miércoles, 31 de julio de 2019

JOSELITO Y SU PODERÍO

La foto, en la que sobresale el dominio, pertenece a la corrida celebrada en La Malagueta el último día de agosto de 1917 y publicada el 25 de septiembre en el número 82 del semanario 'Los Toros'. Cabe decir que lleva la firma de Arenas.


K. Listo firmó la siguiente crónica: 

"Los toros de Murube, lidiados en la segunda corrida fueron chiquitos, y algunos, sin el tipo fino de la casa. De bravura tampoco anduvieron muy abundantes, siendo el cuarto el que mejor estuvo en todos los tercios.

Vicente Pastor se desquitó del día anterior, y sus faenas fueron premiadas con ovaciones, cortando las orejas de sus dos victimas, que mató de manera lucidísima; sobre todo a  primero, al que recetó media
estocada en todo lo alto. Oyó frecuentes ovaciones por su valentía y revalidó el buen concepto que aquí tenemos del pundonoroso torero.

¡Pícara cogida!

Joselito cargó con un lote semimanso y puso a contribución su innata sabiduría, haciendo embestir al toro lidiado en segundo lugar, cazándolo de un estoconazo en lo alto, pasando hábilmente el pitón.
Al último lo toreó superiormente, y después de banderillearlo como él acostumbra, echó mano al repertorio, y fascinó a la gente toreándolo con la franela. Una estocada corta, entrando bien y un certero descabello, dio fin de nuestra modesta semana taurina.

Belmonte mató el tercero y cuarto toro, para salir en el exprés y llegar con tiempo de torear en San Sebastián. El fenómeno de Triana, también dio su nota y quitó el mal saborcillo de boca que nos dejó ayer. Hizo verónicas de las suyas; toreó de muleta ejecutando pases magistrales, siendo sus dos faenas coreadas por el público, quitándose de en medio á sus enemigos de dos medias estocadas y otros tantos descabellos. A mi me parecía al admirado Ricardo Torres Bombita cuando on una vegada  (sic) y un descabello, se ponía fuera de compromiso.

Los subordinados, estuvieron bien las dos tardes. A caballo, se destacó Veneno y luego Camero. De los de a pie, el Sordo, Magritas y Cantimplas.
El  asesor, apurando mucho el primer tercio; la plaza colosal en mujerío y animación".

domingo, 28 de julio de 2019

JOSELITO EN 'LA LIDIA'

La foto se publicó en el número 104 de la revista 'La Lidia' de 28 de enero de 1918. El título de la sección: "El arte de los grandes maestros" y en el pie de foto aparecen las siguientes palabras: "Un pase natural de José Gómez 'Gallito'". 

Precisamente es la naturalidad la cualidad que destaca en la instantánea. José lleva embebido a media altura a un toro que parece querer irse. La pierna izquierda adelantada y el pie derecho en disposición de girar sobre sí mismo. ¿No es en esencia el toreo ligado el que practica?





miércoles, 24 de julio de 2019

JOSELITO EN BURLADERÍAS

'Toros y Toreros' publicó en el número 83 de 2 de octubre de 1917, dentro de su clásica sección 'Burladerías', unos versos dedicados a Joselito. Los firma ManuelAlfonso Acuña y el dibujo es de Agustín:

JOSÉ GÓMEZ 'GALLITO' EL SABIO

Joselito Maravilla,
el orgullo de Sevilla,
de Sevilla la Sultana.

España está prisionera
en la cárcel hechicera
de tu capotillo grana.

Son tus jornadas gloriosas
senda alfombrada de rosas
que recorres triunfador.

Y al contemplar tus faenas
te dirigen las morenas
una mirada de amor.

Terrores de idolatría
tiene por ti Andalucía
que te dio su corazón.

¡Desafiador de la muerte
eres indómito y fuerte
como una flor de ambición!

