
El tercero de la tarde fue el mejor de todos; poderoso y bravísimo
en el primer tercio, hizo una pelea franca, siempre en el mismo
tercio; llegó bien al segundo y excelente al último.
Bravo, poderoso y noble fue el cuarto, así como el último.
Y únicamente de algún cuidado y con dificultades para la lidia
resultó el quinto.
Tomaron en conjunto 36 varas, despenaron 13 caballos y desmontaron 18
veces a los de la garrocha.
El picador Chano fue víctima del cuarto, que de una cornada le
traspasó la suela de la bota, hiriéndole en la planta del pie.
Bombita
Cuando un matador de toros, con catorce años de antigüedad en el
escalafón de los de la clase, tres millones y medio de pesetas y
treinta y tantas cornadas en el cuerpo, realiza lo que ayer le vimos
hacer a D. Ricardo Torres Reina con espeluznantes TOROS de Miura, hay
necesidad de descubrirse si pasa por nuestro lado y decir a voz en
grito: “¡Viva el rey de la vergüenza torera!”.
Su tarde de ayer fue la más completa que en esta Plaza le hemos
conocido y eso que las facultades ya no le acompañan ni su salud es
nada envidiable.
Pero los toreros de pundonor como él son al románticos y a la
embriaguez del aplauso lo posponen todo: riquezas, comodidades, vida;
como el caballero español Rodrigo Díaz de Vivar alanceaba toros
desafiando el peligro por una sonrisa femenil o el destello de
admiración de unos ojos negros de odalisca.
El primer miureño de ayer sembró el pánico en las huestes
toreriles; aquello era las mezquitas Córdoba y Sevilla empalmadas y
la Giralda por aditamento. Allí había arrobas, tipo, poder, pitones
y bravura.
Ricardo, sonriente, como de costumbre, lo saludó con dos verónicas
buenas.
Después se lució en quites, compartiendo las palmas con sus otros
dos colegas.
A la hora de la emoción fue ésta tan grande que los dieciocho mil
espectadores apenas respiraban.
El de Tomares hizo retirar la gente y solito empezó la faena con un
pase por alto con la mano izquierda.
Continuó con pases ayudados por bajo, tan cerca del cornúpeto que
al rematarlos le tocaba el testuz.
Dueño de él, cerrolo en tablas del siete, y en ellas, entrando con
redaños, como los valientes, clavó la mitad del estoque en todo lo
alto, cortando la herradura y haciendo rodar a sus pies al formidable
enemigo, que como buen miureño defendía cara su vida apegado a la
barrera.
La ovación fue tan grande como merecida, y el discreto presidente,
D. Santos Alcón, le hizo cortar la oreja.
A su segundo, el cuarto de la tarde, con dos cuernos más grandes que
una serpentina, lo saludó Ricardo con un quiebro de rodillas
magistral, prolegómeno de unas verónicas hermosísimas y un farol
más brillante que una batería de arcos voltaicos.
Tocaron a banderillas y cogiéndolas presuroso, clavó al cuarto un
par excelente y después otro no menos lucido.
Cuando el toque de clarín le ordenó que matara brindó la muerte a
todos los espectadores de sol, fuese ante la cara del animal y al
primer pase sufrió una horrible tarascada.
No obstante estrechóse más más y más con su enemigo, hasta
anonadarlo y tocarle el testuz.
Pero el miura, en uno de ellos, le enganchó por la manga y
derribóle.
Levantóse ileso, y bravo como un jabato continuó, sonriente, su
interrumpida faena.
Cuando pudo, entrando derecho y saliendo por la cara, pinchó en lo
alto.
Sonaron palmas y algunos pitos, y pensando sin duda entonces el de
Tomares que vale más un 29 que una grita (cada cual piensa a su
manera), encunóse, y sin reparar en las dos perchas que le
aguardaban arreó derecho, para clavar todo el estoque hasta las
cintas en los mismo rubios, con tal verdad y valentía, que quedó
enganchado por la manga derecha.
Mientras el bicho doblaba se sentó en el estribo, y cuando dobló
para simpre el miureño, D. Santos le otorgó la oreja, y el público,
rendido ante la evidencia, le tributó ovación tan larga que aún se
oía cuando pisó la arena el toro siguiente.
