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Gallito, luces y sombras en 1911. |
Dulzuras hace este extenso juicio sobre la temporada de Rafael Gómez 'Gallito' en su libro 'Toros y Toreros en 1911':
Bien quisiera, para desmentir a los que me han calificado y me califican de antigallista, tener muchas cosas buenas que contar de la temporada de 1911 relacionadas con el hijo de Fernando Gómez. Mi mayor satisfacción sería, al ir dando cuenta de las corridas toreadas por este diestro, referir que todas las tardes dejó a los públicos satisfechos y que éstos le habían sacado en triunfo. Algunas veces ha ocurrido así y se dirá; pero otros días ha sucedido lo contrario y también hay que decirlo, no por antigallismo sino porque se dice de todos y no va a ser Rafael Gómez una excepción para el aplauso ni para la censura.
Dije el año anterior al comenzar el juicio que hice acerca de este torero: «Si continúa mejorando su manera de matar, que hoy es mucho mejor que antes, y si consigue olvidar para siempre esas espantadas que hace delante de los toros, será la gran figura de los actuales tiempos. Pero mientras siga con esas desigualdades que le hacen ser en determinados momentos un artista sublime y a renglón seguido tan malo y miedoso como el peor maleta, hay que censurarle y discutirle, aunque quien lo haga caiga en desgracia entre los admiradores de Rafael Gómez.» Esto dije y no tengo porqué arrepentirme. Si el decir esto es motivo para que me califiquen de antigallista, como repetidas veces me ha calificado un amigo verdadero, Pérez Lugín, autor del libro de Gallito «El torero artista»; si el hacer sinceras apreciaciones y juicios justos es motivo para ello, venga en buen hora el calificativo, porque no he de cambiar del modo de ser ni por esas cariñosas reconvenciones ni por otros furibundos insultos. El Gallito es como es y no como se quiere que sea, y no voy a perder mi ecuanimidad al juzgarle por nada ni por nadie.
Escribí el año anterior las anteriores líneas que doy encerradas en comillas, y ellas son la base del juicio de este año.
Rafael Gómez no ha continuado mejorando su manera de estoquear, sino que por regla general ha matado mucho peor que mató en 1910, y tampoco se ha curado de las espantadas, sino que las ha dado mayores y más frecuentes, prodigándolas en aquellas plazas grandes en las que se jugaba el gran cartel, que con unas cosas y otras había alcanzado. Luego si en 1911 ha matado peor y se ha espantado más, su campaña en conjunto queda muy por bajo de la que realizó el año anterior. Repito que quisiera decir todo lo contrario; pero como decirlo sería faltar a la verdad.,-no puedo hacer otra cosa que al juzgar tener en cuenta los hechos consumados.
Algo han contribuido sus trovadores a que aparezcan agrandados los fracasos, porque exageraron tanto al modelar su figura que llegaron a presentarle como el fenómeno más grande que pisa los redondeles. En calidad de tal ha ido a las plazas en que ha trabajado y como a tal fenómeno le han exigido que cumpla; pero al ver que de diez veces, nueve, su trabajo era una vulgaridad, tirando a malo, se desataron las iras, y no voy a negar que, en algunas ocasiones, lo mismo en Madrid, que en San Sebastián, llegó una parte del público a extremos que no debió llegar.
Aquí una tarde quisieron agredirle, después de terminada una corrida, en el patio de caballos, y en San Sebastián ha ocurrido lo mismo dos tardes; pero para eso no da derecho el pago del billete ni nada, pues el torero acaba en el redondel, donde ha de aguantar gritos e improperios que deben acallarse en cuanto la fiesta acaba. Fuera de la plaza es el torero un ciudadano con todos sus derechos y se le deben guardar toda clase de respetos. De esta opinión no me apartará nadie, y el ver ciertas brutalidades me hace muchas veces lamentar que entre los aficionados a toros los haya que lleguen a intolerables extremos.
La culpa principal de esto la han tenido aquellos que han escrito y han hablado de Gallito en forma tal, que no se ha visto más que el anverso de su figura, en el que no se ve más que lo sorprendente, lo sublime, lo verdaderamente artístico que ofrece este diestro en determinados momentos, poniendo un pudoroso paño al reverso, en el que está el torero que huye, baila, corre, cuartea, se descompone y martiriza a los toros sin querer verlos ni en pintura. La figura justa es la que se ve por ambos lados, y presentar sólo uno de ellos, sea el malo o el bueno, es obra que se hace de mala fe y que no produce más que pésimos efectos.