Y ante el torero famoso,
niño y sabio portentoso
mago del capote grana,

orgullo siente Sevilla,
madre del rey Maravilla
de ilustre raza gitana.

domingo, 21 de julio de 2019

RAFAEL EN LA ÚLTIMA DE SANTANDER DE LA FERIA DEL 17

Rafael en un pase durante la última de Santander.
(Foto: Samot)
La última corrida de la Feria de Santader del año 1917 se celebró el 5 de agosto. En tal ocasión se corrieron toros de Trespalacios, bravos, para Pastor, Rafael El Gallo y Belmonte. La tarde, hermosa y de buena entrada, se encargó de contarla para 'Sol y Sombra' José D. Soto. El trabajo del Divino Calvo mereció las siguientes palabras:

"Su primera faena se compuso de varios pases ayudados, buenos: de rodillas, afarolados, molinetes, etcétera, todos ellos administrados con salsa y tranquilidad; señala un buen pinchazo; sigue el muleteo, dando unos pases de cabeza a rabo, superiores; vuelve a pinchar, no tan bien como antes, y termina con una estocada delantera. Fue muy aplaudido.
Su segunda faena fue valiente, aunque no de pases acabados; clavo medio estoque, descordando al toro. Con el capote estuvo muy adornado; a su primero dio unos vistosos lances rodilla en tierra; en quites se adornó mucho, y al toro sobrero le puso un par de trapecio, finísimo. Fue aplaudidísimo". 

Pastor fue de más a menos en su primero y destacó la estocada al cuarto de la que salió espectacularmente zarandeado. Belmonte tiró de valentía con su primero y paseó una oreja del sexto tras una notable faena.

Mariano Merino despachó el sobrero que llevaba el hierro de Villar. Destacó con el percal y su labor con la pañosa fue muy arrojada. 

miércoles, 17 de julio de 2019

JOSELITO EN LA INTIMIDAD

'Toros y Toreros' publica en su número 77 de 21 de agosto de 1.917 la siguiente entrevista a Joselito  firmada por Luis Uriarte en  la sección 'Los toreros en la intimidad'. Las fotos son de Rodero:



El arquitecto Espelius, Gallito y Luis Uriarte.
En la plaza de Oriente, no es en el palacio real precisamente donde habita el rey de los lidiadores, el niño prodigio, esta verdadera maravilla del toreo, pasmo de los tiempos y anales tauromáquicos presentes, fiel contraste de los pasados y ejemplo de los venideros. A todo un señor que ostenta la pomposa y altisonante dignidad de  Papa-Rey en los taurios nacionales, ¿qué menos soberbia mansión que un palacio más grandioso que el Vaticano y el monasterio de El Escorial juntos? Siquiera, siquiera, ¡voto á tal!, una casa lujosa, aunque fuese de vecindad... Pero entonces ya no se diferenciaría Joselito el Gallo, en cuanto á su idiosincrasia económica, de aquellos otros lidiadores cuya rumbosidad causa el asombro y aun la envidia de los menguados de espíritu...

Tuve que hacer antesala, como es de rigor en casa de los reyes, así no sean más que reyezuelos de pobres dominios, a veces imaginarios... Joselito, desgreñada la cabeza y ataviado el cuerpo con un modernista pijama, entró a rogarme que le dispensara unos minutos, mientras se vestía y arreglaba un poco... Me dispuse a no impacientarme ¿No habéis tenido que esperar alguna vez a que se vista una señorita o un torero? ¡Líbreos el destino de tal desesperación! No parece sino que cuentan las horas por minutos...

La estancia en que se consumía mi paciencia estaba modestamente amueblada: un par de butacas enfundadas, una mesita de centro, media docena de sillas de rejilla, pintadas con un verde indefinido y retocadas con purpurina descolorida, unos cuadritos en las paredes, una alfombra raída, que no debió de ser nueva ni cuando la fabricaron, y, como única muestra suntuaria, un piano antiguo a las claras y a las oscuras, en el cual comencé a tecletear perezosamente, para matar el tiempo, las notas
de un tango argentino.

