Rafael. |
'Indice taurino : recopilación histórica biográfica, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días' fue publicado en 1911 en Madrid por Sucesores de Rivadeneyra. En el libro aparece la siguiente entrada sobre Rafael Gómez 'El Gallo:
El gran "Paquiro" Montes, en su Doctrinal Taurino, y Pedro Romero, en su 'Arte del toreo y colección de reglas para sus discípulos de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla', estiman como la regla más importante, que el matador de toros, en sus faenas de tal, no puede huir ni correr, ni contar con los pies, ni con las manos, y en modo alguno saltar la barrera.
El diestro que nos ocupa quizá, y sin quizá, sin darse cuenta, en algunas ocasiones, poseído y dominado por algo inexplicable, que no somos nosotros los que calificamos de miedo, prescinde tan por completo y en absoluto de las máximas de aquellos maestros del arte, con tanto acierto como conocimiento dictadas, que se lanza de cabeza al callejón en ocasiones, de modo tan lastimoso, que apena el ánimo del espectador.
Pero de pronto este diestro vuelve por su honra taurina y, derrochando guapeza, finura y valentía, cambia y reforma lamentables faenas, pone cátedra de arte clásico, y llega hasta donde nadie, nadie, repetimos, ha llegado, y en manera tal son sus faenas, por lo extraordinariamente bellas, elegantes, magníficas (y perdónesenos tantos adjetivos en gracia a la admiración que producen y que compartimos con muchos), que no exageramos si las calificamos de no superadas por ningún otro torero.
Y es que "Gallito" desarrolla en sus buenos días tan clásico arte, que recuerda aquel toreo del elegante maestro que se llamó Cayetano Sauz, y cuando siente el santo de cara se crece de manera tal que puede tutearse con los grandes toreros de la antigüedad, y en aquel momento, o tarde, que tal hace, sólo en aquel momento, o tarde, aureolas boreales cubren la atmósfera e impiden que las otras estrellas luzcan y brillen en todo su esplendor.
Es un improvisador y repentista delante de los toros, ejecutando suertes como las de serpentina con la capa, el quiebro de rodillas con el capote extendido y otras que son de su exclusiva invención, y en los quites es tan extenso y bonito su repertorio, que nadie puede competir con él en este momento.
Con las banderillas resulta elegante y fino en sumo grado, siendo su especialidad el entrar a ponerlas cambiando los terrenos, y en algunas ocasiones llevando las dos banderillas juntas, formando un trapecio, suerte que resulta lucida en sumo grado.
Hijo mayor del incomparable torero Femando Gómez, "Gallito", nació en Madrid el 17 de Julio de 1882, afirmando unos que fue en la plaza de Matute y otros en la calle de la Greda, aceptando, por las investigaciones practicadas, que éstos están más en lo cierto; siendo apadrinado, al bautizarse en la parroquia de San Sebastián de esta corte, por el íntimo amigo de su padre y empresario de la Plaza de Madrid en aquel tiempo, D. Rafael Menéndez de la Vega, y aunque por mucho tiempo se ha venido escribiendo que su padrino fue el diestro "Guerrita", lo cierto es lo afirmado anteriormente, debiéndose dicha investigación a las gestiones del Sr. Serrano García Vao, que fue quien, para obtener la verdad, obtuvo de la parroquia de San Sebastián la partida de bautismo de Rafael.
Comenzó a torear desde muy joven, observando y practicando lo que veía ejecutar a su padre y toreros de aquel tiempo hasta el punto de que el autor de sus días no se ocultaba de decir, sin que la pasión le cegase, que su hijo Rafael sería mucho mejor torero que él. En unión de "Algabeñito", ambos como espadas, toreó cuando sólo tenía diez y siete años, y eran tales los éxitos que de él se contaban, que fue contratado para torear en la Plaza de Madrid el 15 de Mayo de 1899, causando una sorpresa extraordinaria el brillante trabajo que ejecutó en sus toros.
De Emilio Torres, "Bombita", recibió la altemativa en la plaza sevillana, el 28 de Septiembre de 1902, no pudiéndola confirmar en la de Madrid, por más gestiones que hizo cerca de la Empresa, hasta la tarde del 29 de Marzo de 1904, cediéndole el primer toro "Lagartijo", que pertenecía al Duque de Veragua, con el que ejecutó una faena de muleta tan magnífica por lo artística, que cuantos elogios se hagan resultarían pálidos ante la realidad, teniendo al público coreándosela con "¡olés!", pero al tirarse a matar lo hizo desde largo y con una estocada baja.
Los toros le han tratado con bastante consideración, porque cuantas veces le han tocado, o no le han causado daño, o la cosa se ha limitado a ligeras contusiones, suerte que muy de veras deseamos que continúe siempre.
Desde la fecha de su alternativa, ha tomado parte en 207 corridas, habiendo dado muerte a unos 476 toros, y dado la alternativa en la Plaza de Madrid, en el presente año, en la corrida 15ª de abono, celebrada el 25 de Septiembre, a José Morales, "Ostioncito".
Ha hecho varios viajes para torear en la Plaza de Méjico, en donde tiene un excelente cartel, y aunque en el presente año ha recibido proposiciones para volver, no ha querido aceptarlas.
En la temporada que acaba de terminar, la campaña realizada por este diestro ha sido muy buena, en general, en las 60 corridas que ha toreado, siendo la mejor y más completa de su vida torera, dejando un agradable recuerdo entre los aficionados madrileños por la forma en que ha toreado, especialmente en las dos últimas corridas de la temporada, en la que ha recibido grandes y merecidas ovaciones, y confiando muchos en que en la temporada próxima los éxitos han de ir en aumento.
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