miércoles, 30 de diciembre de 2020

EL GALLO Y LA TRINCHERA

El actor Enrique Rambal García.
‘El Día’ publicó el 9 de enero de 1928 este curioso artículo firmado por José Alfonso en el que le recrimina a Rafael que vistiese a la moda: 

“La prensa ha traído recientemente una fotografía del homenaje a Rambal en la que aparece al lado del terrorífico actor, Rafael Gómez El Gallo, ataviado con una deslumbrante trinchera. 

El torero cañí, último baluarte que nos quedaba de lo castizo, se ha tirado también a la candente arena de la moda. ¡El Gallo con trinchera, como cualquier pollo jamón! Parece un anacronismo, ¿verdad? Porque yo me explico el que Juan he nombrado al fenómeno de Triana se cortase la coleta en un rato de snobismo y luciese los faldones de ala de cuervo y el tubo flamante en los salones aristocráticos: ya que Belmonte ha querido siempre epatar las glorias de Jorge Bummel fuera de la plaza. Y tenía también que buscar como renovador del torero, la renovación de vestimenta del torero en su vida particular. Pero El Gallo que siempre ha lucido por las calles su camisa de chorreras y su traje corto… no ha desconcertado a todos con sus atavíos de última hornada. Es más, yo no concibo a Rafaé de otra manera que luciendo sus formas gitanas jacarandosas por las calles, con una chatilla de cabos negros, un sombrero de un palmo de ala y el dedo índice puesto en ésta, respondiendo los saludos de la multitud.

- Zalú zeñore.

Paso que Belmonte lea hasta Schopenhauer, pero jamás concebiré al Gallo decorado por una trinchera jamón. A no ser que Rafaé, memorando sus descalabros en las fiestas taurinas, en esas tardes tan presentes en que el pase de trinchera es toda su salvación, lleve la prenda como un recuerdo lleno de gratitud y como un símbolo.”

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