Entrevistador y entrevistado. (Foto: El Ruedo) |
En dos momentos puntuales se refiere explícitamente a la estrecha relación que los unió:
—¿Recuerdo más persistente de su gran rival Joselito?
—Pues verá usted... Quizá una conversación de José. Dejaba entrever una amargura por la falta de afecto y confianza sincera por parte de ciertas personas.
—¿Detalles?
—Me los dio, pero no se pueden contar. Generalmente, José y yo hablábamos de caballos, nuestra afición común. Incluso cuando estábamos en la misma Plaza.
Más adelante, evoca el amargo retorno al coso madrileño, del que ambos salieron abroncados el 15 de mayo de 1.920:
-¿Qué tarde derramó más lágrimas?
-Recuerdo perfectamente la primera corrida que toreé en Madrid después de la desgracia de José. ¡Notaba que aquellos aplausos no eran a mi solo! ¡Era. el recuerdo!!'...
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