miércoles, 31 de enero de 2018

POEMA A JOSELITO DE J. ALCALDE DE ZAFRA

El David de Donatello.
El 30 de junio de 1.914 apareció en 'La Lidia' el siguiente poema firmado por J. Alcalde de Zafra dedicado a Joselito:

Todo lo sabe este gentil espada
y todo lo practica con maestría;
y si de otros tomó "lo que valía",
no se puede decir que imite nada.

Que es su escuela tan pura y refinada;
es tan consciente su sabiduría,
que suerte que ejecuta, ¿quién podría
negar que por su estilo es troquelada?

En todo es personal, y cuando llega
el fin mortal de la taurina brega,
viendo caer el enemigo al suelo...
queda ante él en clásica apostura,
y es tan gallarda y grácil su figura,
que recuerda el David de Donatelo (sic)...

domingo, 28 de enero de 2018

JUAN VISITA A RAFAEL EN ALGECIRAS

Rafael y Juan atentos a la cámara.
La cornada que un toro de Moreno Santamaría le infiriera a Rafael El Gallo en Algeciras en junio del año 14 pasa por ser la más grave que sufrió el diestro madrileño. El Divino Calvo se recuperó en el Hotel Reina Cristina de la localidad gaditana y hasta allí se desplazaron amigos y partidarios para visitarlo. 

Uno de ellos fue Juan Belmonte, inmortalizado con un desmejorado Rafael por el cámara de Miguel Cortés. El trabajo apareció en 'La Lidia' de cuya revista era redactor el tal Cortés. 

miércoles, 24 de enero de 2018

CAPOTES DE PASEO DE JOSELITO EN LORCA (Y II)

Continuando con el tema iniciado hace una semana, publicamos el segundo y último artículo del catálogo de la exposición 'De seda y oro, plata, óleo o azabache... capotes con historia', celebrada en el Museo Azul de la Semana Santa de Lorca entre el 29 de septiembre y el 5 de noviembre del pasado año. La muestra fue comisariada por la Dra. María Verónica de Haro de San Mateo.

En esta ocasión firma el trabajo el crítico taurino Vicente Zabala de la Serna:

El capote de luto de Joselito: su historia

Año de confección: 1919
Sastrería: Uriarte
Composición: Seda negra bordada con azabaches
Perteneció a: José Gómez Ortega “Joselito El Gallo”, Bernardo Muñoz “Carnicerito de Málaga”, Rafael de Paula, Antonio Ordóñez y Antonio Bienvenida.
Propiedad de: Paloma Mejías Gutiérrez


Capote de luto.
Metí los dedos entre las telas del capote de paseo negro de Antonio Bienvenida como Santo Tomás en las llagas de Cristo redivivo. Incrédulo de su existencia resurrecta. Sabía de su leyenda. Conocía, más o menos, su historia. Y quería tocar la seda que envolvió al maestro de la torería y la naturalidad en su última tarde en Carabanchel, un 5 de octubre de 1974. La deslumbrante oscuridad exterior de la reliquia se vuelve rosa fucsia y caña adamascada en su reverso. La esclavina desprende cierta luz luctuosa en sus bordados de azabache. Como hileras de perlas de carbón.
Paloma Mejías, calco genético de su padre, lo conserva en una pared blanca de su casa. Como si fuera una mariposa negra clavada en la cal por los extremos de sus alas. Debajo hay cuatro sillas de enea vestidas con viejos trajes toreros de oro gastado. El terno verde botella, en concreto, refleja la sonrisa de un retrato al óleo que cuelga en el otro muro del pasillo estrecho. Bienvenida y su sonrisa imperecedera. La imagino imperturbable en el patio de cuadrillas de Vista Alegre cuando Rafael de Paula reclamó la propiedad de la joya en la arrebatada tarde carabanchelera. Rafael escaneaba con la mirada los pliegues sedosos, el tejido ondulado como un mar de petróleo, la inconfundible elegancia de la pieza, que le sonaba de antiguo. Antonio se percató de reojo. Y preguntó de frente al gitano del jerezano barrio de Santiago si reconocía el capote.  “Cómo no lo voy conocer, ¡si es mío!”, contestó Rafael…

A la muerte de la madre de Gallito, la señá Gabriela (Ortega), el 25 de enero de 1919, el Rey de los toreros encargó a su sastre un capote de riguroso luto que mostrase en los ruedos el dolor ingobernable. Y no sólo el capote.