Gallito tiene momentos grandes, muy grandes, estupendamente grandes, con la muleta; no todos los que le aplaudena a rabiar los incondicionales o los que toman por oro de ley todo lo que brilla. Yo admiro a Rafael algunos días en los que, inteligente y quieto, domina a toros que quieren irse y con su mágico movimiento de trapo los reduce a la obediencia, siendo lástima que esa reducción sea sólo para un instante muchas de las veces que lo logra, y a renglón seguido le veamos completamente cambiado.
En esos cuatro o seis pases que vemos en casi todas sus faenas, es en lo único que reconozco al torero artista que dijo Guerrita al hablar con el Sr. Pérez Lugín, cuando éste celebró con el gran cordobés una interviú que le sirvió de próloga su libro.
En lo demás, no; hay algunos pases ayudados, en los que despide a la res con el pico del trapo, completamente fuera de todo compromiso, que no me convencen; hay otros en los que, exageradamente encorvado barre el suelo con el trapo y describe círculos y semicírculos, que tampoco son de ley, y estropea muchas faenas, divinamente iniciadas, tirando los trastos en cuanto por un achuchón u otra causa pierde la cara de la res.
Con la capa hace algunos quites primorosos, con una abundancia de sabor clásico que encanta y ofrece unos cuadros plásticos maravillosos; da también alguna verónica buena; pero en esto no es constante, y en lo que no hemos visto nunca el recuerdo de su padre, es en eso que hace de rodillas con el capote y que, por grandes esfuerzos que hagamos, no podremos nunca llamar cambio de rodillas. Da una larga cambiada con una enorme salida, que ni gusta, ni se saborea, ni puede emocionar.
Ya dije el año pasado que la figura de Rafael Gómez se afirma sobre dos columnas: una de piedra granítica y otra de cartón. En el año que termina han sido muchas las veces que ha cargado el peso sobre la segunda, y por ello su figura ha adoptado más constantemente la postura risible y bochornosa, que la de arrogancia, gallardía y firmeza, siendo, por tanto, más las broncas que las explosiones de entusiasmo.
Su fuerza creadora se ha manifestado muy poco; y escasos fueron los días en que sorprendió a los públicos favorablemente.
Floja en general la campaña, ha sido fatal, con raras excepciones, desde Agosto, y se ha fantaseado muchísimo acerca de las causas que le hicieron aparecer en no muy gallarda situación ante los públicos. Dicen que sufre una enfermedad que consiste en ciertas preocupaciones y manías demostrativas de que no posee la integridad de sus facultades mentales. Si es así, no ha debido salir a las plazas en tal estado; no han debido tolerarlo los que bien le quieran y están a su alrededor; pero no lo creo, pues al menos sus pretextos oficiales para no torear en Zaragoza, Barcelona y Alicante han sido sufrir una lesión en una mano. De que no sea más que esto soy el primero en alegrarme.
No puedo creer esos cuentos que se han referido de que suponía que la gente de su cuadrilla le dejaban ciegos los toros con unos polvos que llevaban en los capotes y echaban tachuelas de punta en los chiqueros para que las reses salieran cojas.
Leí un artículo de un médico periodista que ha mostrado su competencia en asuntos taurinos en El Chiquero, de Zaragoza, en el que trata de explicar ciertas anormalidades de Gallito; pero no me convencí, por lo ya dicho: porque no creo que a un enfermo se le debe dejar trabajar en una profesión en la que tan necesaria es la integridad de las facultades mentales y corporales.
Con nada de esto puedo estar conforme, Gallito, que ha tenido contratadas tantas corridas como el que más, ha estado muy mediano en su trabajo, en general, y más malo aún con el estoque de lo que todos esperábamos. El año anterior comenzó a matar algunos toros con estocadas derechas, aunque un poco delanteras; pero en 1911 las ha dado más delanteras y en general caídas y torcidas, sin que vayamos a suponer que esto ha obedecido a causa alguna extraordinaria.
Dicho todo lo anterior, allá van los datos, lo más extensos posible, pues el año anterior fui censurado en el libro de Gallito porque en las corridas de Écija dije solamente que el primer día mató un toro muy bien y su trabajo fue bueno en general, y que en el segundo quedó muy bien, regular y regular, respectivamente. Estos juicios tan breves sólo los haré de aquellas corridas, pocas, en las que no hay más que referencias telegráficas, y en las demás procuraré que no se me escape nada.
La primera corrida que toreó fue la celebrada en Castellón el día 25 de Marzo con toros de Miura, acompañado de Vicente Pastor y Flores. A su primero lo toreó desconfiado, y después de un pinchazo dio fin del Miura con un bajonazo, que se le silbó. En cambio en el quinto realizó una buenafaena, que le valió una ovación, y también le ovacionaron y le dieron la oreja por la superior estocada con que lo mandó al desolladero.