Al cabo de un rato, menor de lo que yo barruntaba, Joselito se presentó luciendo un traje de última moda, la cresta bien atusada y una flamante camisa cordobesa, con chorreras caladas y recamadas y fastuosa botonadura... En sus labios gruesos y oblicuos, que se entreabrían a impulsos de una sonrisa natural, una frase amabilísima y aduladora me dejó un tanto sorprendido y casi hasta confuso, porque... Vamos; que no esperaba, lo confieso francamente, acogida tan afectuosa de quien ha llegado a tener cierta fama, al parecer exagerada, ya que no inmerecida', de orgulloso, de antipático, de engreído...

Como si lo hubiera leído en la expresión de mis ojos, fue lo primero de que me habló:

— Usté creia también que á mi no ze mé podía tratar, que yo era un antipático terrible, ¿erdá? Pues ya ve usté que no. ¡No, no y no, ca! Y le agradeceré muchísimo que lo diga, porque tengo gran interé en que ze deshaga eza leyenda de que zi yo zoy azi ó de la otra manera... Ezo me perjudica, y no eztá bien que ze paguen culpa que no ze tienen. Ve uno tanta cara, que a veces, zin darno cuenta... ¡Y bueno eztá ya! ¿De qué quiere usté que hablemo. Pero que no zea toros; porque ya, me han hecho muchízma coza ..

—Hombre... alguna cosilla...
— ¡Bueeeno! ..

—Dígame: ¿es cierto que usted opina en contra del tercio de banderillas?

—Verá usté: yo banderilleo mucho porque les gusta á los públicos y me gusta a mí; pero es poco práctico, y perjudicial para los matadores, porque los toros ze echan
mucho á perder.

— Y . . . ¿por qué no ejecuta usted la suerte de recibir?

Sonriéndose me contestó:

— Eso es mu aventurado... Y mu difícil, sobretodo ahora que tanto ze mira la colocación de la espá...

Hizo un gesto como para seguir hablando; pero no llegó á pronunciar una palabra. Discretamente, le dirigí  otra pregunta para cambiar de tema.

—¿Qué público prefiere usted? 

—En Sevilla es donde más me gusta torear; pero el público de Madri es el más entendido y zabe aplaudir lo que tiene mérito.

—¿Cuándo piensa usted retirarse?

—¿Ya quiere usté que me retire? ¡Quién piensa en ezo todavía! ...

— Pues ya tendrá usted dinero para vivir holgadamente.

—No tanto como se. cree la gente. Yo tendré ahorrado unos cinco míllones de reale. Además, ¿y la afición? No solo torea uno por dinero...

—Fuera del toreo, ¿qué otras aficiones tiene usted?

—Lo que más me gusta es acosar en el campo.

—Quedamos callados unos minutos: él, esperando mis preguntas; yo, mirándole algo extrañado, áa la despejada frente, en la que se clarea el cabello bastante, inequívoca señal de una calvicie, prematura...

—¿Y de amores, Joselito?

Se sonrió»; Estrujó un periódico, haciendo una pelota de papel... Se me antoja que hasta se ruborizó... ¡Como un enamorado!

— ¿Y la Lulú?

-Eso ya se acabó—replicó rápidamente.

 —¿Qué fue lo que pasó con Parladé? Dijeron que hasta hubo tiros... 

- Se ha fantaseado mucho... No hablemos de ello.

- Bueno, eso ya pasó. ¿Y ahora?

Joselito volvió a sonreírse y a estrujar la pelota de papel, y otra vez se me antoja que a ruborizarse...

—Ahora...

Se calló, como sí no se atreviese á mentir por no decir la verdad.

— Ahora, ¿qué?..,

— Sí; ahora me trae mu preocupao una de Madri.

— iHola! ¿Es rubia o morena? ¿Artista o no?

—Ezo ya no lo puedo decir, porque os enteraríais ustedes en seguida de quién es ella, y no está bien que yo lo diga. Bastante hago con decirle que me trae mu preocupao...

Así debía de ser, en efecto, a juzgar por la creciente nerviosidad del torero, cuyas manos iban y venían sin saber dónde detenerse ni con qué enredar... Insistí, para ver de sonsacarle algo más:

— Y madrileña, ¿eh?

Respondiéndome de un modo evasivo, me dio a entender que serían inútiles mis esfuerzos para enterarme de lo que realmente no me importaba:

—No lo zé... Ella está en Madrí... .

