Ignacio Zuloaga llegó a Sevilla en 1892. Instaló su
estudio en la calle Feria y pronto se convirtió en lugar de encuentro para
artistas, intelectuales y toreros de la capital hispalense.
Zuloaga muy pronto mostró una gran afición taurina,
hasta el punto de que decidió ingresar en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla
y llegó a participar en festejos taurinos. En esa época, antes de su marcha a
París, debió conocer al señor Fernando y a su familia.
En 1902 volvió a Sevilla, donde permaneció hasta 1904.
En 1903 pintó su famosos cuadro Gallito y
su familia a partir de una fotografía familiar. El lienzo, que se conserva
en la Hispanic Society de Nueva York,
tiene como centro a la señá Gabriela; Rafael ya había comenzado su carrera como
novillero y Fernando aparece con traje de picador. Joselito está en los brazos
de Rafael.
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