El 2 de Abril toreó en Madrid en la corrida de la Prensa con Machaco, Vicente Pastor y Regaterín, dando muerte a un toro de Pablo Romero y a otro de Benjumea.
A su primero, que se huía, lo toreó muy movido y con ayuda de los capotes, para entrar con una estocada delantera y desprendida. La primera parte de la faena que hizo con el séptimo fue muy artística y lucida, Con el estoque dio un pinchazo bueno, otro sin soltar en mal sitio, otro lo mismo, otro delantero a toro humillado, media estocada muy delantera y un descabello con el estoque, después de dos intentos con la puntilla.
El 16 toreó la corrida de Pascua en Sevilla con Bombita, lidiando toros de Agüera. Le tocaron a Rafael los dos toros mejores de la corrida, y no sacó partido eje ellos, que fueron el segundo y sexto. Al segundo le dio unas buenas verónicas, un farol y un recorte, que fueron aplaudidos. Con la muleta estuvo cerca, y al herir dio media tendida y un pinchazo, echándose fuera, descabellando luego al tercer intento.
La faena que hizo con el cuarto motivó protestas por lo despegada y movida. Dio un pinchazo del que
salió derribado, otro cuarteando, media pescuecera, diez intentos de descabello y acertó al undécimo,
después de oir un aviso. Al sexto le hizo una buena faena de muleta y dio un pinchazo en hueso, otro, media estocada, otro pinchazo, otro sin empujar y media delantera. Fue sacado en hombros, y por cierto, muy censurado por consentirlo.
Los días 18, 19 y 20, también en Sevilla, con Bombita y Vicente Pastor toreó las de feria. Fueron los toros de la primera de Anastasio Martín, al primero de los cuales lo toreó con ambas manos regularmente, y lo mató con media contraria y tendenciosa, sin apretarse. Al sexto lo toreó cerca, aunque sin parar, y a volapié dio una estocada tendida e ida de la que dobló el toro, después de intentar el descabello con la puntilla y con el estoque.
De Concha y Sierra fueron los toros del día 19. Toreó bien de capa el tercero y oyó palmas, como también las oyó en un quite. Hizo con este toro una lucida faena al principio, que le valió palmas. Luego se movió y lució menos y se desconfió, resultando al final pesada la labor. Un pinchazo yéndose, media desprendida y una corta delantera. Al sexto lo toreó de capa con movimientos de pies. Brindó al público de sol y toreó cerca y lucido para pinchar, echándose fuera; luego dio una corta y atravesada y descabelló a pulso a la primera.
En la tercera fueron las reses de Miura. Al primero lo toreó cerca y con movimiento de pies, para entrar sobre tablas y dar un pinchazo malo sin soltar; otro yéndose, y entrando mejor, colocó media buena. (Muchos pitos y pocas palmas). Al sexto le clavó un par de banderillas que se aplaudió. Brindó la muerte de este toro al conde de Romanones y comenzó con unos pases superiores. Al entrar a matar cabeceó el bicho y pinchó el espada sin soltar. Otra vez le ocurrió lo mismo y dejó media muy buena a un tiempo. (Ovación). Esta fue su labor en las corridas de Sevilla, de las cuales le sacaron en hombros todas las tardes.
Fue el 23 a San Sebastián con Bombita a matar toros de Arribas. Al primero lo toreó bien y lo mató mal, con un pinchazo, media delantera, otro pinchazo y tres intentos de descabello. A su segundo lo empezó a pasar bien y se desconfió después. Pinchó sin soltar, dio luego una corta, otros tres pinchazos, recibió un aviso y acabó con media delantera. Al sexto lo toreó con desconfianza y lo mató de dos pinchazos, el segundo delantero y sin soltar, y media estocada delantera. (Oyó muchos pitos.)
El día 30, en Jerez de la Frontera, toreó con Bombita ganado de Moreno Santamaría. Al segundo de la tarde lo toreó tranquilo y con arte para dar media estocada delantera, de la que dobló el toro. Al cuarto le clavó un par de palos cambiando el viaje, y con la muleta hizo una superior faena, coreada con olés, que precedió a un pinchazo en hueso. Más pases y una muy buena estocada, que le valió una ovación y la oreja del toro. Con el sexto estuvo menos lucido con la muleta y despachó con dos pinchazos delanteros.