Una cadena de favores precedió como una estela adelantada las peripecias del capote hasta su destino final. Rafael el Gallo cumplió con la promesa de su hermano, muerto dos meses y medio antes en Talavera,  y el 1 de agosto de 1920 concedió la alternativa  a Bernardo Muñoz “Carnicerito de Málaga” en la tierra de su apodo. Como recuerdo de su apadrinamiento, el Gallo regaló a Carnicerito el capote negro que había heredado de José.

Pasó el tiempo, mucho tiempo. Tanto como para que la guerra incivil apuntillase la dorada Edad de Plata del toreo en el 36. Carnicerito militó en la cuadrilla de Ignacio Sánchez Mejías, y en la de Juanito Belmonte, y más tarde en la de Manolete, y después en la de Álvaro Domecq. De su matrimonio nació en Jerez –curiosa cuna y forja del torero de Málaga- Marina, que se casaría con aquel joven gitano de piel cetrina que enamoró a Juan Belmonte en “Gómez Cardeña” con el cante de fragua y bronce de su toreo: Rafael de Paula. En casa de los Muñoz, Paula veía los brillos oscuros del capote de los Gallo como una llamada de lo antiguo. Su suegro y apoderado atisbó en sus ojos la admiración deseosa, y en un acto de desprendimiento madurado se lo regaló. Rafael, sin embargo, dijo que no, que mejor sería que lo guarde usted, que aquí está bien, para qué moverlo, no vaya a ser.   

Cuando agonizaba la década de los 50, vinieron mal dadas para Bernardo Muñoz. Antonio Ordóñez le organizó un festival benéfico el 1 de abril de 1962 en “su” Malagueta. Uno de los tantos gestos solidarios e impagables que perfilan el carácter altruista y fraternal de los toreros. Carnicerito, en agradecimiento, obsequió a Ordóñez con el capote de José. Como si la generosidad corriese como una chispa por un reguero de pólvora, el maestro de Ronda colocó un eslabón más en la cadena de favores. Antonio Bienvenida había respondido a su reclamo para torear el festival que dirigía y como gratificación quiso que el capote negro de Gallito fuese a parar a sus manos. Las manos que el 5 de octubre de 1974 lo acariciaron por última vez ante la mirada incrédula de Rafael: “Cómo no lo voy a reconocer, ¡si es mío!...” “Lo era, Rafael, lo era”, respondió Antonio Bienvenida en el patio de cuadrillas de Carabanchel sin perder la sonrisa imperecedera. El capote negro de José envolvió el último paseíllo de su vida.  Antonio murió exactamente un año después.

Vicente Zabala de la Serna

domingo, 21 de enero de 2018

LA CORNADA DE ALGECIRAS DE RAFAEL POR ADOLFO DURÁ

Recreación de la cornada de Rafael.
El pintor alcoyano Adolfo Durá Abad recreó en la portada del número 9 del semanario 'La Lidia', de fecha 23 de junio de 1.914, el percance que sufriera días antes Rafael El Gallo en Algeciras por el toro 'Cumbrero' de Moreno Santamaría.  

miércoles, 17 de enero de 2018

CAPOTES DE PASEO DE JOSELITO EN LORCA (I)

El pasado año, entre el 29 de septiembre y el 5 de noviembre, se celebró en el Museo Azul de la Semana Santa de Lorca la exposición 'De seda y oro, plata, óleo o azabache... capotes con historia', comisariada por la Dra. María Verónica de Haro de San Mateo.

Con tal motivo se editó un magnífico catálogo, cuyos datos figuran más adelante, del que entresacamos este trabajo firmado por María Verónica de Haro y referido a un capote de paseo bordado para José en Lorca.

