Rafael se pasa la mueta por la espalda en la corrida de Utiel de 1.913. |
Los peligros de la carretera ya eran patentes a principio del siglo XX y Fernando el Gallo los sufrió en propias carnes hace ahora cien años. Rafael y José torearon en Utiel (Valencia) el día de San Juan de 1.913, martes para más señas, una corrida de Salas. De lo que pasó en el ruedo da cumplida cuenta el anuario Toros y Toreros. En el mismo se lee de Rafael: “En el primero estuvo muy mal, entrando nueve veces a matar, por lo que escuchó gran silba, y en los otros dos quedó algo mejor, dando media al tercero y un pinchazo y una estocada al quinto”. En cambio José estuvo más acertado “matando al primero de los suyos con una estocada superior; al cuarto de la tarde le dio cuatro pinchazos y descabelló después, y al sexto le entró a matar tres veces y le intentó el descabello dos. Puso dos pares al segundo”.
Pero los sucesos se precipitaron en el regreso a Madrid. Al acabar el festejo matadores y cuadrillas tomaron cuatro automóviles. Sigue con la historia el relato aparecido en ABC el jueves 26:
“Dos coches más iban de repuesto por si durante la travesía ocurría algún accidente.
Desgraciadamente, fue necesario utilizarlos.
El auto en el que viajaban Fernando el Gallo, Posturas y Blanquet, antes de llegar a Tarancón volcó en una cuneta de la carretera a causa de haberse dormido el chauffeur y perder la dirección al dejar el volante suelto.
Plaza La Utielana. |
El volquetazo fue peligrosísimo; Fernando, al darse cuenta de lo que ocurría en impulso nervioso se arrojó del coche y cayó de pie, no sin sufrir en el derecho una distensión ligamentosa que rápidamente se inflamó.
Blanquet y Posturas cayeron debajo del coche; pero salieron a gatas del encierro, sin sufrir lesión alguna. El mecánico también resultó ileso.
Fernando fue recogido por el auto que ocupaban los picadores, y al llegar a Madrid fue avisado el doctor Mascarell para asistir al lesionado.
Según dictamen médico, la lesión no ofrece gravedad alguna; pero le imposibilita de tomar parte en la corrida de Santander.
Fernando está convenientemente asistido en el hotel de Roma.
Posturas y Blanquet ocuparon uno de los coches de repuesto, dirigido por otro mecánico y llegaron a Madrid después de las cuatro de la tarde, a tiempo de salir en el rápido para Santander.
Rafael y Joselito, que ocupaban un auto en unión del mozo de estoques del segundo, llegaron oportunamente a Madrid”.
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