Con Pastor, Bienvenida y Gaona, lidió ganado de Trespalacios el día 2 de Mayo en Madrid. Encontró
quedado a su primero, al que le dio los tres primeros pases muy quieto y más movidos los siguientes. Se preparó en corto para matar; pero alargó la distancia al arrancar con una estocada en lo alto, tendida. Tiró la puntilla y acertó a la primera. (Muchos aplausos y vuelta al ruedo.) Al sexto, que estaba incierto, lo pasó regularmente para sacarlo de las tablas y dar un pinchazo, yéndose. Más pases y capotazos para otro pinchazo. Con pases de tirón sacó a la res de las tablas del 2, y con los terrenos cambiados, dio una estocada atravesada, sufriendo un paletazo en el pecho. (Hubo pitos abundantes y algunas palmas.) Pareó a sus dos toros.
Con Mazzantinito toreó el 7 en Beziers ganado de Arribas, y según referencias telegráficas, que son las únicas que tengo, estuvo colosal toreando y mal con el estoque.
El 14 vino a Madrid y tomó parte en la de Beneficencia con Machaco, Pastor y Gaona, estoqueando dos de Pablo Romero. El primer pase que dio á su primero fue bueno; pero sufrió un achuchón en el segundo, y vinieron dos espantadas que dieron motivo a protestas. Se echó fuera al dar un pinchazo hondo en mal sitio, otro delantero barrenando, más de media muy delantera y atravesada y descabelló a la segunda. (Pitos). Puso dos pares de banderillas al séptimo, y después de brindar la muerte al ex presidente de la Argentina, Sr. Figueroa Alcorta, dio tres pases derecho y quieto. Después se descompuso por una arrancada; pero se rehizo luego y dio otros seis pases impecables. Con el estoque hizo lo siguiente: un pinchazo, saliendo perseguido y yendo de cabeza al callejón, una estocada delantera y atravesada, otro pinchazo delantero, una delantera y tendenciosa, dos intentos de descabello y dobló el toro, después del primer aviso.
Con Machaco, Pastor y Malla, toreó Miuras, también en Madrid, el día 17. Llegó su primero medio muerto, a consecuencia de un puyazo de Salsoso, y Gallito se adornó con la muleta al torear al semidifunto. Le entró con media sin llegar, de la que salió huyendo. Más pases, y con el toro humillado entra a dar una delantera alargando el brazo, que mató. (Palmas y protestas.) Con el séptimo hizo una faena laboriosa, en la que hubo cinco o seis pases muy buenos, mezclados con otros que no lo fueron tanto. Dio un pinchazo en hueso y una estocada tendenciosa. (Palmas tibias.)
El 18 alternó con Bombita en Baeza al lidiar reses de Moreno Santamaría. Al segundo le hizo una faena vistosa y lo mató con media buena. Al cuarto le dio un pinchazo y media estocada, y al sexto, después de ponerle tres buenos pares de banderillas, le toreó artísticamente y lo despachó con media en buen sitio. Tuvo una buena tarde y lo sacaron de la plaza en hombros.
Con Machaco trabajó en Ronda los días 20 y 21, y estoqueó toros de Muruve y Miura, respectivamente. Con el segundo de Muruve realizó una inteligente faena en tablas, y lo mató de tres pinchazos y un descabello. Al cuarto le dio un pinchazo que casi descordó, y lo remató con la puntilla, y al sexto lo toreó con buen arte, para dar media alta, saliendo perseguido y derribado. Repuesto del susto, acabó con un golpe de puntilla. Puso banderillas en los toros cuarto y sexto. Dio al primero suyo de Miura, el día 21, muy buenos pases, algunos rodilla en tierra, y con el estoque administró tres pinchazos y una estocada caída y delantera que produjo el vómito. Con el cuarto estuvo regular al muletear, y dio un pinchazo bueno, otro regular, media contraria y tres intentos de descabello. (Pitos ) Al sexto le dio un pinchazo y una estocada, oyendo aplausos.
El 25 volvió a Madrid con Gaona, y lidió toros de Trespalacios. Al primero le dio sólo seis pases movidos, para irse al dar una estocada delantera que mató en seguida. Al tercero, que era bravo y llegó bien a la muerte, lo toreó mal. Dio un pinchazo, con tomadura de olivo a la salida, y una estocada delantera y tendida que hizo doblar. Se levantó la res, hubo una arrancada, y al doblar definitivamente oyó Gallito una silba grande. Al quinto le dio algunos pases buenos, entre otros medianos, y hubo una oleada o espantada fea. La faena, que fue muy pesada, acabó con una estocada delantera y caída.
