miércoles, 29 de junio de 2022

LA ALTERNATIVA DE JOSELITO EN 'EL CORREO DE ANDALUCÍA' (Y II)

A.N. Drés firma la siguiente crónica, reproducida en su totalidad por su trascendencia histórica, y aparecida el domingo 29 de septiembre de 1.912 en 'El Correo de Andalucía', 


EN LA PLAZA DE TOROS




Primera de Feria

Alternativa de José Gómez 'Gallito'

 Se juegan seis cornúpetos de la ganadería de Moreno Santamaría y actúan de matadores Rafael Gómez 'Gallito', Antonio Pazos y José Gómez 'Gallito Chico', que toma la alternativa de manos de Rafael por no haberlo hecho en Madrid, según unos a causa de la lluvia y según otros por temerse un escándalo por la pequeñez de los seis bichos encerrados. 

Es más, he oído asegurar a personas que tienen razón para estar bien informadas, que a Gallito chico se le ha exceptuado esta tarde del sorteo, escogiéndose los dos bichos que ha de estoquear él y sorteándose los restantes entro Rafael y Pazos. 

 Pero dejemos la habladurías y sigamos con la reseña. 

 La tarde está desagradable y la entrada no pasa de mediana viéndose unos claros bastante considerables tanto en los palcos, como en centros, sombra y sol. 

 A las cuatro ocupa la presidencia el señor Isern y acto continuo aparecen las cuadrillas, que son saludadas con aplausos tibios. Después aparece el 

PRIMERO

 de los bichos encerrados, y se da comienzo jaleo. Le apodan Caballero, tiene el núm. 16 en el  costillar, es negro bragao, chico y de escasas herramientas. 

 Joselito Gómez le obliga y le da varias verónicas y un recorte buenos, que la concurrencia aplaude. 

 El animal, que es bravo y noble, se deja pegar de los piqueros cinco veces y proporciona un tumbo con la pérdida de la caballería. 

 Los tres espadas están bien en quites, sobresaliendo Rafael, que consigue escuchemos notas musicales.

Variado el tercio, el pequeño de los Gallos coge los rehiletes y loe ofrece a su hermano Rafael, que, montera en mano, los acepta.

José juguetea con el bicho y cuelga un par superior, de frente. (Aplausos y música)

Luego juegan los dos con el toro y entusiasman a la mayor parte del público; sobre todo Rafael.

Este, con una inteligencia por quintales, prepara a la res y mete un par precioso al cuarteo, cayéndose un palo. (Hay palmas, pero menos de las merecidas).

José secunda con un par al cambio, enmendando el terreno, y termina el de la calva con otro par desigual, llegando con alegría. (Muchas palmas para ambos).

Gallo mayor coge los trastos do matar y dejando ver la inmensa llanura de su testa, se los entrega a Joselito, quo lo aguarda con una cara de pocos amigos.

Después se estrechan la mano y el nuevo doctor, que viste gris perla y oro, marcha a brindar.

El bicho está bravo y más suave que la seda; como para armar un escándalo con él. El espada se dirige al cornúpeto y hay un momento de expectación y murmullos de ¡buen torito tiene delante!

Empieza con un buen pase cambiado con la muleta plegada; uno natural superior, otro de la misma clase sin lucimiento por no dejar los pies quietos; uno de pecho y dos de molinete, buenos, pero movidos, y, citando a recibir, pincha en sitio delanterillo, sin atreverse a aguantar la mecha.

Sigue con otro en 1a misma suerte, precipitándose, pero aguantando un poco más.

Pocos pases más y entrando bien al volapié, cobra una estocada delanterilla y algo caída que hace morder el polvo a su enemigo. (Ovación y vuelta al ruedo).

Opino que se ha podido hacer mucho más con un cornúpeto que parecía un chiquillo con cornamenta.

SEGUNDO 

Colegial, núm. 27, berrendo en negro, listón, gordo, corto de pitones y bizco del izquierdo.

Pazos lo veroniquea regularmente, colándosele el bicho en los primeros lances. (Palmas).

El animal, que se arranca bien, tiene pujanza y es certero al herir, toma cuatro puyazos por tres caídas y tres pencos fuera de combate, distinguiéndose Utrera entre los de aúpa,

Al sonarlos clarines. Pazos coge las banderillas y aguantando muy bien la acometida, cuelga un par al cuarteo, que le vale palmas.

Finito y Joaquín Gárate cierran el tercio con un par aceptable cada uno, saliendo el segundo apuradillo de la suerte.

Antonio Pazos, de azul y oro, brinda al señor Isern y pasa a entendérselas con su enemigo.

Desde buen terreno y demostrando deseos de agradar, da varios pases, entre ellos uno ayudado con la derecha, súper, y el bicho se huye tratando de saltar la barrera.

Después atiza un buen pinchazo, saliendo por la cara y perdiendo el trapo y se escuchan aplausos. 

Antonio sigue valiente y el cornúpeto huido. 

El diestro termina con el animal de dos buenos pinchazos arrancándose bien, aunque no saliendo lo mismo, y con una corta muy bien colocada, haciendo el viaje como los guapos, que ahorra el viaje al puntillero. (Hay aplausos y vuelta al circo).

TERCERO

Romero, núm. 88, negro bragao, de poca presencia y algo abierto de astas.

El mayor de los Gallos le da un par de verónicas cambiadas, otras naturales, tres navarras y un recorte, todo con arte pero sin parar lo debido. (Palmas).

