El 16 de mayo de 1970, el periódico ABC de Sevilla daba cuenta de los actos celebrados para conmemorar el cincuentenario de la muerte de Joselito. Entre estos, destacó la conferencia del padre José Sebastián Bandarán, quien relató su último encuentro con el diestro en la madrugada de la Semana Santa de 1920, en el paso de la Macarena.
El canónigo sevillano don José Sebastián Bandarán evoca la
figura del diestro en la madrugada del Viernes Santo de 1920. Joselito, vestido
de nazareno, iba en la presidencia del "paso" de la Macarena, como
miembro que era de la Junta de gobierno de la Hermandad. El doctor Bandarán,
Que se encontraba en el estrado horas antes del comienzo de la carrera oficial,
saludó a José, que le dijo, señalando a la Virgen: "Qué bonita viene.
Preciosa, como siempre". Después, desabrochándose un botón de la túnica,
le mostró una medalla de la Macarena que llevaba al cuello y que tenía una
abolladura producida por el pitón de un toro en San Sebastián, lo que le libró
de una cor
nada. "La llevo siempre conmigo—le dijo al padre Bandarán—: ella
me libra de las cornadas." "Mira, José—contestó el sacerdote
sevillano—-, ten en cuenta que lo importante es vivir siempre en gracia de Dios
y morir bajo el manto de la Virgen de la Esperanza. Cuando se muere así no
Importa morirse en una plaza a los veintitantos años o a los ochenta de una
pulmonía." Al levantarse el "paso" de la Macarena, Joselito se
despidió del sacerdote y siguió en la procesión, "No le volví a ver más",
dice el padre Bandarán
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| Retrato del padre Bandarán |
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