El 30, en Madrid, toreó la corrida concurso, en la que le acompañaron Machaco, Pastor y Bienvenida. Dio muerte a un toro de Benjumea y otro de Santa Coloma. Encontró quedado al Benjumea y lo recogió con cinco buenos pases. Luego hubo otros no tan buenos y media estocada delantera y caída, echándose fuera. Al de Santa Coloma le puso un par de palos, tras larga preparación. Con la muleta hizo una faena pesadísima y equivocada, ayudado a ratos por Blanquito y Pinturas, para echarse fuera al dar media delanterae ida.
El 4 de Junio, con Machaquito, despachó en Madrid una corrida de los herederos de D. Vicente Martínez. La primera parte de la labor de muleta que realizó con el segundo fue primorosa, artística y valiente, que ovacionó el público con justicia. Al herir dio tres pinchazos sin estrecharse y media estocada delantera. (Muchas palmas, que mereció por la faena de muleta.) Al cuarto le dio una ceñida larga cambiada de rodillas. La faena de muleta fue regular nada más. Se echó fuera al dar media atravesada, y lo mismo al dar dos pinchazos, acabando con una estocada atravesada. Al sexto, cuatro pases, dos buenos, se echó fuera al dar un pinchazo; luego otro, media delantera y perpendicular, media pescuecera y atravesada, otra detrás de la oreja derecha, un intento de descabello, un pinchazo en el testuz y otro sin soltar, otro en tablas y un sablazo en la paletilla. (Bronca enorme y gritos de ¡que se vaya!)
Los días 5 y 6 tomó parte en las corridas de Algeciras, con Cocherito y Pazos, la primera, y con Cocherito y Bombita III, la segunda. Fueron el primer día los toros de Pablo Romero. Al primero le dio un pinchazo, media estocada, otro pinchazo, otro más y acabó con la puntilla. Al cuarto un pinchazo y media en lo alto. También acabó con un puntillazo. La faena del cuarto con la muleta fue buena.
El día 6 eran los toros de Miura, y con el primero estuvo superior con la muleta, terminando con él de media muy buena. (Ovación.) Con el cuarto todo lo contrario: una serie interminable de pinchazos, sablazos e intentos de descabello. (Oyó dos avisos y una silba grande.)
En Marsella, el día 11, con Minuto, despachó una corrida terciadita de Pérez de la Concha, y dijeron
los telegramas que cumplió bien.
Con Regaterin y Chiquito de Begoña trabajó en Madrid el 15, y estoqueó dos de Olea. El primero no
estaba suave, pues llegó huido, y Rafael Gómez empezó con dos pases buenos y los que siguieron muy movidos. Un pinchazo sin soltar, una estocada delantera, caída y atravesada, un pinchazo delantero y media delanterísima. (Bronca y repetición de los gritos de ¡que se vaya!) Escuchó siseos al salir a matar el cuarto, y aunque comenzó con dos telonazos desconfiado, dio luego seis pases muy vistosos y artísticos. Entró a herir con media delantera y ladeada, que se silbó como antes se habían aplaudido los pases; media perpendicular y un descabello. (Palmas y pitos.)
Con Machaco, Pastor y Cocherito toreó en Granada los días 17 y 18, toros de Veragua en la primera y
de Olea en la segunda. Al primero de Veragua le dió cuatro pinchazos, media estocada y descabelló á la tercera. (Pitos.) Al séptimo le puso tres buenos pares de palos, le hizo una lucida faena, coronada con una gran estocada, que le valió una ovación y la oreja. Al tercero de Olea le clavó un par superior y lo toreó muy bien de muleta, para matarlo con dos pinchazos buenos, media delantera y un descabello a la segunda. Al séptimo, tras una faena lucida, le dio cuatro pinchazos, media caída y un descabello. (Pitos.)
El 29, en Valencia, alternó con Pastor y Valenciano, y mató uno de Santa Coloma y otro de López Navarro. Con el de Santa Coloma realizó una hermosa faena, que terminó con una estocada de efecto rápido. La ovación duró largo rato y hubo concesión de oreja. También estuvo muy bueno al torear al de López Navarro, y entró a matarle en corto con una estocada muy buena, que le valió la segunda ovación. A este toro le puso un buen par.
En Lisboa toreó el 2 de Julio, y fue muy aplaudido con los embolados de Francisco de Silva Victorino.
En Pamplona trabajó los días 7, 9, mañana y tarde, y 10. Alternó el primer día con Machaco y Manolete al dar cuenta de dos de Villagodio. A l primero suyo le toreó bien en algunos pases, y lo mató con una delantera perpendicular y atravesada, que se premió con una ovación. Al quinto le dio dos medias pescueceras, perpendiculares y atravesadas, e intentó el descabello cinco veces (Bronca.)