El bicho se acerca cuatro veces a los del castoreño y deja caer a uno.

Los espadas son aplaudidos en quites y Rafael además está incansable con el capote, preparando al toro para entrar en varas.

Al cambiarse el tercio, Rafael entrega los palos a Joselito y éste, metiendo los brazos muy bien, prende un par superior al cuarteo. (Aplausos).

Rafael Gómez, cambiando admirablemente los terrenos y aguantando con la mar de vista y valentía, mete un par soberbio, que el público ovaciona.

Joselito se precipita y sin igualar como es debido, se mete con medio par casi de cualquier manera.

Vuelven los dos hermanos a cambiarse los trastos y Rafael marcha hacia la presidencia, pero de pronto desiste y, dirigiéndose a José, llega, le estrecha la mano, le abraza y le besa; por lo que la gente aplaude y la música toca. 

Después le propina Rafael al bicho tres o cuatro pases sin parar los pinreles, y sigue... no sigue, empieza la faena ¡tan valiente!... ¡tan artística!.., ¡tan sublime! que para saber la verdad de ella es preciso presenciarla. No hay forma de narrar tanta hermosura. ¡Qué pases más bonitos y más bien rematados! ¡Cuánto arte y cuánta alegría!... ¡Qué manera de pasar de rodillas pegado a las tablas y qué agallas aguantando con la mano derecha la cornada del bicho mientras con la izquierda ocultaba la muleta en la espalda!... ¡Qué pase de pecho más monumental, con las piernas derechas y unidas y el cuerpo rectísimo, dejándose rozar los pitones en los alamares, qué pases altos, qué pases cambiados y qué artista más inconmensurable...

¡Lástima que este mismo monstruo del toreo sea el de las ridículas espantás que tantas censuras le proporcionan!...

Pero terminaré: El diestro, que ha puesto ebrio de entusiasmo a la concurrencia con su indescriptible faena da muleta, entra a matar habilidosamente, con su alargamiento de brazo y escurriendo el bulto, y cobra un estoconazo algo contrario y ladeado.

El bicho le quita después la muleta y tras dos o tres vueltecitas de José, dobla casi sin puntilla. (Ovación grande y vuelta al redondel).

CUARTO

Pantera, núm. 2, negro lombardo y alto de agujas.

(Sigue la ovación a Rafael).

Este fija al bicho con dos lances y un recorte endebles.

En medio de un gran lío, toma la res cuatro varas por dos caídas y loa Gallitos son aplaudidos en quites.

Entre Gonzalito y Posturas ponen cuatro pares.

Rafael brinda a la gente de sol, que no luce, y después de un pase natural, tres pasándose la flámula por la espalda con la mar de limpieza y uno do molinete, que le valen palmas y música, atiza casi media estocada en lo alto, sin apretarse al pasar el pitón.

Más pases sin la fijeza debida en los pies, y uno cambiado por bajo, de rodillas, y termina de una corta delantera, perdiendo el trapo e intentando saltar al callejón.

El animal ese sin los auxilios del cachetero y Rafael es muy aplaudido, teniendo que recorrer el circo.

QUINTO

El quinto so llama Cubito, ostenta el número 4, es negro bragao, fino, de pocas libras y mejores defensas que los lidiados,

(Sigue la ovación al Gallo)

Pazos veroniquea deficientemente.

El caballo del reserva se cae y no vuelve a levantarse.

Cuatro varas, dos caídas, un penco difunto  y un buen quite de Gallito chico, tocando un pitón al toro, componen el primer tercio.

Tano y Manchao prenden dos pares y medio, sin hacer proezas, y Pazos brinda la muerta del bicho a los morenos.

Trastea brevemente, sin salsa y sin parar, y acaba con Cubito de una corta caída, entrando aceptablemente, que lo tumba sin puntilla, (Palmas y otro paseíto alrededor del circo)

SEXTO

Manzanito, núm. 101, berrendo en negro listón, chico, gordo y algo caído de cuerna.

Visita de paso a los tres piqueros.

Joselito trata do torearlo y el animal no acude.

Toma el animal cinco varas, por dos caídas y dos caballos, distinguiéndose Medina y perdiendo Joselito el capote al intentar el primer quite.

Los picadores, creo que por orden superior, han herido todos en sitio trasero.

Cuco clava un par caidillo por el lado contrario, después de una pasada, y otro bueno, en su turno.

Almendro entrando de dentro afuera, no clava y secunda con medio par, en forma ordinaria.

Gallito chico coge los trastos y marcha hacia su enemigo, que está quedado.

Lo propina algunos pases sin parar y con apatía y lo vuelca de una corta delantera y caída, sin demostrar grandes arrestos.

(Unos cuantos partidarios le sacan de la plaza a hombros).

La corrida duró una hora y veinte minutos, saliendo el público satisfecho de la plaza, tanto por el ganado, a pesar de ser una corrida chica, como por el trabajo de los espadas, y sobre todo del practicado con la muleta por Rafael Gómez.

Las cuadrillas regulares.

La presidencia, acertada.

Y la dirección de plaza, deficiente; en particular en el primer tercio y a la hora de matar Joselito, que se reunían nada menos que ocho peones, que, en vez de congraciarse, estorbaban casi siempre.

¡No hay quo pasarse!

y hasta la segunda, que son los mismos espadas con bichos de Surga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.