De Haro de San Mateo, María Verónica
(Coord.): *De seda y oro, plata, óleo o azabache... capotes con historia*,
Fundación Paso Azul, Lorca: 2017. D.L. MU-1117-2017


Bordado en Lorca para el rey de los toreros

Año de confección: 1917
Diseñador: Emilio Felices
Composición: Seda color marrón “tabaco” bordada en sedas de colores
Perteneció a: José Gómez Ortega “Gallito”
Propiedad de: Patrocinio Pedrajas Sánchez
Excelente obra de arte lorquina.

Lorca. Invierno de 1917. Un revoloteo de manos que contonean agujas enhebradas de coloreados hilos de seda se afana en trasladar al elegante raso color “tabaco” las indicaciones del director artístico del taller de bordados del Paso Blanco. Puntada a puntada, Ángela Morales Cánovas y Encarnación Iglesias García de Alcaraz se esmeran en la técnica del novedoso punto corto para lograr el matiz de las gradaciones tonales del boceto diseñado por Emilio Felices.

El trabajo es muy distinto a los acostumbrados. Se borda un capote de paseo para el célebre José Gómez Ortega, Joselito. El diseño es realmente espectacular. No puede ser de otra forma tratándose de un regalo para Gallito, niño prodigio del toreo, príncipe de la gloriosa dinastía de los Gallo, primer espada capaz de superar el centenar de corridas de toros por temporada… aquel por el que estrenaría luto y lágrimas de verdad la Macarena… La efigie del matador protagoniza el medallón de la original esclavina, presentada como un delicado abanico de varillas caladas de marfil. El retrato en seda desprende extraordinario realismo. Es tan fiel como las cromolitografías del torero publicadas las revistas taurinas de la época.

Majestuosos galones bordados cual blonda en el vuelo del capote – recuerdo de columnatas de mármol del patio de la casa familiar en la Alameda de Hércules – enmarcan motivos florales que sirven de flanco a la escena principal. A la izquierda: un personaje a caballo ronda a una moza asomada a un balcón de geranios. Primoroso el enjaezado bordado de la montura. A la derecha: un guiño al lidiador más completo y virtuoso, que se adorna colocando un par de banderillas a un burel castaño. De testigo, una fachada singular: La Monumental inspirada por Joselito – en construcción por aquellos días en la sevillana calle Monte Rey – que sería inaugurada por el matador en 1918. En el centro: capa, madroños y bodegón de motivos flamencos (guitarra, peineta, abanico y pandereta) embellecen el galón principal, en homenaje a la Señá Gabriela, reina gitana, bailaora fetén y madre amantísima del torero.

Próximas al bastidor donde el capote va adquiriendo toda su prestancia, algunas damas blancas dan vida al frondoso jardín de rosas, margaritas, pensamientos y azucenas del Estandarte de la Oración en el Huerto. A ratos, esas gráciles manos orlan el capricho de flores del paño de Gallito, que se concluye festoneando una guarnición de cintas con los colores de la bandera española. Terminado el capote… ¡que suene pues el clarín!

Sevilla. Primavera de 1917. La empresa de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería ha hecho proposiciones a Joselito para incluirle en el cartel de feria en vista de que, a causa del hundimiento de la Plaza Monumental, queda el famoso espada libre del compromiso que tenía contraído con Echevarría respecto de Sevilla. Gallito se ha mostrado dispuesto y en una segunda conferencia se resolverá si actuará o no en las próximas corridas. Al tiempo, los maestrantes “se regocijan con la esperanza de poder ver torear juntos a los dos fenómenos[1]. Diversas circunstancias impiden, finalmente, que el nombre del menor de los Gallos se anuncie en el serial, pero se acuerda otra fecha para contentar a la afición en beneficio de la Cruz Roja. Joselito vestirá de luces ese día.

Accediendo el ruego de su Presidente, el Monarca ha decidido prolongar su estancia “con objeto de asistir a la corrida que organiza la benéfica institución”[2]. La función ha despertado tal interés, “que entre las enormes colas que se han formado en los despachos de reventa de billetes se han registrado varias broncas por la obtención de localidades, las cuales se están vendiendo con un enorme sobreprecio”[3]. Los revendedores clandestinos solicitan veinticinco pesetas por las entradas de sombra y diez por las de sol. La comparecencia de El Gallo, Gallito y Belmonte – ausentes de la recién concluida Feria de Abril – ha originado una formidable expectación.  