El 9, por la mañana, mató un toro de Villagodio, al que le puso un buen par, y lo toreó bien de muleta,
de cuatro pinchazos delanteros y una honda, con la misma colocación. De Parladé fueron los toros del 9 por la tarde, y en ellos estuvo como torero colosal, haciendo dos monumentales faenas de muleta, que fueron justamente ovacionadas. Con el estoque a su primero le dio un pinchazo sin soltar, una delantera, perpendicular y atravesada, dos pinchazos más y media delantera y tendenciosa. Al quinto le citó a recibir dos veces, y como no acudiera, dio a volapié una magnífica estocada, de la que rodó el toro. (Ovación, oreja y el delirio.)
En la última fueron los toros de Pablo Romero, y no estuvo muy afortunado con la capa ni con la muleta. Al tercero lo mató con media delantera, echándose fuera, y al sexto un pinchazo delantero y una estocada lo mismo, sin meterse ninguna de las dos veces. (Lo sacaron en hombros.)
El 16, en Zalamea, mató cuatro toros de Carvajal. Al primero lo pasó bien y le dio un pinchazo y una
corta. (Ovación.) Al segundo, un pinchazo y media. (Palmas.) Al tercero le colocó dos pares de banderillas; después lo toreó con mucho lucimiento, y lo mató con un pinchazo y una estocada buena. (Ovación.) Al cuarto le quiso clavar dos pares de palos a un tiempo, y cayeron al suelo tres banderillas. De nuevo coge cuatro palos y los clava en buen sitio. Toreó bien de muleta, dio una estocada hasta la mano y lo sacaron en hombros. ¡Lástima que tardes tan completas no las tenga en otras plazas!
Con Cocherito toreó en Lisboa el día 20 ganado de Salgueiro, y escuchó muchos aplausos.
Los días 23, 25, 26, 27 y 28 toreó en Valencia. Con Fuentes y Flores alternó la primera tarde, y los toros eran de Parladé. Sufrió dos desarmes al empezar la faena de su primero; pero se repuso después,
y resultó buena la labor, para dar un pinchazo y una muy buena estocada, que se ovacionó. Al quinto también lo toreó bien, y lo mató con un pinchazo delantero, una estocada en buen sitio y cuatro intentos de descabello.
El día 25 le acompañaron Machaco y Vicente Pastor, siendo los toros de Martínez. Con el tercero hizo una faena vulgar para media delantera, y otra media más delantera aún. Toreó de capa y banderilleó el sexto bien, y tras una brega adornada y poco quieta, dio un pinchazo delantero y media delantera y torcida. Descabelló y oyó pitos.
Con los mismos compañeros, el día 26, mató dos toros: uno de Concha y Sierra y otro de López Navarro. Con su primero empleó algunos bonitos pases, y al entrar a matar, se le arrancó el toro y dio el chico una estocada a un tiempo. (Palmas.) Al de López Navarro lo toreó con valentía, y el primer pinchazo lo dio entrando bien. Luego dio otro delantero, dos pinchazos más, media delantera y un descabello. Puso banderillas a los dos toros.
Con los mismos espadas trabajó el día 27, y el ganado fue de Miura. A su primero lo toreó de capa y le puso dos pares de palos, uno de ellos superior. El principio de la faena de muleta fue muy lucido, y luego no tanto. Media estocada con cuarteo, un pinchazo sin soltar y media tendenciosa, necesitó para matar al miureño. Al sexto también lo veroniqueó y le puso un mal par. La faena de muleta fuevistosa a ratos, y entró bien con un buen pinchazo. Otra pesada para media delantera, de la que salió para el callejón, al cual se coló, y una alargando el brazo. (Se tocaron las palmas.)
Con los de Guadalest, de la última en la que toreó Flores, además de Machaco y Pastor, no hizo nada de particular, exceptuando la faena de muleta de su primero, al que dio dos pinchazos hondos, uno en
hueso y dos intentos de descabello. A l séptimo le dio un pinchazo y media delantera. (Oyó de todo.)
Reses de D. Felipe Salas lidió en Cádiz, el día 30, con Gaona. A su primero lo mató con una estocada superior, tras una faena magistral; al tercero de un pinchazo delantero y una estocada delantera, también, tomando el olivo en ambas salidas, y al quinto de un pinchazo en lo alto y una estocada buena.
Con Quinito toreó el día 6 de Agosto en San Sebastián la corrida de concurso, estoqueando un toro de Gómez, otro de Peláez y otro de Villagodio. Al primero le dio cuatro pinchazos y dos metisacas. Al segundo suyo, dos pinchazos malos, una pescuecera barrenando y un sablazo. Al sexto, después de sus clásicas «espantás», una delantera y perpendicular, un pinchazo del que salió huyendo, otra delantera y siete intentos. Esta corrida fue para Gallito un desastre.
