miércoles, 1 de julio de 2020

EL SEÑOR FERNANDO: ANÉCDOTAS (III)


Muchas veces, cuando había dado una estocada y los peones empezaban á oficiar de enterradores, al protestar el público gritaba, al parecer incomodado:
 —¡Fuera! ¡fuera! Pero por bajo decía á sus banderilleros:
—¡Duro, hijos míos, duro! pues ¿qué se han creído, que vamos á estar aquí jasta que ensiendan las  luces?




A su hijo Rafael, ahora que ya empezaba á torear cuando volvía de alguna corrida, le preguntaba:



—Vamos, hijo mío ¿has tenido jindama?

 —No, padre—contestaba el chaval.

 —Mira, malange, no me engañes, que luego tó me lo disen los papeles.

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