Machaquito
El de la vergüenza por arrobas salió ayer decidido a que nadie le
mojase la oreja, sino a cortar alguna y demostrar urbi et orbe que
“hombre es D. Juan que, a querer...”, porque le quedan reñones y
redaños para quitarse de enmedio todos los miuras que tenga a bien
facturarle don Eduardo.
Con cuatro verónicas clásicas y un recorte, paró los pies a su
primero.
Sus quites en este toro fueron esculturales, su labor de muleta
buena, y la gran estocada con que lo echó a rodar, de las de
Costillares.
Cortó la oreja con razón y le ovacionaron con justicia.
En el quinto, que era un pajarraco difícil, trasteó con voluntad y
precauciones; entró a matar dos veces recto y valiente, saliendo
desarmado por la cara, ambas; dobló el animalito y se le aplaudió.
Gallito
El dios Jano del Olimpo toreril lució ayer sus dos caras como de
costumbre.
En su primer toro nos enseñó la cara fea, y en el último la de
delicadas facciones y hermosísimo ángel, que atrae, subyuga y
enamora.
¡Lástima de torero, tan grande como desigual!
Lo que no le vimos nunca fue matar bien, porque de eso, hace tiempo
que no quiere.
En el tercero de la tarde bailó tres verónicas buenas.
Como el bicho era bravo, pensamos que a la hora de la muerte
destaparía el gran calvo la caja de las bellezas.
Pero yo no las vi brillar en su trasteo con la muletilla, que aunque
adornado, como lo empañaba la desconfianza, a mí me pareció una
parodia de lo buen oque sabe hacer. Alargando el brazo, pinchó en el
sitio de costumbre.
Cuando se disponía a pinchar de nuevo, se le arrancó el animal,
clavóse un tercio de espada en el gollete, dobló el bravo bicho y
hubo pita.
En el último de la tarde, que era hermosísimo y de mucho respeto,
tiró de repertorio Rafael, e hidrópico de palmas, en un solo tiempo
lanceó por verónicas, navarras y faroles, todo bueno, pero con
demasiada precipitación.
En el segundo tercio cogió los rehiletes y puso cátedra de
banderillero clásico, elegante y seguro, clavando primeramente al
quiebro, de dentro a fuera, un magnífico par, otro al cuarteo, de
los de coloso, y otro doble en las mismas péndolas.
Brindó a los habitantes del infierno, cuando el del clarín hizo el
acostumbrado sostenido y colocado ante la cara del cornúpeto le
vimos administrar tres pases de rodilla seguidos, cuatro mudándose
la muleta de mano por la espalda, dos altos, etc., etc., todo
clásico, valiente, fresco y tan ceñido como el que más.
Después, cuarteando y echándose fuera, pinchó en el gollete.
Alargando la diestra dejó media caída delantera y tendenciosa, y le
pitaron.
Descabelló al primero intento, y no hubo más que anotar en la
libreta.
La gente montada cumplió a maravillas, sobre todo Arriero y Chano.
Blanquet se distinguió bregando.
Con los rehiletes, Patatero, que fue ovacionado justamente.
La Plaza ofrecía sorprendente aspecto por el lleno absoluto que se
observaba.
El público salió del circo muy satisfecho de la corrida.
Parte facultativo
“Durante la lidia del cuarto toro ha ingresado en esta enfermería
el picador Salustiano Fernández, Chano, que presenta un puntazo de
dos centímetros de profundidad en la parte media de la región
plantar del pie derecho. Pronóstico menos grave. Dr. Francisco
Serra”.
Existen varios detalles curiosos de la corrida de ayer.
El goyesco traje amarillo y negro que lucía Bombita, lo estrenó en
la corrida celebrada en Madrid el día de la boda de D. Alfonso, y no
había vuelto a usarlo.
La cabeza del toro ‘Estanquero’, al que dio muerte de modo tan
brillante, fue mandada cortar por Ricardo para que la disequen,
porque este ha sido el único toro que le ha enganchado sin herirle,
en su larga vida torera".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)