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Plaza de toros de Badajoz. (Foto: https://laciudaddebadajoz.blogspot.com/) |
Corría la temporada de 1.900 y en Badajoz se programó el día se Santiago un mano a mano entre Algabeño Chico y Rafael Gómez 'Gallito'. La pareja despachó novillos de Francisco Lobao Rasquilha y fue quien había de ser el Divino Calvo el mejor parado en las apreciaciones que recogió Primores para 'Sol y Sombra'. Esta revista publicó la crónica en su número 178, de 9 de agosto del citado año:
Novillada del 25 de Julio.—Los bichos lidiados
en esta novillada procedían de la ganadería de D. Francisco
Lobao Rasquilha, vecino de Santa Eulalia (Portugal), todos
de bonita lámina, bien armados y de libras, y, sin ser una cosa
sobresaliente, dieron juego, acometiendo con voluntad, pero
sin coraje a las plazas montadas. Algunos llegaron huidos al
último tercio, pero esto, más que defecto de sangre, es consecuencia natural de la mala lidia que se les dio. Tomaron entre
todos 89 puyas, proporcionando 10 caídas y haciendo nueve
bajas en las cuadras.
Estos bichos son los primeros que se han corrido de la cruza
que el Sr. Rasquilha ha hecho con sus vacas y toros de Palha.
Manuel Molina. Algabeño chico, promete poco, si hemos de
juzgarlo por las faenas hechas en esta plaza, pues en toda la
tarde no le vimos más cosas de mérito que tres pases de muleta al tercer toro. Con el capote, tampoco hizo nada de particular, y las banderillas no quiso aceptarlas, cuando en el
cuarto toro se las ofreció Gallito. Despachó a su primer enemigo de tres pinchazos mal señalados, tres estocadas atravesadas y otra en el pescuezo, intentando descabellar sin conseguirlo; a su segundo le arreó cuatro pinchazos y dos malas estocadas, saliendo dos veces perseguido; y del último se deshizo
de tres pinchazos, media estocada a paso de banderillas y una
dolorosa, acertando el descabello a la tercera intentona.
Durante la lidia del primer cornúpeto, y al terminar un
lance de capa, fue revolcado, sufriendo una contusión en la región poplítea derecha, de la que no se resintió hasta la lidia
del quinto toro, al terminar con el cual ingresó en la enfermería. Cuando más expuesto estuvo Algabeñito, fue al dar el
primer pinchazo a su último enemigo, quinto de la tarde, cayéndose en la cara del bicho, de cuyo percance salió ileso porque el cornúpeto no hizo por él.
El novel diestro demostró poca inteligencia y por lo visto
se olvida de que tiene mano izquierda, pues de ella no hizo
uso alguno.
Rafael Gómez, Gallito, el hijo de Fernando Gómez, de
quien creemos ha heredado con el apellido mucho del arte de
torear, es una esperanza, que Dios quiera no se malogre, porque bien necesitamos los aficionados de gente que, cuando
salga a la plaza, sepa lo que trae entre manos. Es elegante,
maneja regularmente el capote, y con la muleta hace verdaderas florituras. Al cuarto toro, después de alegrarlo adornándose mucho, lo quebró, pero se dejó pisar el terreno y no clavó los palos, saliendo perseguido de la suerte; después le colgó
medio par al cuarteo, y del mismo modo otro medio y un par
de frente al sexto y último bicho de la tarde.
Despachó a su primero de tres estocadas atravesadas, tirándose de largo, y una buena que hizo innecesaria la puntilla;
a su segundo lo despabiló de media estocada buena, en lo alto,
y un descabello a la primera, ganándose una ovación y la oreja del bicho; y puso fin a la corrida con una estocada buena,
dos muy malas y dos pinchazos silbables.
Gallito estuvo muy trabajador toda la tarde, demostrando
inteligencia y arte.
Los banderilleros, muy trabajadores, poniendo buenos pares. Sa distinguió el Nene.
Los picadores demostraron voluntad, sin que hicieran nada
notable.
La presidencia no fue dispuesta a la silba, y atendió todas
las indicaciones del público, quizá con exageración. Ocupó el
palco presidencial el Teniente Alcalde D. Eduardo Morán
Triana.
La novillada, en general, resultó muy aceptable; pues si
bien no hubo grandes cesas que aplaudir, tampoco las hubo
muy censurables.
Lo peor de todo fue la entrada; pues ésta ha sido la vez que
menos público ha asistido en Badajoz a una fiesta taurina.