Y el rey del toreo, bajando la vista como un chiquillo avergonzado delante de gente desconocida, se acariciaba el cabello que ya clarea en su despejada frente...
Para mí que Joselito está más que mu preocupao: está mu enamorao.

Después de todo, ¿qué tiene de particular? ¡Señor mío, si está en la edad!

domingo, 14 de julio de 2019

JOSELITO PORTADA DE 'TOROS Y TOREROS'

Portada de la revista.
(Foto: http://bibliotecadigital.jcyl.es)
Finalizada la temporada de 1916 José no tiene más remedio que ingresar en filas para cumplir el servicio militar. La noticia la recoge 'Toros y Toreros' en la portada del número 42 aparecido el 19 de diciembre.

En la imagen se ve a José, que sonríe tímidamente a la cámara como en él es costumbre, acompañado por el teniente instructor Juan Chaparro, satisfecho sin duda de tener a sus órdenes a la figura máxima de la torería.

miércoles, 10 de julio de 2019

UNA CURIOSIDAD DE RAFAEL

La presente entrada está protagonizada por una curiosa postal en la que Rafael torea en Madrid. Dos fotos pegadas, de 4,5 x 6 cms. cada una, dan testimonio del hecho. En la superior entra precavido a enterrar la espada sobre los lomos de un jabonero mientras en la otra parece rematar con un arabesco el saludo capotero. 

Ambas instantáneas forman parte de una postal en la que, al dorso, se lee la siguiente dedicatoria:

" A mi buen amigo Enrique Gil, gallista empedernido, 

                                                                             
Manuel Rosales"

domingo, 7 de julio de 2019

MANUEL PINEDA HABLA SOBRE JOSELITO

En el número del 28 de septiembre de 1919 de la revista The Times se publicó la entrevista realizada por Tomás Orts (“Uno al sesgo”) a Manuel Pineda, apoderado de Joselito. En ella, Pineda trata tres asuntos de interés en la época: la animadversión contra el diestro, la polémica tras el regreso de Rafael a los ruedos y el tema de la relación del diestro con la ganadería de Benjumea.

Joselito y Manuel Pineda (fotografía publicada en 'Toreo en Red Hondo')
-Con respecto al hombre, la cosa varía. Alrededor de Joselito se ha formado una leyenda, tan bien urdida, tan eficazmente propagada, que para la gente es este muchacho una criatura tan soberbia, tan orgullosa, tan despótica, tan dura, que no hay manera de convencer a nadie de lo estúpido de esa patraña.
En vano que Gallito ponga su influencia al servicio de cuantos la solicitan; su dinero a disposición de los necesitados; que con el que se le acerque sea atento, con los que le tratan cariñoso y servicial, todo en vano. La afirmación de un despechado, de un interesado en desprestigiarlo, vale más que los hechos, y no hay actuación fea que no se le achaque, ni mala idea que no se le cuelgue.

-—Ahora mismo -me decía - con la vuelta de Rafael al toreo, no tiene usted idea de todo lo que se inventa y comenta; y yo dudo que haya en el mundo hermano que pueda haberse portado como José lo ha hecho con Rafael. Se ha calificado su conducta con la mayor dureza, porque se opone a que su hermano toree, y no se piensa en que él le organizó las corridas de despedida, en las que ganó Rafael 50.000 duros, y que si ahora toreasen juntos, de la poca seriedad del mayor se haría cómplice el menor, y los mismos que en estos momentos le critican su actitud dirían entonces que se habían concertado los dos hermanos para explotar al público. José no quiere que Rafael toree; pero pone a su disposición todo cuanto para una vida decente y con arreglo a su posición le haga falta. ¿Se puede hacer más? ¿Puede hacer otra cosa un hombre digno y un buen hermano?


