miércoles, 22 de mayo de 2019

¿DUELO DESIGUAL?



En la revista Palmas y Pitos se publicó el 16 de junio de 1913, la crónica de don Pepe de la corrida del 12 de junio en Madrid, en la que Curro Posada y Juan Belmonte lidiaron toros de Esteban Hernández. En el comienzo de la crónica, el crítico exponía una reflexión en torno a lo que supondría un enfrentamiento entre Joselito y Belmonte.


-¿De modo que si Joselito el Gallo y Belmonte trabajaran juntos, usted apostaría por Juan?

-Yo, en primer lugar, no dejaría que toreasen juntos; al menos, por ahora. Siquiera esperaría a que toreasen en igualdad de condiciones de salud; no por miedo al baño, que al que tiene ríñones y dignidad, no se le mete en el agua como él no quiera.

-Y en segundo lugar...

-En segundo, siempre ha de ser un duelo desigual, en que tal vez las más ensordecedoras ovaciones se las lleve el de Triana, pero en el que venza en mayor número de asaltos, el rey de la sabiduría taurina, el Guerrita moderno, que para mí es Joselito.

-¿Duelo desigual?

-Sí, ya lo verá usted cuando se encuentren los dos campeones, si continúan siendo como hasta aquí. El uno, escudado con su inteligencia, con su talento y con su puesto en la tauromaquia, irá al torneo con careta, peto, guante y todos los chismes defensivos que se han inventado; a lo sumo, recibirá un palo, con el sable sin punta ni filos con que se le puede atacar. El otro irá al duelo, o debe ir, con el testamento hecho y confesado, porque no se presentará en ninguna sala de armas a hacer un bonito asalto, una muralla vistosa; sino al campo del honor, con el pecho descubierto, a jugarse la vida con floretes sin botón a la punta y para batirse a muerte con quien sea. ¿Es posible admitir el duelo en estas condiciones?

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