miércoles, 29 de septiembre de 2021

CASI ENCERRONA DE JOSELITO EN ALCALÁ

El 26 de agosto de 1.915 Joselito se anunció en solitario para despachar cuatro toros del Duque de Tovar en Alcalá de Henares. A la postre solo fueron tres, pues el tercero se lo cedió a Cuco. Don Pepe refiere en las páginas de ‘Palmas y Pitos’, que vieron la luz el último día del mes, lo que fue la tarde:


Cartel: Cuatro bichos del duque de Tovar; los tres primeros para Joselito el Gallo y el último para Cuco. Salimos de Madrid a la una, llegamos a Alcalá a las dos, y a eso de las tres nos hallábamos frente a las taquillas, que en aquella ocasión estaban completamente desocupadas.

Decimos esto, porque para defender a Joselito el Gallo como torero, no es necesario mentir a sabiendas, diciendo que desde por la mañana se habían agotado las localidades; que existía un entusiasmo loco; que muchos de Madrid se habían quedado sin entrar por falta de localidades.

Eso es totalmente falso; tan falso como si nosotros dijéramos que la entrada había sido mala.

Lo exacto es que, de las 5.000 localidades que suponemos hará la plaza, se venderían unas cuatro mil. Eso creemos honradamente Si estamos equivocados, la empresa o quien pruebe lo contrario tiene la palabra, y rectificaremos con gusto.

Preside el alcalde de Alcalá.

El primer bicho es joven, sin exageración, negro y recogido de pitones. José lo torea bien por verónicas, rematando con media elegantísima.

Banderilleado por los de turno, Joselito le pasa de muleta, haciendo una gran faena, en la que sobresalen dos pases de pecho súper, un gran molinete y uno de trinchera con una rodilla en tierra; pretendió dar un natural, por cierto, sin el auxilio del estoque, y no le resultó por quedársele el bicho, saliendo por pies. En varios pases agarró el pitón derecho con serenidad pasmosa. Entrando a matar sólo aceptablemente dio una caída que le valió gran ovación, la oreja y vuelta al ruedo, todo muy merecido por la faena de muleta, aunque también el torillo contribuyó con su bondad al éxito.

Segundo, negro listón y también de poca presencia, Joselito le torea bien de capa y hace uno de los quites galleando y muy valiente, si bien no le resultó la cosa por la sosería del novillo.

Coge Gallito las banderillas y juguetea con la res, recortándola con los palos. Un par superior por el lado derecho; ovación y a otra cosa. Con la muleta no hace nada notable y atiza un pinchazo, media tendida, otra, y con el toro vivo descabella al primer intento con la puntilla. (Palmas.)

Tercero. Es mucho más chico que los otros y parece defectuoso de construcción.

Se lidia en medio de una protesta continua, que arrecia cuando Joselito va hacia él armado de estoque y muleta. Un salvaje tira al ruedo una botella y es detenido.

Gallo, fin consultar la cosa más que con Parrita, cede los trastos al sobresaliente Cuco, quien hace una faena de muleta con pases muy bonitos. Media mala, volviendo el físico, unos intentos de descabello, un par de avisos y vamos con el

Cuarto y último, tan insignificante que no pesaría ni diez y seis arrobas. Nueva bronca y el becerro pasa al corral, sustituyéndole otro un poquito mayor, bastante gordo y con muy pocos pitones.

Nada en el primer tercio. El segundo, corre a cargo de Gallito, que activando, mete par y medio colosales por el lado derecho. Una faena breve y una estocada baja.

Como dice ABC, la corrida ha desilusionado por la insignificancia de los toros, que ya eran pequeños con exageración. Y es lástima, porque todos ellos resultaron tontos de remate, y, particularmente, dos muy bravos.

A ver si los que lleva el duque de Tovar a Valladolid el 24 del que viene, tienen más presentación, pero salen así de toreables, y de fijo que nos dan un buen rato Pacomio, Joselito y Belmonte.

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