—¿Y qué hay de la ganadería de Benjumea?
—Pues que no hay nada, La compró, es cierto; pero ocurrió la muerte de su madre, vinieron luego los disgustos con su hermano, y no quiso quedarse atado por su afición a la ganadería, y hoy está, deshecha por completo la vacada. Ayer mismo recibí un telefonema en el que me decían que se han vendido las últimas vacas s a unos tratantes del campo de Gibraltar; el señor Gallardo adquirió las preñadas, y de todo lo que fue ganadería de Benjumea quedan 20 o 25 toros que se jugarán entre este año y el próximo.




miércoles, 3 de julio de 2019

EL CUCO, SEMBLANZA LITERARIA

Enrique Ortega Fernández ‘Cuco’ fue un personaje singular en la familia de los Gallo. Banderillero en las cuadrillas de sus primos hermanos Rafael y José, se convirtió en su cuñado al casarse con Gabriela, la hermana de estos. Tuvo, además, inquietudes literarias, aunque sus éxitos en este campo fueron más bien limitados. El 30 de enero de 1918 estrenó en el Teatro Martí su sainete ‘El triunfo de Manoliyo’.
En el diario republicano El Pueblo, de Valencia, se publicó la siguiente semblanza literaria de ‘Cuco’, firmada por V. Alfaro.


El oro, la luz, la sangre los aplausos,  los insultos y las zozobras quedaban en la plaza. El torero, que vive siempre bordeando la muerte, desaparecía. Este que hablaba conmigo era un amigo, un compañero.  Se deja llevar por el destino, pero en los ratos en que tiene que hurtar el cuerpo del peligro, su alma soñadora piensa, eleva, idealiza, y por bajo de ella quedan el oro, la luz, la sangre, los aplausos, los insultos, las zozobras; ella entra triunfante en las esferas de lo sublime, en esas esferas en donde reina la belleza. Entonces el destino cruel que se agarra fuertemente á los pies, le llama con voz sorda, y el hombre enamorado de lo ideal tiene que levantar los brazos, engañar á la fiera y dejar sobre su lomo dos palos llenos de colorines.

Enrique Ortega es un hombre con dos almas: una que se inclina al peligro, esa que le lleva hasta la plaza y le hace luchar con las bestias-.Un alma de Andalucía, pero de la Andalucía flamenca, torera, de esa Andalucía que tiene sus representantes, andando de plaza en plaza como peregrinos de una religión

Su otra alma es la del ensueño. La  que animó á los artistas andaluces, la que puso siempre sobre el flamenquismo la manifestación sublime del arte. Murillo, Velázquez, Bécquer, Ganivet, el autor de «Venganza Catalana»; éstos representaron  en todos los siglos á .a Andalucía artista, enamorada de su suelo y de sus bellezas-.

Y Ortega, que lucha todos los días, escribe. Su alma, que se dejó llevar por los libros, ha ido extractando de ellos lo que tienen de hermoso, de educados. Federico Nietzsche, el filósofo sombrío é irónico, actuó sobre él; Ibsen le entusiasmó; el autor de «Hamlet» le fué moldeando. Por sus ojos fueron pasando en cabalgata tumultuosa libros y más libros; y el banderillero, la figura de seda y oro que en las tardes en que brilla ardoroso el sol engaña á los toros, gustó de la belleza de los libros y escribió.

¡Qué cosas tan extraordinarias hace el destino!

En el Invierno, cuando sus tareas le dejan libre, este hombre se recoge solitario en su casa y estudia. Es un verdadero «cuco», que busca en las épocas frías un sitio para guarecerse .

Le da por el teatro y ya tiene una comedia próxima á ser estrenada en America, que se llama «El patio de las campanillas». Después su imaginación, que no descansa ha planeado nuevas obras: sainetes, apropósitos, historietas.

Es simpático este hombre, que á pesar de ser torero, posee una cultura profunda,Enrique Ortega, nacido en otro ambiente quizá hubiera sido un gran escritor; así no puede dedicarse á la literatura con todo el entusiasmo que él quisiera.

Cuando todavía lleva en su cerebro la impresión del pesimismo de Federico Nietzsche, tiene que cubrir su cuerpo con un traje de colorines y acudir al circo para emprender la lucha con la muerte.


Yo creo que triunfará. Enrique Ortega tiene toda la gracia fina del temperamento andaluz y quizá las emociones fuertes moldeen su espíritu de tal modo que hagan de él un nuevo hombre.