domingo, 27 de marzo de 2022

PRIMERAS NOVILLADAS DE RAFAEL EN MADRID (I)


Entre mayo y agosto de 1899 Rafael toreó tres novilladas en Madrid que sirvieron para mostrar a la afición la tauromaquia que atesoraba. En tres entradas del blog daremos cuenta de las crónicas de los festejos publicadas en El Toreo.


La primera novillada se celebró el 15 de mayo. Manuel Molina ‘Algabeño Chico’ y Rafael lidiaron ejemplares del duque de Veragua.

Bajo la presidencia del Sr. Conde de Toreno se ha verificado la novillada de hoy, con una entrada para no perder guita la empresa, lidiándose seis toros de desecho del Duque de Veragua por las cuadrillas de Algabeño chico y Gallito. 

El segundo fue de pelo negro, mogón de ambos pitones y de más libras que el anterior. ‘Algabeño chico’ le dio de salida dos recortes y Gallito tres verónicas y un farol.
 
Entre el Inglés chico y el Murciano le pusieron siete varas, á cambio de dos caídas, estando á los quites muy oportunos los dos matadores. 

Sagasta y Ochoa cogieron los palos cortándolos por la mitad, y con mucha valentía clavaron dos medios pares y dos enteros de las comunes, escuchando palmas. 

Gallito, que lucía terno grana y plata, después de brindar á la presidencia, quitó de en medio al del duque con siete pases naturales, dos de pecho, el primero bueno, cinco altos, muy bueno el primero, diez cambiados, los dos últimos por bajo, y cinco con la derecha, para después de tres pinchazos sin soltar y estocada caída, meterse con fe á herir, dando una estocada un poco ida que hizo doblar á la res. 

Palmas y sombreros. Tiempo empleado, cinco minutos.


El cuarto era negro, bragado, abierto y delantero de cornamenta y más chico que los anteriores. 

Salió con pies, dándole Gallito dos capotazos. Después lo lanceó de capa con cuatro verónicas, siendo aplaudido. 

Entre Trescalés chico, Chanito, el Murciano y Canales le pusieron cinco varas por una caída y dos jamelgos difuntos. 

 En los quites estuvo muy oportuno Gallito. Cantaritos y Chicuelo adornaron al de Veragua con dos pares y dos medios, pasando á manos de Gallito, que desde cerca y parando le dio dos pases cambiados, superior el primero, y dos altos con los que logró igualar frente al 2, y entrando en corlo y con valentía á volapié, dio una estocada hasta las guarniciones un poquito ida.  Y con tres pasos más con la derecha se acostó el bicho, levantándolo el puntillero. El torillo se acostó para que le arrastraran las mul
illas, y Rafael Gómez fue objeto de una gran ovación. 

Tiempo empleado en la lucida faena, 4 minutos. 

Y se nos olvidaba decir que la muerte de este toro se la brindó á una señora que ocupaba el palco número 116, la cual le obsequió con una preciosa sortija con tres brillantes
Para cerrar plaza salió un torito berrendo en negro, botinero y bien colocado de pitones. Salió rebotado, dándole Gallito cinco verónicas en tres tiempos, que fueron aplaudidas. 

Tardeando tomó cinco varas de Chanito y Reina, dándoles tres caídas y matando un caballo. 

Pareado por Sagasta y Herrero, pasó á manos de Gallito, que puso fin á la corrida con tres pases de pecho, uno en redondo, ocho altos y uno natural, para dos pinchazos y dos intentos de descabello, doblando el bicho para ser arrastrado por las mulillas. Tiempo empleado por el espada en la faena, cuatro minutos.

 Esto acontecía á las seis de la tarde, hora en que los capitalistas cogieron en hombros á Gallito para sacarlo del redondel.


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