El día 11, en Alicante, con Fuentes, Pastor y Gaona, lidió Veraguas, quedando medianamente en el primero de los suyos y bien en el otro, en el que fue muy aplaudido.
El 13, en Gijón, con Pastor y Bienveniday toros de Santa Coloma. Con el primero hizo al principio una faena muy lucida, como prólogo de media estocada; luego estuvo más pesado y repitió con otra media delantera e intentó el descabello varias veces. Con el quinto estuvo deficiente con la muleta y entró mal a dar un pinchazo que descordó al toro. En los dos escuchó pitos abundantes.
El 15, en Gijón también, y con los mismos espadas del día anterior, mató dos Miuras. Hizo con su primero una labor de muleta descompuesta, para dar tres pinchazos, saliendo atropellado. Intentó dos veces el descabello, escuchó dos avisos y acabó con media pescuecera. (Gran silba). Al quinto lo toreó bien al principio y luego se descompuso algo; dio un pinchazo y media delantera. (Ovación y vuelta al ruedo.)
Volvió á San Sebastián el día 20 y se repitió el desastre del 6. Los toros eran de Santa Coloma, y los otros espadas Quinito y Bienvenida. Toreó al primero con inteligencia y le dió un pinchazo yéndose; luego media perpendicular y delantera, otro pinchazo y ocho intentos de descabello. A l quinto le dio cuatro o cinco lucidísimos pases y luego se desconfió. Media delantera y atravesada, un pinchazo, otra delantera y atravesada, otra lo mismo y un descabello al recibir el primer aviso. (Bronca
grande.)
De allí marchó á Bilbao, donde por no poder torear Bombita trabajó los días 21, 22 y 23. Con Cochero y Regaterín, despachó la primera tarde una corrida de Muruve. Oyó aplausos al torear de muleta al primero y pitos al darle un pinchazo sin soltar, media atravesada y delantera, otra igual y una pescuecera. Una ovación escuchó por su bonita manera de torear al cuarto, al que dio media barrenando, de la que salió para el olivo; otra lo mismo y tiró el cachete acertando a la segunda. (División de opiniones.)
El 22, con Cochero y Manolete, mató Miuras. Una faena buena, al principio, y pesada después, hizo con el primero, al que dio un pinchazo en el cuello y media delantera cuarteando. (Pitos.) Encontró al cuarto en los tableros, de los que lo sacó con pases de tirón, para entrar a dar en los bajos un golletazo. [Pitos.)
Dos de Parladé y uno de Urcola, mató el día 23, acompañado de Cochero y Manolete. Al primero le hizo media faena muy buena y la otra media muy pesada. Con el estoque dio una estocada contraria y un pinchazo hondo y bajo barrenando. (Pitos.) En el cuarto fue ovacionado varias veces por la artística y lucida brega que ejecutó, y al terminar también le tocaron muchos aplausos., mezclados con algunos pitos, pues su labor con el estoque fue la siguiente: dio un pinchazo delantero, otro delantero y bajo y media estocada mala. Intentó descabellar con la puntilla y no acertó. Con el de Urcola no hizo nada bueno con la muleta, y con el estoque dio media pescuecera, un pinchazo malo, otro tirando al cuello y arrojando la montera al callejón con cabeza y todo. (Bronca grande.)
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El día 2 de Septiembre sustituyó a Vicente Pastor en Palencia y alternó con Chiquito de Begoña y Punteret. Mató tres toros de Muriel, por resultar herido el segundo espada. A su primero lo mató con un pinchazo delantero y media perpendicular, á su segundo con una estocada muy delantera, y con el sexto realizó una bonita faena y mató bien con un pinchazo y una superior estocada. Escuchó pitos en los dos primeros y una ovación en el último.
Con Machaco y Bienvenida, el día 3, estoqueó en San Sebastián dos toros de Moreno Santamaría y escuchó dos broncas. Al primero, tras una faena valiente al principio y movida después, le dio dos pinchazos, un metisaca delantero, otros dos pinchazos, el segundo sin soltar, y un descabello. En el otro toreó muy desconfiado, tirando los trastos en una ocasión. Dos metisacas delanteros y una estocada lo mismo. Al salir de la plaza un grupo intentó agredirle y tuvo que intervenir la fuerza pública.
El 8 toreó en Cabra, con Cocherito, ganado de Anastasio Martín. Quedó bien como torero y, como matador, dio a su primero un pinchazo y una estocada, a su segundo una estocada y al quinto dos.