La ciudad despierta perfumada de azahar el 27 de abril. Los maestrantes han cedido a la Comisión organizadora gallardetes, trofeos y banderas para el adorno de la plaza, que luce más coqueta que de costumbre. Mantillas y mantones de Manila confieren especial realce al conjunto. El lleno es imponente y la animación indescriptible. En toriles aguardan “Carrón”, “Coriano”, “Codicioso”, “Manchonero”, “Choricero”, “Curioso” y “Gaditano”, todos de Saltillo[4]. Los matadores y sus cuadrillas apuran los últimos minutos en el patio. El Teniente de Alcalde Sr. Bandera – asesorado por Joaquín Hernández Castro Parrao – ocupa la presidencia, y al llegar al palco regio Alfonso XIII, acompañado de los Infantes Doña Luisa y Don Carlos, es ovacionado largamente. El Gallo, de azul y plomo; Gallito, de verde y oro y Belmonte, de grosella y oro – todos ellos con crespones negros de luto por Ballesteros[5] – asoman por la puerta de cuadrillas para trenzar el paseíllo. ¡Suerte!

Al día siguiente, las crónicas de los periódicos contaban que Rafael y Juan no estuvieron airosos a causa de la mansedumbre de los toros, a pesar de lo cual Joselito “veroniqueó magistralmente de capa”[6] al segundo y “pareó en fuerza de sabiduría” [7] al quinto. Pero aquella fecha de la que se cumplen cien años y  que, ciertamente, no pasó a los anales del toreo, resultará emotiva para mis paisanos. Aunque no lo recogieran los cronistas de entonces, esa tarde de primavera se estrenó en la Maestranza este espléndido capote bordado en Lorca para el rey de los toreros.

María Verónica de Haro de San Mateo




[1] El Imparcial, 3/4/1917, p.2
[2] La Época, 25/4/1917, p.2.
[3] El Correo Español, 25/4/1917, p.4.
[4] La Correspondencia de España, 28/4/1917, p.3.
[5] La Acción, 27/4/1917, p.5.
[6] La Mañana, 28/4/1917, p.11.
[7] La Nación, 28/4/1917, p.8

domingo, 14 de enero de 2018

RAFAEL EL GALLO POR CURRO ALGABA

Portada de la obra.
Curro Algaba firma a finales de la segunda década del siglo pasado un folleto titulado 'Rafael Gomez 'Gallo', su vida y su arte' que forma parte de la colección 'Los Grandes Toreros'. A través de las dieciséis páginas de texto recoge algunos de los datos más relevantes de la carrera de tan singular diestro; ciertas apreciaciones críticas basadas, fundamentalmente en las opiniones de Don Pío, varias anécdotas y la justificación del propio diestro a su famosa 'espantá'. 

La obrita fue editada por 'El Gato Negro' y supone un primer acercamiento, ciertamente superficial, a la figura de Rafael o, ya para iniciados, una curiosidad que no puede faltar en toda biblioteca gallista que se precie. 

miércoles, 10 de enero de 2018

SÁNCHEZ FERLOSIO Y ‘EL GALLO’

Valle-Inclán.
El pasado 4 de diciembre Rafael Sánchez Ferlosio, uno de los más grandes prosistas del siglo XX en español, hijo del también escritor Rafael Sánchez Mazas, cumplió 90 años.
Con tal motivo, se le hizo un homenaje al que acudió el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, y su familia.
Ante las preguntas de los periodistas radiofónicos, Ferlosio estableció un paralelismo entre el final de su vida y la famosa conversación entre Ramón María del Valle-Inclán y Juan Belmonte, que el convirtió en un diálogo entre el genial dramaturgo y ‘El Gallo’ (así, de manera genérica):

“Les digo lo mismo que le contestó el torero, ‘El Gallo’, a Valle-Inclán cuando este le espetó: ‘A usted solo le falta morir en el ruedo’. A lo que el diestro contestó: ‘Se hará lo que se pueda, don Ramón, se hará lo que se pueda’”.