El 10, en Murcia, lidió ganado de Cabezudo con Gaona y Chiquito de Begoña, corrida de nueve toros, y tuvo una buena tarde. A l primero le clavó tres buenos pares y, tras bonita faena, dio una buena estocada, que le valió una ovación. Al cuarto también lo toreó bien y lo despachó con un pinchazo y una muy buena, y al séptimo le cambió de rodillas, le puso dos buenos pares, estuvo muy lucido con la muleta, dio dos estocadas aceptables y descabelló. Oyó una ovación al abandonar la plaza para ir a Salamanca, donde en sustitución de Vicente Pastor toreó los días 12, 13 y 15.
Ganado de Pablo Romero toreó en la primera con Machaco y Cocherito. A su primero, que no estaba suave, le pasó con inteligencia y le dio media buena y un descabello. (Muchas palmas.) Al quinto lo toreó con mucho lucimiento y entró derecho y valiente a dar una estocada completa en lo alto. (Ovación y oreja.)
Con Machaco toreó Parladés el día 13, y sólo mató dos por la lluvia que cayó en la lidia del quinto. Toreó al segundo con valentía e inteligencia, y entró con ventaja a dar un pinchazo delantero y hondo,
descabellando después. Puso al cuarto un par de palos doble, y con la franela realizó una faena que fue coreada con olés. Mató con un pinchazo y una buena estocada en todo lo alto. (Ovación.)
El día 15 con Fuentes, Machaco y Cochero, mató uno de Concha y Sierra, otro de Guadalest y otro de Parladé que quedó el 13 sin lidiar. Al primero le hizo buena faena, pinchó dos veces en hueso y descabelló. Al segundo suyo dos pinchazos, media estocada, y al último un pinchazo, media estocada y varios intentos de descabello.
Vino a Madrid el día 17 con Vicente Pastor y Mazzantinito y dio muerte a dos Veraguas. Regular nada más fue el toreo de muleta con su primero, al que dio media perpendicular y delantera, otro pinchazo refugiándose en un burladero y media muy delantera. Oyó algunas palmas y se preparó a dar la vuelta al ruedo; pero los pitos justos enfriaron la ovación y no acabó la vuelta. En el quinto dio cinco pases artísticos y lucidísimos de verdad. Luego los que dio valieron poco. Un pinchazo yéndose y media delantera echándose fuera. Las dos veces entró a toro humillado. (Oyó palmas por los cinco pases.)
Los días 21 y 22 toreó en Écija, con Cocherito, toros de Veragua y Miura, respectivamente. Toreó el 21 con algunos pases superiores en los toros primero y tercero, no sin sus correspondientes espantadas. Al primero le buscó el pescuezo tres veces al herir, con horrible cuarteo; al tercero, le largó el brazo y, aunque fue breve, resultó esa estocada atravesada y baja, y al quinto, dos medias huyendo.
Con los de Miura tampoco hizo gran cosa, El primero era un ladrón manso, lo toreó como pudo y tuvo la suerte de descordar.Al tercero le dio media buena, después de torear movido y encorvado, y al quinto, tras regular faena, entró a herir con alivio y se repitió el descorde.
De D. Gregorio Campos y de Miura fueron las reses que con Minuto y Vázquez mató los días 28 y 29 en Sevilla. En el primero de Campos estuvo bien, muy bien con la muleta, y con el estoque habilidoso al dar una estocada delantera. En su segundo toreó cerca, pero movido, y se mostró medroso con el estoque al dar media pescuecera y luego otra, cuarteando mucho las dos veces.
Con los Miuras estuvo mal del todo. En los dos toros se coló huyendo al callejón y pinchó en el pescuezo repetidas veces, siendo ruidosamente abroncado por sus paisanos.
Aquí acabó su campaña de 1911, pues rescindió contratos que tenía con las empresas de Barcelona y
Zaragoza á causa, según se dijo oficialmente, de encontrarse lesionado.
Las relatadas anteriormente fueron las corridas toreadas por Rafael en 1911. A l finalizar Agosto se publicó una noticia diciendo que llevaba toreadas 51 corridas, y como yo no llevaba anotadas más que 46, escribí á su apoderado, D. Manuel Pineda, con la nota de corridas, fechas en que se habían celebrado y plazas, preguntándole si faltaba alguna, a lo que me contestó que no, que las toreadas eran las que yo citaba, y sólo podía añadirse que había perdido algunas, entre ellas, una en Gijón, que tanto él como los otros espadas contratados, habían cobrado, pues el no darla fue por no convenir a la empresa. Además, en Madrid y en Valencia se suspendieron algunas por lluvia, para las que estaba anunciado Gallito.
De modo que las toreadas han sido 58, y en ellas ha dado muerte a 132 toros.