Javier Vellón
Sánchez Ferlosio.

domingo, 7 de enero de 2018

JOSELITO, PROTAGONISTA INVOLUNTARIO DE GRAVES INCIDENTES EN VALENCIA

Gallito escuchando una
ovación tras pasaportar
al fogueado.
(Foto: Vidal)
El 23 de julio de 1912 se anuncia en Valencia una novillada con Limeño y Gallito III y reses de Dionisio Peláez que acaba en serios incidentes protagonizados por unos exaltados. El coso registró un lleno en los tendidos y, al aparecer, los sevillanos son ovacionados. 

Limeño se enfrente en primer lugar a ‘Golondrino’ que, manseando, toma cuatro varas, derribando en dos ocasiones. La labor con la muleta es calificada de ‘incierta’ por la prensa especializada y acaba despenando a la res de pinchazo saliendo trompicado en dos ocasiones. Palmas. 

Gallito se opone en segundo lugar a ‘Desesperado’, un negro que huye de su sombra. Protesta el respetable y el usía, sin pensárselo dos veces, lo devuelve a los corrales. El sustituto es tan manso como el titular, José lo pasa embarullado, Almendro y Cuco lo foguean y se afana el hijo del señor Fernando por levantarle la cabeza con la muleta. La labor resulta pesada y lo pasaporta de estocada tendida. Aplausos al valor.

‘Camposalo’ sale a la plaza presentando un pitón izquierdo mogón. No mejora la condición de sus hermanos, recibe cuatro varas y da un tumbo. Limeño está breve, pincha en lo alto entrando desde lejos y sale derribado. Aún de más lejos deja media trasera, otra media en su sitio y descabella a la primera.

El cuarto se llama ‘Esparraguero’, es negro… y manso. Cuatro varas y se cobra la vida de un jaco. Gallito lo lancea de frente por detrás y es aplaudido. Cuco y Magritas cumplen con las banderillas y el jefe de filas lo pasa ceñido para dar un pinchazo alto echándose fuera y otro más bajo.

El quinto es cárdeno, atiende por ‘Lagartijo’ y también huye. Cuatro varas, por una caída y un aleluya. Tarascada a Limeño que anda desconfiado con la flámula siendo perseguido por el marrajo. Estocada desde lejos y descabello.

En sexto lugar sale un sobrero de Concha y Sierra que mansea, salta al callejón, derriba a un monosabio y su actitud provoca una estrepitosa bronca que acaba en devolución. El ruedo se llena de objetos.  Los sustituye uno de Bañuelos retinto en negro. La plaza toda, puesta en pie, protesta y arroja al ruedo botellas y almohadillas. Los lidiadores hablan con la empresa mientras el toro huye de toda suerte. Arrecia la bronca y el presidente consulta para ver cómo salva la situación, ordenando a José que continúe con la lidia. El de Bañuelos toma cinco picotazos con suavidad, Magritas coloca un gran par, medio Almendro y repite el primer con otro desigual. Gallito se dispone a brindar a la solanera y el público rechaza el detalle pitando con saña. El diestro faena entre una lluvia de almohadillas y entra a matar por derecho cobrando una delantera caída. 

Los incidentes


Tras el festejo un grupo de admiradores de José lo sacan en hombros del redondel en medio de una silba de los que le recriminaban que había acabado con uno de sus toros de un golletazo. En la puerta un numeroso grupo de detractores lo increpa de nuevo y le arroja piedras, saliendo en su defensa el íntimo amigo de la familia don Luis Santomá, que exhibe un revolver. La policía se lo incauta y lo conduce al Gobierno Civil. A hombros, y pitado, va hasta la fonda, estacionándose el gentío frente al hotel para hacer patente su descontento. Intervinienen las fuerzas de Seguridad invitando a que circulen por las aceras los disconformes, originándose algunas carreras y sustos. Un grupo numeroso que huía a la carrera derriba las mesas de un café próximo y se produce un escándalo de grandes dimensiones. 

miércoles, 3 de enero de 2018

CALENDARIO 2018 GALLISTA

Portada del calendario
El puntillero Pedro Mileo ha elaborado el siguiente calendario gallista 2018 en el que se recogen, distribuidas en los doce meses, las postales reproducidas en su día en este blog protagonizadas por Joselito.

Se puede descargar en el siguiente enlace: